Qué supone para la plataforma Android la compra de HTC por parte de Google

Qué supone para la plataforma Android la compra de HTC por parte de Google

Y por fin, se consumó: Google ha comprado una parte del negocio de smartphones de HTC. Muchos rumores lo habían anticipado, algunos incluso indicando que sería más que inminente. Ríos de tinta corriendo entre análisis de lo que sería la compra del año para el gigante del buscador. Y finalmente, Rick Osterloh, vicepresidente senior de la sección de hardware de Google, anunciando lo que era ya un secreto a voces.

Pues sí, Google ha comprado HTC para convertirse en un fabricante de dispositivos propiamente dicho y potenciar la marca "made by Google", pero Google ha comprado HTC con algunos matices que conviene repasar, pues las repercusiones que esta compra puede tener para la plataforma Android son enormes.

La firma de Mountain View ha comprado sólo una parte de HTC, no a la marca HTC ni a su infraestructura, que seguirá fabricando smartphones como hasta ahora. De hecho, por lo que Google ha pagado 1.100 millones de dólares es por ingresar en sus filas al departamento de I+D de HTC, un equipo que ya había trabajado con Google desde los albores de Android, con los HTC Dream y Magic, más tarde con el exitoso Nexus One y recientemente con el Google Pixel.

made by Google

Así pues, básicamente, Google se queda con poco más de 2.000 empleados de HTC que ya conocen bien la estructura de la empresa californiana, y que se integrarán directamente a la división de hardware bajo el mando del propio Rick Osterloh. Así mismo, el acuerdo incluye la licencia no exclusiva de toda la propiedad intelectual de HTC, y esto quiere decir que HTC deberá ceder a Google toda la tecnología desarrollada para sus smartphones sin que Google pague royalties por ello.

Este es quizás el punto más importante del acuerdo, pues en su día Google había adquirido ya Motorola Mobility quizás sobrevalorando su catálogo de patentes, y vendiendo más tarde el negocio a Lenovo -sin la propiedad intelectual, claro- una vez que Motorola había ya renacido de sus cenizas bajo el paraguas de Android.

Google

No he entendido nada, ¿cómo quedan entonces Google y Android?

Resumamos, que no es fácil de entender. Hace un par de años que Google adquiere Motorola Mobility en lo que se entendió como un movimiento destinado a convertirse 'de facto' en un fabricante de dispositivos, aunque más tarde desde Mountain View reconocen que Google sólo estaba interesado en reforzar el porfolio de patentes de Android y venden el negocio de Motorola a la china Lenovo.

Sin embargo, en una estrategia fraguada desde la llegada de Rick Osterloh a la compañía como jefe de la división de hardware, ya se observan en Google algunos movimientos que apuntan a la unificación y homogeneización de todas las gamas de dispositivos fabricados con un sello "made by Google" que acaba de nacer: se abandonan los Nexus en favor de una nueva nomenclatura, Pixel, que ya se había usado para tabletas y convertibles, se abandonan o aparcan proyectos más complejos como Google Glass o Project Ara, se lanzan más dispositivos centrados en tecnologías emergentes como Google Home o Daydream View, etc.

Y hoy la culminación, el departamento "powered by HTC" que desarrollaba dispositivos para la firma taiwanesa se une a Google junto con toda su propiedad intelectual, y lo hace para reforzar la división de hardware y permitir a Google convertirse en un fabricante de smartphones, algo así como la Apple de la plataforma Android. Pero no sólo eso, pues el sello "made by Google" dará vida a otros tipos de dispositivos, con su primera puesta de largo ya programada el próximo día 4 de octubre.

HTC U

Pero... ¿y HTC?

Pues HTC se lleva un balón de oxígeno en forma de liquidez a cambio de ceder su propiedad intelectual y su equipo de innovación, pero mantiene su licencia y su infraestructura intacta para continuar desarrollando dispositivos.

De hecho, ya se ha confirmado que un HTC de gama alta está en camino, y la rumorología ya nos ha conducido hacia el HTC U11 Plus que se presentará en noviembre, según algunas fuentes, con frontal "todo pantalla".

El fabricante taiwanés, otrora líder de un mercado al que ahora no consigue cogerle el pulso, parece que intentará centrarse en negocios más rentables, algunos hablan de la realidad virtual y la realidad aumentada, aunque continuará lanzando smartphones y esperamos que lo haga con un mayor nivel de acierto.

GooglePlex

He leído antes que Google quiere ser la Apple de Android...

No es una idea descabellada, en Android la competencia es feroz dada la cantidad de actores que hay en la plataforma, y el ritmo de actualizaciones por parte de los principales fabricantes es tan elevado que casi llegan antes nuevas generaciones de dispositivos que las actualizaciones de los anteriores modelos a las últimas versiones del sistema operativo.

La fragmentación no sólo es una realidad, es un gran problema para Google, que ve cómo se lanzan nuevas versiones de Android que en los mejores casos tardan meses en llegar a los usuarios, o directamente no llegan... Controlar el hardware y el software como lo hace Apple es probablemente la única solución, aunque eso implique perjudicar -o espolear, ¡quién sabe!- a los partners.

Además, en un escenario de competencia directa entre Android/iOS o Google/Apple, el gigante de Mountain View partiría en desventaja. ¿Que por qué? Pues es sencillo, Apple gana dinero tanto con el hardware como con los servicios asociados al hardware, mientras que Google sólo monetiza sus servicios dejando los beneficios del hardware para los fabricantes que operan en su plataforma pero... ¿por qué no llevarse entonces una parte también del pastel del hardware?

No es tan raro pues que Google quiera fabricar y vender de forma directa sus propios dispositivos, pues eso no sólo le otorgaría el control del diseño, distribución y soporte post-venta de los terminales, sino también los beneficios directos de su venta. Eso sí, para ello necesitaría una infraestructura que hasta la fecha le han proporcionado sus socios tecnológicos, como la propia HTC, Huawei o LG en los últimos tiempos, y ya se rumorea que Google podría estar desarrollando sus propios procesadores.

Además, que hardware y software estén en perfecta armonía bajo la supervisión del equipo de Google permitiría optimizar al máximo las posibilidades de Android, mostrar al mundo lo que se puede hacer en la plataforma Android, una demostración de fuerza que hoy por hoy prácticamente sólo Samsung puede permitirse con feroces críticas por el gasto de recursos de hardware innecesario de sus terminales.

No es lo único, pues el mercado apunta a la convergencia y es fácil de imaginar una gama Pixel con ordenadores convertibles, smartphones, gafas de realidad virtual, altavoces inteligentes para el hogar, etc. todos ellos convergentes bajo una misma plataforma que permita mantener la experiencia al pasar de uno a otro dispositivo. Un futuro brillante, sin duda, del que queremos ser partícipes.

Siempre tiene que haber un damnificado: los 'partners'

Como en toda historia que se precie siempre tiene que haber un perdedor, y en este caso lo tenemos muy claro. Eso sí, no hay un sólo perdedor sino una gama multicolor de ellos, pues todos los fabricantes que operan actualmente en la plataforma Android estarán ahora velando armas ante un escenario incierto.

¿Cómo les afectará la llegada de Google como fabricante a su propia plataforma? Pues es difícil de decir ahora, de hecho es la misma pregunta que nos hacíamos todos el día que Google anunciaba la compra de Motorola Mobility, aunque al final para el ecosistema Android los cambios fuesen inapreciables.

Esta vez parece que el gigante de Mountain View sí apuesta por competir directamente en el mercado, y lo hace además con las cartas ganadoras, controlando diseño, hardware, software, servicios y actualizaciones de sus teléfonos, frente a los demás fabricantes que hasta la fecha se afanaban más en lanzar nuevas generaciones de terminales que en dar soporte a los ya disponibles.

Comparativa Smartphones

Samsung, Sony, Huawei, LG, Xiaomi, HTC, ZTE, Oppo, Lenovo, Wiko... la lista de fabricantes que pueden sentirse perjudicados es interminable, y no todos tienen el potencial de una Samsung que ya ha coqueteado con su propio sistema operativo Tizen.

Lo que está claro es que a Google le queda mucho camino por mejorar como fabricante, y para muestra un botón, porque en nuestros mercados prácticamente no podemos adquirir ninguno de sus dispositivos importantes, incluidos unos smartphones Google Pixel que no hemos visto oficialmente.

Quizás eso pueda tranquilizar a la mayoría de actores principales en la plataforma Android, pues nadie conoce los planes de una Google que siempre ha mantenido movimientos erráticos con su hardware.

Veremos, aunque los próximos meses se presentan muy interesantes... ¿Próxima parada? El 4 de octubre, a las seis de la tarde en España, once de la mañana en Ciudad de México. ¡Aquí estaremos para contároslo!

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