El móvil con cámara extraíble se enfrenta a su primer test de resistencia

El móvil con cámara extraíble se enfrenta a su primer test de resistencia

La gama alta Android en 2018 se ha dividido en tres ramas distintas según su diseño. Por un lado, están aquellos que han caído en la tentación de inspirar su diseño en el iPhone X de Apple, y adoptar el polémico "notch"; por otro, están los que se han mantenido conservadores, reduciendo los marcos pero aceptando que los frontales "todo pantalla" aún están lejos de su alcance. Y por último, un tipo de terminales en auge es aquel que ha intentado encontrar una solución alternativa a la famosa muesca, con el objetivo de ajustar al máximo la pantalla a los extremos del frontal, y para ello ha recurrido a tecnologías poco comunes.

El primer modelo que conocimos dentro de este último tipo fue el Vivo NEX, el último terminal estrella de la compañía china, que apuesta por un sistema de cámara frontal retráctil, que permite a la marca prescindir del hueco que antes era necesario para poder albergar los sensores frontales.

Pero, ¿cómo de resistente es el Vivo NEX? Ya hemos visto anteriormente cómo ha logrado la marca implementar esta solución en su último teléfono. Sin embargo, ahora llega el momento de comprobar cómo se desenvuelve en sus primeras pruebas de resistencia.

La resistencia del Vivo NEX, a prueba

El Vivo NEX ha pasado por la mesa de pruebas del conocido "youtuber" JerryRigEverything, con lo que eso conlleva. Durante el vídeo, disponible sobre estas líneas, se comprueba la durabilidad del terminal y sus distintos componentes, incluyendo, por supuesto, la cámara frontal que aparece y desaparece cuando el usuario así lo desea.

En primer lugar, Zack decide probar qué sucede si, una vez la cámara se encuentra desplegada, se decide ejercer presión para hacerla desaparecer manualmente. Se puede comprobar cómo, aunque en un primer momento la pestaña que alberga la cámara regresa a su posición original desplegada, la segunda vez que se presiona esta vuelve a esconderse en su hueco, cerrando además la aplicación de cámara que se encontraba en primer plano. Además, el mecanismo parece ser lo suficientemente potente como para poder accionarse incluso aunque el usuario la sostenga intentando impedir que se oculte.

Un detalle a destacar es que, dado que la pestaña que alberga el sensor fotográfico está fabricada en metal, los arañazos dejarán alguna que otra marca, pero la cámara estará lo suficientemente protegida en la mayoría de situaciones.

El móvil con cámara extraíble se enfrenta a su primer test de resistencia

Por otro lado, dado que el modelo que se prueba es el Vivo NEX S, con lector de huellas situado bajo el cristal de la pantalla, también se ha puesto a prueba su funcionalidad cuando la pantalla sufre daños tales como arañados. Afortunadamente, el sensor sigue identificando la huella dactilar del usuario aunque el cristal cuente con arañazos poco profundos.

Si bien no se ha comprobado la resistencia del mecanismo ante caídas o golpes, lo cierto es que las primeras pruebas de resistencia al terminal prometen bastante, y no parece que la solución elegida por Vivo ofrezca una durabilidad muy inferior a la que podríamos encontrar en cualquier dispositivo actual con la cámara "en su sitio", más aún si tenemos en cuenta que Vivo asegura que la resistencia está comprobada con más de 50.000 veces, y que el motor soporta una fuerza de empuje de hasta 45 kg.

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