USB 3.1 y USB Type-C, os contamos todo lo que hay que saber sobre ellos

USB 3.1 y USB Type-C, os contamos todo lo que hay que saber sobre ellos

Desde hace ya algunos meses, nos hemos acostumbrado a escuchar o leer las palabras USB 3.1 y USB Type-C. La lógica nos invita a pensar que es algún tipo de cambio en el USB que usamos normalmente y nos olvidamos hasta que recibimos el primer dispositivo que cuenta con uno de ellos, algo que por el momento no es muy habitual.

Desde hace años, el USB ha sido un estándar muy usado a la hora de transferir datos gracias a su facilidad de implementación y funcionamiento. Con él hemos podido, desde pasar las fotos de la cámara hasta cargar nuestros nuevos teléfonos, un gran abanico de posibilidades que realmente nos han facilitado mucho la vida. Pero como acostumbra a pasar, todo evoluciona, incluso las conexiones y los cables.

Hace ya unos años, a medida que los contenidos iban creciendo en tamaño, se vio la necesidad de realizar mejoras en la primera versión del USB, algo que se repitió hasta llegar a la versión 3.0. Con ella podíamos transferir archivos de gran tamaño a una velocidad mucho más alta y, pese a que ya lleva unos años entre nosotros, es ahora cuando vemos que la gran mayoría de nuevos dispositivos lo incluyen (aunque no todos).

USB 3.1 y USB Type-C

USB Tipo-C Smartphone

Pero esto no es una clase de historia, así que mejor mirar al presente y futuro y aquí es cuando llegamos a los protagonistas de este artículo. Para empezar, me gustaría aclarar las diferencias que hay entre una cosa y otra, puesto que se presta a confusión y en muchos sitios podemos ver un mal uso de sus nombres.

En primer lugar, USB 3.1 simplemente define una nueva versión del estándar y se refiere a la tecnología, a cómo funciona. Tenemos que hablar de USB Type-C si nos estamos refiriendo a la forma que tienen los conectores, que en este caso se referirá al nuevo conector reversible.

Y es precisamente la reversibilidad la principal novedad que presenta el USB Type-C. De esta manera, se elimina uno de los principales problemas del USB original, puesto que la famosa "Ley de Murphy" dictaminaba que siempre intentaremos poner el conector al revés de como debería.

Imagen de un USB Type-C

Al tener una nueva forma esto hace que necesitemos otro conector de tipo C para poder conectar un cable, no siendo compatible conectarlo en alguno de los actuales. Es decir, que no podremos conectar los nuevos cables en los conectores USB tradicionales o la situación inversa.

En lo que al USB 3.1 se refiere, ya hemos dicho que se trata de una tecnología y en este caso sí que será compatible con las anteriores versiones. Eso sí, como ya ocurría anteriormente, en el caso de conectar un cable USB 3.1 a un conector USB 2.0, siempre tendremos que conformarnos con las características de la peor de las dos tecnologías, en este caso marcada por el USB 2.0.

En definitiva, una cosa no dependerá de la otra. Así, podremos tener cables USB Type-C que usen tecnologías anteriores. Un ejemplo lo encontramos en teléfonos recién estrenados como el OnePlus 2, que pese a contar con un conector USB Type-C, sigue haciendo uso de la ya antigua tecnología USB 2.0.

¿Qué ventajas ofrecen ambas novedades?

Pero son más las novedades que vamos a encontrar El USB Type-C, además de estar diseñado para poder usar la última tecnología disponible (USB 3.1), también puede transmitir señales DisplayPort de hasta 4K de resolución y hasta 100W de energía. Sin lugar a dudas, unas novedades que lo hacen muy interesantes y que lo pueden convertir en un auténtico referente en la industria ya que incluso puede sustituir otros cables como el de alimentación, algo que ya vemos en los nuevos Google Cromebook Pixel.

comparativa velocidades USB

Y en lo que al USB 3.1, ya hemos indicado antes que uno de los principales objetivos de estas mejoras en la tecnología era poder lidiar con el gran tamaño de los archivos multimedia actuales. En la primera versión del USB solo se podía transmitir a una velocidad de 12 Mbps, algo que con la versión 2.0 aumentó hasta los 480 Mbps y que en la última, la 3.0, ya había llegado hasta los 5 Gbps. Con la versión 3.1 esta tasa aumenta y ya llegamos a los 10 Gbps (7,2 Gbps en las pruebas reales).

Pero tranquilos, estas cifras difícilmente podremos verlas en nuestros dispositivos, puesto que hay más factores que van a limitar la velocidad de la transferencia. Y es que los datos estarán almacenados en un disco duro o un chip, los cuales también tienen una tasa máxima de lectura o escritura, por lo que lo normal será estar limitado por alguno de estos elementos. Pero pudiendo llegar a 300 MBps tampoco vamos a quejarnos, ¿no?

Energía eléctrica a través de USB, suena bien, ¿no?

En concreto, como podemos leer en Phone Arena, se crearán hasta 6 perfiles de entrega de potencia, aunque el primero de ellos (Perfil 0) esté reservado y no se haga uso de él. Con ellos podremos ver unos niveles escalados que pueden llegar a entregar hasta los 100W que mencionábamos antes.

  • Perfil 1: 5V y 2A - 10W
  • Perfil 2: 12V y 1,5A - 18W
  • Perfil 3: 12V y 3A - 36W
  • Perfil 4: 20V y 3A - 60W
  • Perfil 5: 20V y 5A - 100W

Estos perfiles, que reciben el nombre de USB PD, son una tercera especificación que debemos añadir al USB Type-C y al USB 3.1 de los que ya hemos hablado. Así pues, el tener un USB Type-C y/o un USB 3.1 no será una garantía de poder disponer del USB PD, por lo que esta no será la solución para cargar más rápido ninguno de los teléfonos actuales. Pero todo llegará, de eso no hay que dudar.

Detalle de los USB del Chromebook Pixel

En resumen, es mejorar algo que ya hemos empezado a ver hace poco con el Quick Charge que ofrecen algunos fabricantes para recargar los dispositivos más rápidamente. En este caso simplemente podemos cargar el teléfono, mientras que con USB PD podremos transmitir datos a la vez que grandes cantidades de energía, todo con el mismo cable y al mismo tiempo.

Y además tiene una peculiaridad muy curiosa, ya que las cargas pasarán a ser reversibles. ¿Qué quiere decir esto? Pues que tanto podremos cargar nuestro teléfono conectándolo al ordenador, como podremos realizar la acción totalmente contraria (algo raro, todo sea dicho de paso).

Eso sí, los cables actuales dejarán de ser útiles y hará falta contar con unos nuevos que contarán con un chip especial. En él se marcará la cantidad máxima de energía que pueden transmitir. Cables más caros, pero que ofrecerán unas características mucho más interesantes que los actuales.

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