Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

¿Quién no se ha fijado alguna vez en las puntuaciones de los benchmarks? Todos hemos comparado smartphones alguna vez, y estas puntuaciones pueden darnos una idea general. Sin embargo, y como hemos dicho en más de una ocasión, nunca deben tomarse como referencia. Que un terminal obtenga mejor puntuación en un benchmark no significa que sea mejor que otro, ni mucho menos.

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Por desgracia, estas aplicaciones no son el único método erróneo que utilizamos para comparar dos smartphones. En Youtube podemos encontrar multitud de vídeos con el término "speed test" en su título. ¿A qué me refiero? Es la degradación máxima de una comparativa, en la que se abren y cierran distintas aplicaciones simultáneamente para comprobar qué dispositivo lo hace más rápido. No podemos fiarnos de estos tests, y aquí tienes los motivos. Gary Explains nos habla de ellos en su vídeo.

¿Sabemos lo que estamos midiendo?

Sería lo primero que tendríamos que saber, pero probablemente la mayoría de usuarios que suban este tipo de vídeos a Youtube no lo tengan del todo claro. ¿De qué depende que una aplicación se abra más rápido en un smartphone que en otro? ¿Es el procesador? ¿La GPU? ¿La RAM? Nada de eso.

Debemos tener en cuenta que a la hora de abrir una aplicación entran en juego muchos factores, y no son los que podríamos imaginar. En el vídeo podemos ver cómo un Huawei Mate 8, smartphone de 2015, ejecuta un juego algo más rápido que un Samsung Galaxy Note 8, de 2017. Como comprenderás, el terminal de Huawei no es más potente, pero aquí es donde entran las variables que mencionaba.

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Cuando abrimos una app, nuestro dispositivo está accediendo a la memoria donde está guardada la información y ejecutándola. La velocidad de este proceso depende de los fabricantes, y no de los componentes que monte nuestro terminal. No estamos comparando procesadores, ni siquiera memoria RAM. Además, también tienen su parte otras variables como la conexión a internet, ya que si ejecutamos una aplicación como Twitter o cualquier otra red social, es necesaria la descarga de datos.

Si abres un juego, al menos una partida ¿no?

Cuando en uno de estos tests abren y cierran aplicaciones, nos encontramos ante algunas muy distintas. Por un lado redes sociales, por otro aplicaciones propias como la galería, juegos muy pesados y exigentes... etc. Sin embargo, y a pesar de las muchas diferencias que existen entre todas ellas, la prueba es la misma. Con ejecutar la aplicación es suficiente.

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Como comprenderás, no tiene ningún sentido abrir un juego como Asphalt 8 y luego no echar una partida. De hecho, jugando con los dos dispositivos a la vez si que podríamos llevar a cabo una comparación válida, atendiendo a como rinde cada uno de los terminales ante un juego exigente.

Si comparamos la RAM, hay que hacerlo bien

Tras unos minutos en los que se ha entrado y salido de cerca de una decena de aplicaciones, estos tests dan una vuelta de tuerca. Ha llegado el momento de abrir la multitarea y comprobar cómo gestionan la memoria RAM nuestros combatientes. Este punto tendría algo de sentido, si no tuvieran en cuenta el tiempo.

La memoria RAM es la encargada de mantener activas todas esas aplicaciones que no hemos cerrado, por lo tanto, cuantos más GB tenga, más información podrá guardar. Es una memoria de acceso rápido, que nos permite acceder al instante a la información. Sin embargo, no trabaja de la misma manera en dos terminales diferentes.

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Aunque hayamos ejecutado las mismas aplicaciones, cuando superemos el límite de espacio disponible, los dispositivos deberán desechar parte de esa información. No sabemos de que aplicaciones se deshará cada uno, por lo que comparar los tiempos no nos llevará a ninguna conclusión válida.

Comparar un iPhone con un Android no tiene ningún sentido

Esto ya es el colmo. ¿Cómo podemos comparar la velocidad con la que abre una aplicación un Google Pixel 2 XL y un iPhone X? Puede que tenga algo de sentido si queremos ver las diferentes animaciones y la fluidez general de ambos sistemas operativos, pero no podemos ir más allá.

Estos son los motivos por los que deberías desconfiar de los speed tests

Aunque hablemos de la misma aplicación, estamos tratando con iOS y Android, dos ecosistemas totalmente diferentes. Las apps están optimizadas para cada uno de los sistemas operativos y trabajarán de forma muy distinta, no son comparables en absoluto. Obtendríamos la misma veracidad abriendo simultáneamente la calculadora y Youtube en dos dispositivos Android.

Conclusiones

Has podido comprobarlo, los speed tests no te llevarán a ningún lado. La velocidad con la que un smartphone cambie entre sus diferentes aplicaciones depende de multitud de variables que no podemos controlar, es la consecuencia de factores que no tenemos en cuenta. No estamos comparando la GPU, ni la CPU ni el procesador, ninguna de las conclusiones a las que lleguemos será válida.

Por otro lado, estas pruebas no reflejan ni por asomo el uso diario de un dispositivo. Cuando ejecutamos una app en nuestro día a día, pasamos unos minutos en ella, la utilizamos, consumiendo memoria y otros recursos. Es un punto que tampoco se tiene en cuenta en un test así.

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