Honda lanza un nuevo chasis futurista que puede cambiar la seguridad en los coches
Honda rompe con más de un siglo de rigidez estructural: su nueva plataforma apuesta por la flexibilidad controlada para mejorar adherencia, manejo y confort en sus modelos de 2027
Honda ha presentado una plataforma de chasis que incorpora flexibilidad controlada en la parte delantera, rompiendo con la obsesión de la industria por la rigidez estructural absoluta. El sistema llegará en 2027 a modelos como el Civic, CR-V, Pilot y Odyssey, además de a varios eléctricos en desarrollo, y promete mejorar la adherencia, el manejo y el confort de una forma completamente distinta a lo convencional.
La idea es sencilla pero radical. Según publica New Atlas, en lugar de hacer el chasis más rígido para que las ruedas se mantengan pegadas al suelo, Honda deja que la parte delantera se flexione de forma calculada cuando el coche gira o pasa por baches. Esto empuja la rueda exterior hacia abajo en las curvas, mejorando el agarre sin depender tanto de la suspensión. Hace treinta años esto habría sido imposible: los neumáticos de entonces no aguantaban este tipo de movimientos laterales sin perder estabilidad. Los de ahora sí.
Un chasis que se mueve para que las ruedas no pierdan el suelo

Este chasis irá en modelos que irán desde el Civic al Odyssey
El truco está en aprovechar la flexibilidad del chasis sin salirse de lo que el neumático puede aguantar, reduciendo así el trabajo que tiene que hacer la suspensión. El resultado: más sensación en el volante, baches que se notan menos y una solución al subviraje que aparece en coches con mucho peso delante.
También hace que el balanceo en las curvas se sienta menos dentro del habitáculo, lo que se agradece en SUV y monovolúmenes. Es un enfoque centrado en mejorar la experiencia de conducción mediante soluciones mecánicas, justo cuando fabricantes como Mercedes están dando marcha atrás en pantallas táctiles y recuperando botones físicos por razones similares de usabilidad real.
Esta plataforma llegará en 2027 a los Odyssey, Civic, Pilot y CR-V, además de a varios eléctricos que Honda tiene en el horno. La estructura comparte un 60% de las piezas entre diferentes modelos, lo que permite usar menos aluminio y otros materiales caros sin renunciar a reducir peso.
Honda también ha metido aquí su estructura de seguridad ACE, con pruebas hechas en Ohio y Japón que demuestran que supera los estándares actuales de la marca en impactos. La solución contrasta con otros enfoques más espectaculares como el sistema de suspensión neumática de BYD capaz de hacer saltar literalmente el coche, aunque ambos buscan mejorar el comportamiento dinámico por caminos diferentes.
El chasis flexible llegará acompañado del Agile Handling Assist, el sistema de control de cabeceo que Honda estrenó en el Prelude y el Accord, y un nuevo Motion Management System para la estabilidad. La combinación permite ajustar mejor cómo responde el coche en curvas cerradas o cuando el asfalto no agarra igual por todas partes.
Honda dice también que reducirá peso y optimizará el uso de materiales, algo clave para sus futuros eléctricos en un momento donde marcas como Sony apuestan por llenar sus prototipos de decenas de cámaras y sistemas de IA.
El chasis flexible de Honda es una apuesta técnica diferente: busca repensar cómo se ha construido un chasis durante más de cien años para conseguir mejor adherencia y manejo sin añadir rigidez. Si funciona como promete, llegará a millones de coches Honda a partir de 2027.