Las Google Glass acercan el sexo a su visión más futurista
Google está poniendo mucho empeño en el desarrollo de las Google Glass. Su pequeño juguete que por otro lado está levantando no pocas suspicacias y polémicas entre un gran número de usuarios, dudas y recelos originados en la falta de privacidad que su uso podría causar, violando así numerosas leyes y sobre todo derechos básicos del individuo.
Por otro lado no es menos cierto que más que un futuro, son una realidad casi palpable y ya en 2014 estamos cada vez más cerca de su llegada al gran público. Esta será su prueba de fuego, las ventas, pero sobre todo estas crecerán en base las posibilidades que ofrezca y ya sabemos que una de las formas en que una tecnología triunfe es en parte a que se asocie, al menos en parte con la palabra sexo... y me explico.
El VHS triunfó sobre el vídeo Beta porque la industria americana del sexo se volcó en su uso, de la misma forma que ocurrió con el DVD, otro soporte de masas. Ahora las Google Glass, en otra funcionalidad, para nada igual, pero si con la misma base, podrían acercar las relaciones sexuales a una versión digamos, 2.0.
Y es que gracias a ellas, escenas como las que podíamos ver en la ya lejana Días Extraños, con Ralph Fiennes y Juliette Lewis, en las que ambos tienen sexo de forma virtual, resultan incluso anticuadas.
No hablamos en este caso del uso de las Google Glass de forma conjunta con alguna aplicación, sino de algo más básico, mucho más elemental. Dos personas podrían usar sus Google Glass para poder ver mediante las gafas del otro lo que esa persona está viendo, que no experimentando, ojo. Sería algo así como verse uno mismo en un espejo, pero de una forma mucho más cercana.
Pero aquí no acaba la cosa, y es que como dicen los amigos de Xatakandroid, si se sincronizan las Google Glass con un smartphone, podría usarse este bien como una tercera fuente de imagen o para controlar los distintos ángulos de visión. Y si tenemos en cuenta que el vídeo resultante se podría subir a la nube... mejor que cada uno, interesado o no, deje volar la imaginación.
Lo cierto es que las Google Glass, en el momento que salgan a la venta, serán un gran éxito en la medida en que su precio se vaya democratizando, y es que aunque hablemos de falta de privacidad, de delicado equilibrio con aspectos como la intimidad personal, el derecho a la propia imagen, o la privacidad de las comunicaciones, muchos seremos los que haremos uso en algún momento de una de estas gafas.
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