¿Será suficiente la nostalgia para que Nokia vuelva a ser una grande?

¿Será suficiente la nostalgia para que Nokia vuelva a ser una grande?

Nokia, compañía fundada en 1865, y líder en el terreno de la telefonía móvil entre los años 1998 y 2011, regresa el próximo año 2017 a este mismo sector que un día se vio obligada a abandonar debido a su falta de adaptación en cuanto a progreso e innovación, pero sobre todo, debido al aplastante éxito de su competencia más directa.

Pero ahora la firma con sede en Finlandia pretende volver a este sector que un día dejó aparcado a un lado tras un corto y frustrado camino junto a Microsoft, y lo hace de una forma casi inmejorable: de la mano del sistema operativo móvil más utilizado alrededor de todo el planeta, que se dice pronto.

Y, además de tener a Android y Google como aliados estratégicos, Nokia cuenta con un aliado invisible, que a día de hoy se encuentra patente dentro de la mayoría de nosotros, y que sale a la superficie en las diferentes redes siempre que una noticia sobre Nokia aparece. Por supuesto, hablamos de la nostalgia.

Nostalgia que muchos de nosotros sentimos hacia una firma que en su día marcaba historia, y que muy probablemente fue la culpable del fanatismo que a día de hoy manifestamos hacia estos —cada vez menos— pequeños dispositivos que ahora llamamos smartphones.

Nokia, Android y nostalgia... ¿es suficiente?

Filtrados dos nuevos smartphones Nokia, uno con Android KitKat y otro con Jelly Bean

Pero, en mi opinión, Nokia no puede apoyarse solo en esta nostalgia para intentar conseguir el éxito que un día pudo celebrar, y es que la competencia, hoy más que nunca, aprieta con todas sus fuerzas, y deja muy pocos huecos en un mercado cada vez más saturado, y repleto de dispositivos de todos los tipos, tamaños y características.

Es por ello que, si Nokia pretende volver a reinar en el terreno de la telefonía móvil —¿qué marca no lo pretende?—, debe volver atrás y remontarse a sus orígenes para hacer que sus dispositivos lleven por bandera las bondades de las que un día nos enamoramos al tener en nuestras manos dispositivos como los de la serie N, el popular 3310, que recordarán con cariño tanto los más veteranos como los más noveles de por aquí, o el 5800 XpressMusic, que para muchos fue el debut en el mundo de los móviles táctiles.

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Y es que, aunque es evidente que Nokia no puede hacer uso de la sencillez que definía a estos dispositivos debido a las avanzadas tecnologías que existen a día de hoy, sí que es posible poner todo su empeño en lanzar dispositivos innovadores como aquel Nokia N-Gage, robustos como el propio 3310, y duraderos como el 1100, que cuenta con el título de dispositivo electrónico más vendido en la historia de la humanidad, y no es por otro motivo que por la fiabilidad y durabilidad que define a este gadget.

Y son estas tres sencillas características, innovación, robustez y durabilidad; las que Nokia debe llevar a sus nuevos terminales Android que llegarán en la primera mitad de 2017, para poder encender de verdad la llama de la nostalgia y hacer que los dispositivos tengan algo más de Nokia, aparte de un simple logo en su carcasa trasera.

Por tanto, aunque puede parecer difícil —y lo es— que Nokia consiga llegar a ser la que un día fue, lo cierto es que la firma cuenta con una oportunidad difícil de mejorar, y está solo en sus manos el lograr, o no, volver a codearse con los más grandes dentro del territorio de la telefonía, y poder afirmar algún día con satisfacción, que la nostalgia que comenzaron a sembrar en el año 1984 con el lanzamiento de su primer teléfono, sirvió un día para hacer triunfar una compañía que parecía desaparecida.

Nokia tiene una oportunidad única para volver a ser la reina de la telefonía, ¿crees que lo conseguirá?

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