Yotaphone quiebra, sus curiosos móviles con dos pantallas se despiden, y nada de esto es buena noticia para nosotros

Malos tiempos para la innovación en la industria de los smartphones, y malas noticias para nosotros, los usuarios, que en una misma tarde nos hemos quedado sin dos ejemplos entre los terminales más revolucionarios que hemos visto en los últimos ejercicios.

Hablamos cómo no del Galaxy Fold, abanderado de los móviles plegables y retrasado oficialmente para madurar su construcción y paliar sus problemas de juventud; además de una Yotaphone que hoy anunciaba su quiebra a expensas de una decisión del Tribunal Supremo de las Islas Caimán.

La parte buena es que uno de ellos volverá mejor más adelante para mostrarnos el futuro de los dispositivos móviles, pero parece que a Yotaphone le decimos un adiós definitivo porque las buenas ideas no computan en los balances económicos y el fabricante ruso no ha podido hacer frente a sus deudas, tal y como nos contaban los compañeros de Gizmochina.

La idea de Yotaphone no cuajó, pero nunca fue una mala idea...

Tan sólo tres generaciones del Yotaphone después, y con la compañía despidiéndose, es bueno reconocer que el diseño del fabricante ruso nos dejó perplejos desde el primer modelo, pues disponer de dos pantallas con dos tecnologías tan distintas era a la vez tan interesante como extraño.

Sin embargo, nos encanta ver fabricantes que se arriesgan, y la idea de Yotaphone no era una mala idea porque el panel principal AMOLED aseguraba la mejor experiencia de uso mientras que el secundario abría un abanico infinito de posibilidades centradas en el bajo consumo de la tinta electrónica.

Y ha sido precisamente ese panel e-ink el que ha llevado a Yotaphone a la bancarrota, pues la compañía rusa ha quebrado tras una demanda interpuesta por la proveedora de pantallas Hi-P Electronics, en la que se reclamaba el pago de casi 130 millones de dólares por obligaciones de pedido mínimo incumplidas por Yotaphone.

Seguramente habrá muchos motivos, pero lo cierto es que los Yotaphone nunca cuajaron y las cifras de ventas del fabricante ruso nunca fueron las esperadas. De hecho, el Yotaphone 3 no salió del mercado chino, y de los dos primeros modelos tan sólo se vendieron 75.000 unidades, una cifra a todas luces demoledora.

Resumiendo un litigio que dura ya varios años, Yotaphone había acusado a la singapureña Hi-P Electronics de obstaculizar a sus teléfonos para introducirse de forma directa en los Estados Unidos, y la respuesta de la proveedora llegó en forma de denuncia ante la Corte Suprema de las Islas Caimán, donde está registrado el fabricante de smartphones. Las negociaciones no fructificaron, ha trascendido que Hi-P ofreció cifras mucho más bajas a Yota, y finalmente los Tribunales han decidido declarar en bancarrota al fabricante de smartphones.

No sólo de buenas ideas se vive, y aunque ciertamente la doble pantalla era interesante siempre solemos recordaros que el software y los servicios lo son todo, y a la pantalla secundaria hay que sacarle partido de algún modo que justifique su presencia, tal y como debemos buscárselo todavía a los smartphones plegables que están por venir.

Huelga decir que efectivamente ha habido y hay más smartphones con doble pantalla, tanto de gigantes como LG como de firmas chinas menos conocidas en los mercados internacionales, Vivo por ejemplo. Sin embargo, el de Yota era el único smartphone con un panel e-ink que ofrecía la interfaz de Android totalmente funcional sobre él.

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