Los Google Pixel son capaces de aguantar un chapuzón, aunque sólo tengan resistencia IP53
A pesar de que fueron muchísimos los que criticaban los nuevos teléfonos de Google tras aprender su precio --y no sin razón--, parece que la pareja Pixel ha roto todas las expectativas. Ambos terminales gozan en su interior de lo último en hardware, sin embargo, no es ésto lo que los hace especiales. Y es que lo importante es lo de dentro, dicho que vemos confirmado con estos smartphones.
La parte en la que más énfasis ha hecho la compañía norteamericana es el apartado software, del cual presumen cada vez que se les da la oportunidad. Y no es para menos, ya que tanto el Google Pixel como su hermano de mayor tamaño gozan en su interior de una versión de un sistema operativo totalmente perfeccionado. Sin embargo, lo que nos lleva a escribir hoy sobre los Google Pixel es su recientemente descubierta resistencia al agua.
Los Google Pixel no sufren si se meten en el agua
Antes de ser presentados, se produjo una filtración en la pudimos ver de antemano que los teléfonos de Google contarían con resistencia IP53, lo cual es casi estándar hoy en día en aparatos electrónicos. Pero, ¿qué quiere decir, exactamente, este tipo de grado protección? ¿Significa que podré sumergir mi terminal sin peligro a que se convierta en un caro pisapapeles? Teóricamente, no.
Si revisamos la escala IP, nos daremos cuenta de que el grado 53 es, de hecho, bastante bajo. El primer dígito, el cinco, se refiere a la resistencia contra el polvo dentro del dispositivo. En la escala, esencialmente significa que la posibilidad de que entra polvo dentro del terminal existe, pero que el mismo no debería entrar en una cantidad tal que interfiera con el correcto funcionamiento del equipamiento, tal y como podemos leer en Wikipedia
Por otra parte, el segundo número en el grado de protección significa que en el smartphone no debe entrar el agua nebulizada cuando se la deja caer, durante 10 minutos. Tal y como podemos ver en el vídeo, el Google Pixel se deja caer en un pequeño charco y después se moja con agua en spray, a lo cual el dispositivo parece sobrevivir. Más tarde, se sumerge durante 30 minutos y parece no haber sufrido ningún daño.
Indudablemente, ésto no significa que podamos llevarnos este teléfono a la playa o a la piscina y bañarnos con él, sino que aguanta razonablemente un poco de agua durante un tiempo. A pesar de todo, esta resistencia se agradece enormemente, y más en situaciones escabrosas en las cuales tenemos un accidente y el teléfono acaba empapado.
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