Más de mil millones de dispositivos Android, en peligro por culpa de un malware capaz de robar todas tus contraseñas

La fragmentación de Android vuelve a pasar factura: millones de usuarios usan móviles sin soporte y con fallos de seguridad críticos sin parchear

Más de mil millones de dispositivos Android, en peligro por culpa de un malware capaz de robar todas tus contraseñas
Millones de móviles Android antiguos siguen activos sin parches de seguridad, convirtiéndose en un objetivo fácil para el malware y el robo de datos
Publicado en Android

Que Android tenga una enorme variedad de marcas, modelos y precios siempre ha sido una de sus grandes virtudes. El problema es que esa misma diversidad se ha convertido, una vez más, en su mayor debilidad. Y es que según los últimos datos, más del 30% de los móviles Android activos en el mundo utilizan Android 13 o versiones anteriores, un sistema lanzado en 2022 y que, en muchos casos, ya no recibe parches de seguridad. Traducido a cifras reales: hablamos de cerca de mil millones de dispositivos potencialmente desprotegidos.

Y siendo sincero, no es una exageración alarmista. Empresas de ciberseguridad como Zimperium advierte de que, en cualquier momento del año, más de la mitad de los terminales en circulación ejecutan versiones obsoletas del sistema operativo móvil de Google, muchas de ellas con vulnerabilidades conocidas y explotables.

El problema en sí no es teórico: cada mes aparecen decenas (a veces más de cien) de fallos graves que se corrigen únicamente en dispositivos compatibles con las últimas actualizaciones.

La fragmentación vuelve a enseñar los dientes

El concepto de “fragmentación de Android” lleva más de una década sobre la mesa, pero lejos de resolverse, sigue siendo una amenaza silenciosa. A diferencia de Apple, que controla tanto el hardware como el software y puede actualizar casi todos sus iPhone a la vez, Android depende pura y exclusivamente de cientos de fabricantes, capas de personalización y calendarios de actualizaciones dispares.

El resultado es bastante perverso: una vulnerabilidad puede estar perfectamente documentada y corregida… pero seguir siendo explotable durante meses o años en millones de teléfonos que ya no reciben soporte. Y cuando los atacantes saben exactamente qué modelos están expuestos, el objetivo es claro.

Cuando tu móvil deja de recibir parches, deja de ser seguro

Perder el soporte oficial no significa solo quedarse sin funciones nuevas. Significa algo mucho más serio: tu teléfono empieza a acumular fallos de seguridad sin solución. Y en un contexto donde el móvil es la llave de acceso a bancos, redes sociales, correos y gestores de contraseñas, el riesgo es enorme.

Los expertos coinciden en que este tipo de vulnerabilidades, aunque al principio se detecten en ataques muy concretos, acaban convirtiéndose en herramientas estándar para el cibercrimen. Una vez el método es conocido, se automatiza, se vende y se reutiliza a gran escala.

¿Qué podemos hacer nosotros, los usuarios?

La respuesta a esta pregunta no es para nada agradable, pero sí clara. Si el móvil ya no recibe actualizaciones de seguridad, es un problema. No importa que “funcione bien” o que la batería aún aguante. Desde el punto de vista de la seguridad, es un dispositivo comprometido.

Actualizar a un modelo con soporte garantizado durante varios años (Samsung garantiza 7 años en gama alta y media) no es un capricho tecnológico, es una inversión en tranquilidad. Porque cuando hablamos de malware capaz de robar contraseñas, datos bancarios o credenciales personales, el costo de no hacerlo puede ser mucho mayor.

Sin mucho más que añadir al respecto, conviene recordar algo que muchos usuarios pasan por alto: la seguridad en Android no es un extra, es parte del producto. Un móvil sin parches es un móvil que debería reemplazarse lo antes posible. En la actualidad, usar un teléfono Android sin actualizaciones ya no es ahorrar, es asumir un riesgo innecesario.

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