Microsoft cierra la compra de Nokia en abril pero, ¿y los terminales Nokia con Android?
Ha sido una de las sorpresas agradables del año. Hablamos del lanzamiento de los terminales de Nokia equipados con Android, bueno, exactamente un fork del mismo muy al estilo Amazon y sus Kindle.
Pero claro, no debemos olvidar que Microsoft tiene pendiente el cierre de la compra de Nokia, algo que se dio a conocer en 2013 y que a más de uno nos dejó boquiabiertos.
Al parecer los de Redmond ya han fijado cuando darán carpetazo a la operación mediante la compra de Nokia. Será el próximo mes de abril en un proceso sobre el cual ya se han pronunciado desde la empresa americana:
Estamos cerca de las fases finales de la aprobación nuestro proceso global regulatorio. Hasta la fecha hemos recibido el visto bueno de las autoridades que regulan quince mercados en cinco continentes. Ahora mismo estamos esperando la aprobación de los últimos mercados.
No vamos a hablar de temas de cifras, ya sean impuestos, tasas u otros temas fiscales. Aquí nos interesa que puede ser de los nuevos terminales creados por Nokia y que Microsoft puede ver como una china en el zapato.
Como se ha rumoreado en muchos círculos, el futuro de los pequeños Nokia X, Nokia X+ y Nokia XL depende sobremanera de cual sea el objetivo con el que estos fueron creados.
Dos posibles caminos
En el caso de tener como razón de ser el constituir una gama de entrada para que los usuarios con posterioridad se acostumbren a la interfaz de Windows Phone de una forma progresiva, la existencia de estos terminales no debería suponer un problema para Microsoft, sino todo lo contrario, una ventaja dado el poder de penetración de marcas como Nokia y Android en determinados momentos.
Algunos usuarios no comprarían un terminal con Windows Phone, pero sí uno con Android y si este tiene una fuerte personalización con aroma a Windows Phone, el paso posterior sería mucho más fácil.
El problema viene si esta gama supone un posible barco de Nokia en el que escapar, al que agarrarse si la opción de Windows Phone no resulta fructífera. Este último caso es difícil, porque aunque Windows Phone tiene un lago camino por recorrer, Microsoft está inyectando ingentes cantidades de dinero para que el proyecto funcione.
Cual sea el futuro de la nueva apuesta de Nokia es algo que resulta incierto una vez Microsoft termine de ejecutar la compra de la compañía finlandesa. Un Nokia con Android para Microsoft puede suponer el tener al enemigo sentado en el sofá de casa o a un aliado poderoso del cual beneficiarse. El tiempo dirá cual es el camino, por lo que tendremos que permanecer ojo avizor.
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