Volviendo a casa: Las dos semanas que viví con Windows Phone

Volviendo a casa: Las dos semanas que viví con Windows Phone

Llegó el día que tanto temía. Mi Sony Xperia M2, ese del que ya hablé cuando me tocó el turno de contar cosas sobre mi Android y que puedes ver en la imagen de arriba, se estropeó de forma muy poco conveniente un sábado por la mañana hace dos semanas. Fue algo bastante extraño, la verdad. Estaba buscando música para escuchar cuando, sin venir a cuento, el terminal se quedó congelado y se reinició.

En un principio no me preocupé --me habían pasado cosas parecidas con otros dispositivos que había tenido--, así que dejé el terminal en la mesa y me fui a hacer otras cosas. A lo que volví me encontré con la pantalla encendida, sí, pero con el logotipo de Sony en ella y sin moverse de ahí.

Houston, tenemos un problema. Bueno va, no pasa nada, en peores plazas hemos toreado y seguro que soy capaz de arreglarlo...

Esa, textualmente, fue la frase que se me pasó por la cabeza cuando mi Sony Xperia M2 me lanzó el equivalente informático de "tú haz lo que quieras, que yo me cojo unas vacaciones". Mi primera reacción: Nos vamos a buscar al foro de XDA Developers, seguro que ahí encuentro información sobre cómo resolver el problema. Información había a raudales, por supuesto, pero estamos hablando de invalidar la garantía de un terminal de menos de un año.

En todas partes me recomendaban el uso de Flashtool, una potente herramienta para teléfonos de la familia Sony Xperia muy útil para rootear y actualizar o cambiar la ROM. Todo hubiera funcionado de maravilla si no hubiera sido por dos detalles: En primer lugar desbloquear el bootloader y, por tanto, invalidar la garantía. En segundo lugar, en este estado no había forma humana de que Flashtool reconociese mi terminal.

Rendirse ante la evidencia no es tan malo...

Imagen del interior del Google Nexus 5

Había que reconocerlo: No iba a ser capaz de solucionarlo por mí mismo. Ahí hacía falta alguien con más herramientas a su alcance que las que tenía yo, así que tenía que llevarlo a reparar. No tenía ningún terminal antiguo en casa del que pudiera echar mano, de modo que me acerqué a una tienda de mi operadora y pregunté qué podían ofrecerme a coste cero para sustituir mi Android mientras lo arreglaban.

Las opciones que de entrada me ofrecían no eran muy buenas: O bien un terminal con Firefox OS, o bien un Kazam Trooper de la serie 4XX --lo que significaba un dispositivo de gama de entrada en su máxima expresión, tal y como ya comentamos en este mismo blog--. Por último quedaba algo que ya no me sonaba tan mal al oído: Un elegante, sobrio y, sobre todo, pequeño Lumia 435.

Como es obvio por el título del articulo, me fui para casa con el Lumia bajo el brazo. Ya sabía que el mito de que no hay aplicaciones en Windows Phone es totalmente falso, de modo que sólo me faltaba ponerlo a funcionar y prepararme para el viaje. ¿Quieres saber qué tal me fue? Pues sigue leyendo.

Lumia impresiona en la gama baja

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Mentiría si dijese que después de lo expuesto por los compañeros de WinPhone Metro no quedaba en mí nada de escepticisimo, mentiría como un bellaco. Por supuesto que era escéptico. Tenía muchísimas dudas acerca de cómo gestionaría Windows Phone mi vida digital, pero sobre los cobardes no hay nada escrito.

Tras pasar por los requisitos básicos de configuración --lo que implicaba crearse una cuenta de Microsoft, obviamente-- ya pude ponerme a trabajar con el terminal. Hubo varias cosas que me sorprendieron muy positivamente durante mis primeros minutos con el Lumia 435 y que voy a intentar detallar a continuación.

Rendimiento espectacular y gran experiencia de uso

Ese, sin duda, es el primer gran punto a favor de los Lumia de gama baja. Estamos hablando de un sistema operativo muy bien optimizado para el dispositivo que lo ejecuta. Hubiera matado por algo así en mi primer Android. Bien pensado, ¿quién de nosotros no lo hubiera hecho? A no ser, claro está, que la mayoría de los usuarios de Android empezaran directamente por la gama alta --cosa que me parece poco probable--, en cuyo caso la historia es muy diferente.

El caso es que después de tener ya mis aplicaciones predilectas instaladas --no tuve ningún problema para encontrarlas todas o al menos sustitutos aceptables, a excepción, claro está, de las que dependen de Google--, y de tenerlo ya con unas cuantas horas de vuelo encima, no experimenté ralentizaciones ni cuelgues. Si hace unos años alguien me hubiera dicho que esto era posible en la gama baja me habría reído. Ni el Motorola Moto E funciona tan bien.

Además, la experiencia con el teclado de Windows Phone al escribir en el terminal es de las mejores que he visto en un dispositivo móvil. Por supuesto, pude importar sin problemas todos mis contactos de Google.

windows phone

Una gran gestión de la batería

Tal y como ya comentaron nuestros compañeros de WinPhone Metro en su análisis del Lumia 435, este terminal cuenta con una batería de 1.560 mAh. Teniendo en cuenta su reducido tamaño y que consume lo mismo que una radio a pilas, lo que obtiene el usuario es una gestión de la energía brutal.

En muchos casos llegaba al final del día con más de la mitad de la carga, y aún me quedaba energía suficiente como para no cargarlo hasta la mañana siguiente. Nunca me había pasado algo así con un gama baja.

Sin embargo, me quedo con Android

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Sí, a pesar de todo lo expuesto me quedo con Android de calle. Windows Phone, a pesar de tener muchísimo potencial y de haberme demostrado que puede competir con los grandes perfectamente --siempre y cuando estos se lo permitan--, todavía tiene mucho camino por recorrer. De acuerdo, tiene mucho menos que hacer que, digamos, los terminales con Ubuntu Touch, pero aún así: Su nivel actual no es ni mucho menos suficiente para competir con Android e iOS de tú a tú.

Y no, no me estoy basando en datos estadísticos, sino en impresiones que he tenido como usuario de la plataforma durante dos semanas que, a la postre, han acabado por hacérseme algo largas. Al Lumia 435 hay que reconocerle sus méritos, pero no está exento de fallos. Ha habido cosas en las que creo que Android es superior y también voy a intentar explicarlas.

¿Personalización? ¿Eso qué es?

android

Puede parecer una estupidez y seguramente habrá quien estará de acuerdo, pero poder darle a un terminal móvil un toque de tu personalidad es más importante de lo que parece. Las posibilidades de hacer que, de cierta y retorcida manera, Mi Sony Xperia M2 sea mío y se diferencie del resto de Sony Xperia M2 del mercado hace que valore esa característica.

Sí, puedo cambiar el fondo de los live tiles de Windows Phone y puedo cambiar su color, pero no puedo cambiar el diseño del launcher ni el de los iconos. No puedo hacer que sea mío y se diferencie de los Lumia 435 del resto de los mortales. En definitiva, no siento que mi terminal es único.

El dichoso asunto del ecosistema de aplicaciones

Esto, creo yo, es bastante impepinable. El ecosistema de apps de Windows Phone es bastante limitado. No es que vayas a tener problemas encontrando sustitutos aceptables de tus aplicaciones de siempre o equivalencias en el caso de las oficiales, sino que se echan en falta apps con funcionalidades mejoradas. Por poner un ejemplo tonto, disponer de un Fenix For Twitter en Windows Phone me hubiera encantado.

Hubiera sido genial poder contar con un reproductor de audio orientado a los audiófilos como es el caso de Poweramp, y la experiencia de uso de algunas apps oficiales resulta un poco confusa en Windows Phone. Supongo que esto último se debe a que estoy muy acostumbrado a Android, pero quizá valdría la pena revisar un poco la usabilidad para eliminar esa sensación en foráneos.

En cualquier caso, que el ecosistema de aplicaciones de Windows Phone crezca es algo muy necesario. En Android puedo elegir qué software quiero tener en mi terminal de un abanico muy amplio, mientras que en Windows Phone mis opciones están más limitadas de lo que me gustaría. Además en Android, precisamente por tratarse de un sistema abierto, hay muchísimas personas contribuyendo en su crecimiento y desarrollo, ya sea desde los fabricantes o desde la Comunidad, lo que aumenta aún más el abanico de apps.

Conclusiones finales

brillo android para el internet de las cosas

Mi reencuentro con Android ha sido feliz y casi diría que muy deseado. La experiencia con Windows Phone me ha demostrado, por un lado, que se trata de una plataforma muy sólida que mejoraría mucho si se la tratase con un poco más de cariño; y por otro lado que no dependo de las Google Apps tanto como pensaba.

En la gama baja Windows Phone es impresionante. Eso no pienso volver a ponerlo en duda. En Microsoft han hecho un gran trabajo para atraer a los usuarios de las gamas bajas y de entrada y seducirlos con un producto que funciona muy, pero que muy bien. Es, además, un sistema muy fácil de utilizar que sobre todo agradecerán las personas mayores por el gran tamaño de los iconos en la pantalla principal.

Sin embargo, en las gamas media y alta es donde Android brilla con luz propia. Podemos empezar hablando del inmenso abanico de aplicaciones, podemos seguir por todas y cada una de las muchísimas opciones de personalizacion y terminar por las cosas que es capaz de hacer Android con los juegos, y quizá con Android disponemos de terminales a los que se puede exprimir más el jugo cuando se llega a las gamas antes mencionadas.

Tener un Windows Phone durante dos semanas me ha parecido una experiencia muy positiva, y me ha dado otra perspectiva sobre Android que de otra forma no hubiera tenido. Sin embargo, de momento y a pesar de contar con third parties importantes como WhatsApp, para mí Windows Phone es más un sujeto de pruebas que un sistema operativo móvil completo que pueda llegar a valorar como para comprarme un terminal de gama alta de la plataforma.

Todo parece indicar que voy a seguir usando Android durante mucho tiempo.

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