Los procesadores Kirin de Huawei podrían sobrevivir a pesar de todo, gracias a TSMC
Por fin una buena noticia para Huawei desde que el pasado domingo comenzase la pesadilla en la que se ha convertido esta semana por culpa del bloqueo ejercido por el Gobierno de Estados Unidos. El pasado miércoles avisamos sobre la decisión de ARM de cesar su colaboración con Huawei, lo cual pondría en grave peligro el futuro de la división de procesadores HiSilicon Kirin que la compañía monta en sus terminales.
Este veto suponía un golpe a Huawei aún más duro que la propia decisión de Google de impedirle el acceso a nuevas versiones de Android y a sus aplicaciones propias --exceptuando aquellas bajo licencia open source--, pues al perder la posibilidad de utilizar la tecnología y arquitectura de ARM, la firma sería prácticamente incapaz de seguir produciendo sus propios chips.
No obstante, según informan ahora desde el medio Nikkei, dado que las plantas de producción de los procesadores Kirin no pertenecen a la división HiSilicon, sino que la fabricación se lleva a cabo por parte de TSMC --Taiwan Semiconductor Manufacturing Co--, es posible que el veto de ARM finalmente no conlleve consecuencias tan devastadoras como se imaginaba en un principio para la división móvil de la compañía.
TSMC podrá seguir produciendo los procesadores Kirin
Según se especifica en el informe, dado que la labor de TSMC no se somete a las reglas de exportación de Estados Unidos, HiSilicon podrá seguir confiando en esta compañía para la fabricación de sus procesadores, y por tanto la producción de las plataformas Kirin no se vería afectada --o al menos no tanto como pensábamos--.
Asimismo, desde el portal chino Sina añaden que, dado que Huawei cuenta con una licencia permanente que le otorga acceso a la arquitectura ARMv8, la compañía podría continuar diseñando y fabricando nuevos chips basados en esta arquitectura. No obstante, se desconocen los términos concretos del contrato, y dado que el informe enviado por ARM a su personal especificaba que se debían “detener todos los contratos activos, derechos de soporte y cualquier compromiso pendiente” con Huawei, es posible que esta licencia quede invalidada.
Sea como fuere, lo que hoy por hoy está confirmado, es que la compañía no podrá acceder a las nuevas arquitecturas, ni tampoco a tecnologías propias de ARM que la gigante de semiconductores con sede en Reino Unido desarrolle en un futuro.
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