Fabricar un móvil de gama alta cuesta hasta tres veces menos que su precio de venta al público
Según un estudio de la consultora especializada en tecnología TechInsights para la Agencia EFE, y del que hoy se hacen eco varios medios españoles como El País, móviles de gama alta como el iPhone XR o el Huawei P30 Pro se venden por un precio que llega a triplicar el coste de fabricación. Dicho estudio, fija precios medios de venta para estos terminales de alrededor de 900 dólares, mientras que cuantifica su producción en 349 dólares para el Huawei P30 Pro y 346 dólares para el iPhone XR. Es decir, casi hasta tres veces menos.
Por supuesto este coste de fabricación facilitado por TechInsights no representa para nada el coste total del producto, ya que la consultora lo ha calculado únicamente a partir del coste de todos los componentes que forman el terminal. A ello, hay que sumarle todo un carrusel de gastos más difícilmente cuantificables como la logística (gastos de transporte y distribución), el márketing, la inversión en I+D o la mano de obra entre muchos otros. Por todo ello, el margen de beneficios no es tan amplio como uno puede pensar.
¿Cuánto gana una marca por cada móvil vendido?
A pesar de que la ecuación es harto complicada, hace un par de años, se calculaba que Apple obtenía un margen de beneficios de hasta un 40% por un iPhone 7, mientras que Samsung, por ejemplo, se mantenía en algo más del 30%. Así lo indicaba la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual en uno de sus informes, estimando que al menos el 20% del precio de venta correspondía a la fabricación del dispositivo.
Cruzando estas cifras con los datos de TechInsights, y a falta de que alguna marca se decida a desvelar tan misteriosas cifras, vemos como la gran mayoría de analistas y consultoras optan por fijar costes de fabricación situados entre el 20% y el 40% del precio final de venta del terminal. Por otro lado, las estimaciones de beneficios oscilan desde esos "generosos márgenes" del 40% hasta cifras más moderadas de apenas unas decenas de dólares en aquellos Android de gama baja.
De entre todos los componentes que forman los dispositivos, todos los estudios de mercado parecen estar de acuerdo en que el procesador y las cámaras son las piezas más caras, con costes de unos 50 dólares para el chipset y de entre 40 y 75 dólares las cámaras, según su cantidad y calidad. A ello, le siguen las pantallas con un coste que oscila entre los 20 y los 30 dólares, seguido de batería y carcasa, por unos 15 dólares cada una de ellas. Por su parte, los sensores se pueden conseguir por un par de dólares.
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Finalmente, se calcula que el ensamblaje y testing de cada terminal cuesta menos de 20 dólares, independientemente de la marca.
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