Sam Altman ya tiene su "super app": World llega con pagos entre particulares, mensajería y más
La antigua Worldcoin se renueva como World, una app que une chat tipo Signal y pagos P2P para validar la identidad humana frente a la IA
Sam Altman ha decidido que escanear ojos no es suficiente y ha transformado su proyecto en una plataforma total. La aplicación, rebautizada simplemente como World, se actualiza hoy mismo para integrar mensajería cifrada y pagos entre particulares, buscando convertirse en una "super app" imprescindible en tu móvil.
La información sale de TechCrunch, donde hablan del giro radical de la compañía. Ya no es solo una cartera para guardar los tokens que te dan por mirar al orbe; ahora es un ecosistema completo que compite con las funciones de WhatsApp y la banca digital, pero con una diferencia clave: garantiza biométricamente que hablas con humanos.
Chat para humanos y pagos universales
La función estrella es World Chat, un servicio de mensajería privada que utiliza el mismo protocolo de seguridad que Signal. Lo interesante no es el cifrado, sino las burbujas de colores: el chat te avisa visualmente si la otra persona ha verificado su identidad con el World ID, ofreciendo una garantía de "prueba de humanidad" frente a los bots.
Es una forma inteligente de darle utilidad real al polémico escaneo de iris a cambio de criptomonedas que define al proyecto. En un internet cada vez más saturado de inteligencia artificial generativa, saber que al otro lado de la pantalla hay una persona física certificada añade una capa de confianza social que otras aplicaciones no pueden ofrecer, según la compañía.
La otra gran baza es el dinero. El sistema de pagos permite enviar criptomonedas y dólares digitales entre usuarios al instante, similar a la evolución que vimos cuando WhatsApp integró los pagos en algunos mercados. Además, permite domiciliar nóminas y convertir depósitos bancarios, funcionando como una cuenta financiera que, curiosamente, no exige estar verificado para las operaciones básicas.
El gran obstáculo sigue siendo convencer a la gente. Con menos de 20 millones de usuarios verificados, la meta de llegar a mil millones queda muy lejos. Para solucionarlo, apuestan por los Orb Minis, versiones domésticas del escáner que permitirán registrarse desde casa, eliminando la fricción de tener que buscar una esfera metálica gigante en un centro comercial.
World deja de ser un experimento de "renta básica" para intentar ser una utilidad diaria. La propuesta es potente: privacidad extrema y certificación humana en una sola app, pero el precio de entrada sigue siendo entregar tus datos biométricos a una empresa privada, un peaje que muchos usuarios y reguladores europeos siguen mirando con lupa.