El precio de los smartphones se nos ha ido de las manos
El Mobile World Congress se encuentra en pleno ecuador, y lo cierto es que lo que más ganas teníamos de ver ya ha sido presentado. El nuevo LG G6 y el Huawei P10 ya han sido mostrados en público, y sus características son por todos ya conocidas. En temas de rendimiento, prestaciones y calidad es indiscutible que nos encontramos ante dos muy buenos terminales, pero cuando miramos la etiqueta del precio, la broma dejar de tener gracia.
Se nos está yendo la mano con los precios de los smartphones. No es normal el precio que un teléfono llega a tener hoy en día, y lo peor de todo es que estamos dispuestos a pagar semejante cantidad de euros por algo que se queda obsoleto a los dos años. Este MWC ha sido la gota que ha colmado el vaso. Nos han encantado los dispositivos presentados, pero a las firmas se les ha ido la cabeza con el precio.
Un smartphone nuevo nos sale demasiado caro
Si echamos la vista atrás, veremos cómo los precios han ido aumentando conforme han pasado los años. Los gama alta siempre han tenido un precio bastante alto, pero el aumento con respecto a los años pasados ha sido descarado. Las cifras hablan por sí mismas.
Cuando se lanzó el Huawei P8, el precio de lanzamiento fue de 499€. Un año después, más o menos por estas fechas, fue presentado el Huawei P9 y su precio se elevó a los 599€ (la versión más barata). Esta semana, la empresa china ha presentado el Huawei P10, y su modelo más barato tiene un precio de 649€. Ha habido un incremento de 150 euros cada año, ciñéndonos siempre a los modelos más baratos de cada dispositivo. 150 euros. Pensadlo fríamente. Y Huawei no es la única.
LG lanzó hace dos años el LG G4, cuyo precio de lanzamiento era de 649 euros. Al año siguiente, la firma lanzó el LG G5, primer teléfono modular, y su precio se fue hasta los 699 euros. Esta semana, al igual que Huawei, la empresa ha lanzado el LG G6, puede ser todo lo bonito que quieras pero se estima que tendrá un precio de lanzamiento de 769 euros. 120 euros de diferencia en solo dos años.
Esto mismo lo podemos aplicar a cualquier marca que queramos. La trampa es que, al pagarlo a plazos o del tirón, no nos damos cuenta de cuánto nos cuesta el teléfono cada día. Vamos a asumir que cambiamos de teléfono cada dos años exactos. Si comprásemos la versión más cara del Huawei P10 ahora mismo, cuyo precio es de 799 euros, el teléfono nos costaría 1,09 euros al día hasta que cambiásemos de terminal en dos años.
Todavía nos falta ver cuál será el precio del Galaxy S8, que se rumorea que será cercano a los mil euros. Ya hay empresas que han demostrado que se pueden hacer terminales más que decentes a un precio bastante más reducido, como OnePlus y su OnePlus 3T o Xiaomi y su Mi5s, y quizá lo que deberíamos hacer es darle una oportunidad a dichas firmas en lugar de seguir alimentando el monstruo de los precios inflados. Y si no, siguiendo esta norma, deberíamos ir asumiendo que el precio sube más de 100 euros cada dos años.
¿Qué opináis del precio de los smartphones?
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