Galaxy S8 y S8+, 3 cosas que debes saber antes de comprar
Samsung lo ha vuelto a hacer. Un año más, sus terminales estrella se sitúan como uno de los mejores del mercado dentro y fuera del panorama Android. Cámara, rendimiento, pantalla y, especialmente, el diseño son los puntos más fuertes del nuevo buque insignia coreano.
Sin embargo, y aunque nos gustaría, no todo es perfecto en este terminal. Hay algunas cosas que debes saber y que solo descubrirías con el paso de los días, una vez ya hayas desembolsado todo tu dinero en uno de ellos. ¿De qué hablamos exactamente?
Diseño y fragilidad
En primer lugar, una de las primeras pegas que le vamos a poner a esta nueva familia de terminales es la fragilidad. Sus marcos de infarto conllevan un gran peligro: cualquier caída puede suponer un golpe fatídico que te haga tener que llevarlo a reparar, con suerte, tener algún desconchón o abolladura.
Nuestra recomendación personal es que lo acompañes de una funda que te guste. Sabemos que tapar el diseño de un terminal como el S8 debería estar casi prohibido por ley, pero cuando se trata de tu dinero... Desde Andro4all ya te hemos preparado un par de recopilatorios con las mejores fundas de internet y algún otro complemento, para que puedas elegir a tu gusto.
La pantalla curva y su formato
El segundo de los problemas tiene que ver con su pantalla. A nivel de especificaciones y rendimiento es espectacular, pero el problema no es ese. Sus bordes curvados, en algunas ocasiones, reflejan la luz y pueden deslumbrarnos, cosa que es poco agradable cuanto menos. Además de estos destellos pueden ocultar información y obligarnos a girar cubrir el terminal con la otra mano, etc.
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Por otro lado, y al igual que le pasa al LG G6, su formato especial hace que no sea totalmente cómodo visualizar vídeos en él. Por su formato, en condiciones normales veremos dos franjas negras a ambos lados de la pantalla, pero si lo adaptamos perderemos algo de información. ¿Qué prefieres tú?
El lector de huellas y su posición
Qué os vamos a contar que no se ha dicho ya de este sensor. Su posición no es la más cómoda a la mano, lo que muchas veces nos obliga a coger el terminal de otra forma o readaptar nuestra mano. Además, al estar situado al lado de la cámara, muchas veces podemos confundirnos fácilmente y manchar el sensor fotográfico.
No creemos que alguno de estos motivos -ni todos juntos- sean un argumento de peso para no comprar un Samsung Galaxy S8 o S8+. Sin embargo, son esas cosas que solo percibes cuando llevas un tiempo con el terminal y empañan un poco la gran sensación de estrenar un teléfono como este.
¿Qué te parecen estos argumentos? ¿Encuentras algún otro elemento que empañe la compra de un terminal así?
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