La mentira de Android Oreo a finales de año, ¿quién tiene la culpa?

Un año más que no vas a tener la última versión de Android a finales de año, qué novedad. Hasta este 2017, no teníamos esperanza alguna en que los fabricantes pusieran empeño en actualizar rápido, pero parecía que todo iba a cambiar. Te contábamos que Google estaba trabajando con las marcas para que actualizasen a finales de año como muy tarde, y ya te aseguramos que esto no va a ser así.

Un año más, las actualizaciones llegarán tarde, como siempre. ¿Quién tiene la culpa aquí? ¿Google, o los fabricantes? Sea como fuere, estas son las promesas incumplidas que hemos visto en 2017.

Tu gama alta actualizará a Oreo cuando el fabricante quiera

Cuando Google afirmó por activa y por pasiva que la gama alta actualizaría a finales de año, no pudimos evitar esbozar una gran sonrisa. Meses después, te contamos que lo más probable era que las firmas acabasen actualizando a principios de año, sí, una fecha cercana, pero principios de año no es finales de año, lógico, ¿no?

Por ejemplo, Samsung volvería a ser, como cada año, de las últimas en actualizar sus dispositivos de gama alta, y firmas como OnePlus, que presumen de actualizaciones rapidísimas, ya han confirmado que el 5T no recibirá Oreo hasta 2018, a pesar de que Google confirmase que lo haría en 2017.

Marcas como Sony llevan meses con sus móviles de gama alta funcionando en Oreo, y otras como HTC también están actualizando sus terminales. Sony y HTC sí, ¿el resto de grandes no? Y no, no vale el argumento de que las grandes firmas tienen muchos terminales que actualizar, ya que primero centran sus esfuerzos en la gama alta, y luego ya, si eso, actualizan muy lentamente el resto de gamas.

Por una parte, nos encontramos esa falta de interés por algunos fabricantes en actualizar a tiempo, y por otra tenemos que Google no pone plazos, deja actualizar cuando ellos quieran. Sí, Android es libre, pero no vendría mal un poco de mano dura por parte de Google, y algunos plazos cerrados para asegurar updates a tiempo. Si dices que estás trabajando duramente con los fabricantes para que actualicen a finales de año, y estos actualizan en 2018, la imagen de Android y su fragmentación seguirá grabada en nuestra cabeza.

Por lo menos, Android Oreo es una versión extremadamente pulida, y todo este malestar se nos pasará cuando nuestro móvil actualice -si eres uno de los priviegiados que la va a recibir-, que ese es otro tema. En definitiva, otro año más de sin sabores con las actualizaciones que se suman a la costumbre que tenemos en Android de conformarnos con versiones anteriores, "porque funcionan bien y tampoco me voy a morir por no actualizar".

Gracias a la fragmentación, el conformismo ha ahondado en la mente del consumidor, que sabe que o se adapta al sistema que tiene, o vivirá con el recelo de ver cómo no puede actualizar a la última versión de su sistema operativo.

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