La historia del Mobile World Congress, cómo empezó, y por qué es tan importante
Smartphones, tablets, wearables, personalidades y prensa yendo de una presentación a otra... Así se podría definir el Mobile World Congress, un evento tecnológico que por su grandeza e importancia ha hecho que todas las principales marcas se den cita para presentar sus mejores productos del año. Por distintos motivos, no siempre se cumple esa regla, pero sigue siendo evidente el impacto económico que genera este evento.
Todos los amantes de la tecnología saben que el Mobile World Congress, que se celebra en Barcelona, es el evento más importante dentro de la tecnología y al que todo el mundo querría pasar al menos un día. Pero poca gente se habrá hecho la pregunta, ¿cuál es la historia de este evento? ¿Por qué es la feria más reconocida en el mundo? ¿Por qué se celebra en Barcelona y no en otro sitio? Pues hoy en Andro4all vamos a dar respuesta a todos aquellos curiosos que desean conocer estos datos.
La realidad es que la historia del Mobile World Congress no es muy profunda, ya que solo nos tenemos que remontar hasta 1987 para conocer la primera celebración del evento, bajo el nombre de GSM World Congress.
A partir de ese año ha funcionado de forma ininterrumpida año tras año, y poco ha cambiado el nombre en la actualidad con respecto a 1987. En el año 2008 pasó a llamarse 3GSM Congress para darle importancia a la recién nacida red 3G, toda una tendencia en en ese momento. Ya en la actualidad, su nombre completo es GSM Mobile World Congress, dado que GSM es la empresa encargada de organizar esta feria tecnológica.
Hasta el año 2006 se celebró en la ciudad de Cannes, pasando por Niza, Berlín o Lisboa, y se declaró insuficiente para poder albergar el evento un año más, y a partir de ahí, GSM tuvo que buscar una nueva sede, llegando a un acuerdo con la ciudad de Barcelona para que se pudiese celebrar en L´Hospitalet de Llobregat. ¿Las razones? Pues todo indica a que, al igual que Cannes, el objetivo era buscar una ciudad pegada a la costa, con buena temperatura y con una fuerte atracción turística, y qué mejor que en España para encontrar esos puntos fuertes.
Además, puede que la localización geográfica de la Ciudad Condal haya sido también clave para esta decisión, ya que es un punto de encuentro muy adecuado y equitativo para que los países de las principales marcas se den encuentro para presentar sus productos, sobre todo entre los americanos y los países asiáticos.
Pues precisamente en Barcelona se han dado los mejores momentos del sector de la tecnología, estando presente en el lanzamiento del Nokia 8800 y el Motorola RAZR V3x con tecnología 3G en 2007, o la presentación del primer smartphone con sistema Android de la historia, como el Nokia E71 o el HTC Magic, con los que Google iniciaría una ardua y duradera batalla contra Apple y sus iPhones. A partir de ahí hasta la actualidad, muchos ya se saben la historia, marcada por Samsung con su gama Galaxy S o HTC que fueron los grandes artífices de que Android esté ahora mismo donde está.
¿Y qué le proporciona el evento a la ciudad española?
Dejando a un lado el tema de los productos, es importante saber lo que este evento ofrece a la ciudad donde se celebra y viceversa, un incentivo para que esa ciudad quiera seguir llevando a cabo el proyecto año tras año, y sin duda el Mobile World Congress es uno de los mejores escaparates.
Una extensión de 94.000 metros cuadrados para dar cabida a 2.200 expositores, 3.800 periodistas y creando así más de 13.000 puestos de trabajo. Todo ello ha provocado la visita de 90000 espectadores, 381 vuelos privados y casi 29.000 habitaciones de hoteles reservadas, para generar un impacto económico de 460 millones de euros, una bestialidad.
Es por eso que la alcaldía de Barcelona, tras las legislaturas de Xavier Trías y después de Ada Colau, propusieran prolongar el contrato del proyecto hasta 2023, con medidas para evitar que el evento decaiga como por ejemplo líneas de metro directas al recinto de la feria, proporcionar voluntarios sin coste alguno para la organización, mayor perímetro de seguridad, creación de un evento tecnológico para niños, una cena de bienvenida con la presencia del Rey de España, o la renegociación anual que se realizará sobre los impuestos para que el impacto fiscal fuera el menor posible.
Todas estas medidas de complacencia para la empresa organizadora del Mobile World Congress se realizarían siempre y cuando los beneficios se reviertan sobre el municipio y la Comunidad Autónoma, todo con el fin de que el evento del sector industrial más importante del mundo se quede mínimo ocho años más en Barcelona.
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