5 años del lanzamiento del Nexus 5: para muchos, el mejor Android de la historia

Hoy se cumplen exactamente 5 años desde que Google, en colaboración con LG, anunciara al mundo el que, en no demasiado tiempo, se convertiría en uno de los smartphones Android más queridos de toda la historia. El Nexus 5 cumple hoy un lustro, y es, probablemente, uno de los teléfonos que los entusiastas del universo androide recuerdan con más cariño.

Fue en octubre de 2016 cuando la familia Nexus nos decía adiós definitivamente, para dar paso a una nueva estrategia llevada a cabo por Google en la que solo quedaba hueco para una nueva familia: los Pixel. De entre todos los modelos de esta histórica familia Nexus, no hay duda de que el terminal creado por Google y LG y lanzado al mercado en 2013 fue el más importante de esta era. Pero, ¿qué tenía el Nexus 5 para ser un móvil tan especial?

Así era el Nexus 5, todo un gama alta "pure Google" de 349 euros

El Google Nexus 5 llegaba a finales de octubre de 2013, a un terreno del mercado entonces liderado por Samsung y LG con sus Galaxy S4 y G2 respectivamente, terminales con unos precios de partida que superaban los 600 euros. Pero Google, continuando la estrategia que había dado comienzo solo un año atrás con el Nexus 4 y su ahora inimaginable precio de solo 299 euros en la versión base, decidió poner un precio de 349 euros a su última creación.

Por aquel entonces, las gamas en Android estaban mucho mejor definidas que en la actualidad, y por 349 euros era difícil encontrar algo que no fuera un terminal de gama media. Dado que el Nexus 5 contaba con el mejor procesador firmado por Qualcomm hasta entonces --el Snapdragon 800, que también montaba el LG G2-- acompañado de 2 GB de memoria RAM, un almacenamiento interno de 16 o 32 GB, su precio catapultaba al terminal de LG a lo más alto en todas las listas de recomendaciones, y, de no ser por su limitada disponibilidad, sin duda hubiera llegado a codearse con los smartphones de gama alta más vendidos del momento.

Pero sus especificaciones no lo eran todo. En una época donde las capas de personalización de los principales fabricantes aportaban más dolores de cabeza que soluciones, la llegada de un nuevo Nexus capaz de ofrecer la tan anhelada experiencia pure Google, con actualizaciones frecuentes y las últimas novedades de Android siempre disponibles, supusieron un soplo de aire fresco al mercado, más aún con la llegada de Android 4.4 KitKat, versión que dejaba cada vez más claro que Google había alcanzado el punto de madurez necesario en su sistema operativo.

Por supuesto, el Nexus 5 no era un móvil perfecto. Sus 2.300 mAh de capacidad de batería fueron uno de los aspectos más criticados en las primeras reviews, pues compitiendo con los 3.000 mAh del LG G2 --modelo con el que, por cierto, compartía una buena parte de su apartado técnico-- el modelo de Google simplemente no estaba a la altura.

Del mismo modo, la cámara no había mejorado lo suficiente con respecto a la del Nexus 4 como para llegar a situarse a la altura de la de sus principales rivales, y los resultados obtenidos con el sensor trasero de 8 megapíxeles eran simplemente correctos.

Pese a todo ello, la comunidad de entusiastas del sistema operativo de Google vio el móvil casi perfecto en el Nexus 5. Un terminal con la mejor experiencia de software, un apartado técnico entre los mejores del mercado, diseño cuidado y compacto, y un precio que lo distanciaba, y mucho, del resto de modelos de primer nivel.

Ni los nuevos Nexus ni los Pixel consiguieron eclipsar al histórico Nexus 5

Dicen que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde, y algo así tuvo que sentir una gran parte de la comunidad de seguidores y fanáticos de la familia Google Nexus, cuando a finales de 2014 la compañía presentaba al mundo el Nexus 6. El terminal, primer Nexus firmado por Motorola, apostaba por el formato phablet en un mercado donde los móviles, aunque seguían creciendo progresivamente con la llegada de cada nueva generación, no llegaban a los límites del Nexus 6 y su gigantesca pantalla de 5,99 pulgadas. Por si fuera poco, el precio del teléfono ascendía hasta los 649 euros en su configuración base, 250 euros más que el Nexus 5.

Fue entonces cuando muchos echaron de menos al icónico Nexus 5. Al fin y al cabo, las novedades que aportaba el nuevo modelo no eran, para la gran mayoría, justificación suficiente para un aumento de precio como el que Google decidió llevar a cabo, y el gran tamaño del Nexus 6 causó rechazo a buena parte de la comunidad.

La cosa no cambió con la generación de 2015, formada por los Nexus 5X y 6P. Y es que aunque Google intentó repetir la jugada con el Nexus 5X, muchos lo vieron como una renovación descafeinada del Nexus 5, pues pese a su precio, muy inferior al del Nexus 6P, montaba unas especificaciones de gama media, y salvo por las mejoras a nivel fotográfico, heredaba algunos de los problemas más característicos del Nexus 5, siendo la autonomía su lacra más grave.

Pasaron los años, y llegaron los Google Pixel, mientras se iba disipando la idea de un nuevo smartphone de Google con software puro y precio reducido. Sin embargo, el Nexus 5, que además de todas sus bondades era un terminal casi perfecto con el que experimentar a través de modificaciones, ROMs e incluso cambios en su hardware, seguía estando presente en las mentes de una buena parte de los usuarios de Android de todo el mundo pese a que Google decidiera abandonarlo en 2016, e incluso hay quien aún lo utiliza como smartphone principal.

Está claro que este asequible pero potente terminal lanzado en 2013 fue capaz de marcar un antes y un después en la historia de Android, algo de lo que muy pocos modelos pueden presumir. Incluso apostaría a que más de uno aún sueña con tener un Nexus 5 actualizado a los tiempos que corren, con el mismo diseño y al precio que dejó más de una boca abierta el día 31 de octubre de 2013. Y en color rojo, por supuesto.

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