2024 termina con una noticia nefasta para la naturaleza: la Gran Barrera de Coral se está muriendo
Los científicos australianos confirman la peor mortandad de coral registrada en casi 40 años de monitoreo

La situación en la Gran Barrera de Coral australiana alcanza niveles alarmantes sin precedentes. Los últimos estudios revelan que algunas zonas han sufrido una mortandad de hasta el 72% de sus corales, mientras que la pérdida en las secciones del norte es devastadora. Este ecosistema marino, que se extiende a lo largo de 2.300 kilómetros, está enfrentando su quinta mortandad masiva en solo ocho años.
Según Science Alert, el Instituto Australiano de Ciencia Marina ha documentado la mayor disminución anual en sus casi cuatro décadas de seguimiento. El panorama es especialmente preocupante para los corales acropora, una especie de rápido crecimiento pero extremadamente vulnerable al blanqueamiento, que ha registrado las tasas de mortalidad más elevadas.
La supervivencia del mayor ecosistema coralino del mundo pende de un hilo
La crisis de la Gran Barrera de Coral representa una amenaza sin precedentes para la biodiversidad marina. Mientras algunas empresas exploran soluciones innovadoras, como el uso de rocas para combatir el cambio climático, la realidad es que estos esfuerzos podrían llegar demasiado tarde. El deterioro se ha acelerado de manera alarmante durante el último verano, con niveles de estrés térmico que superan todos los registros anteriores.
La situación es particularmente grave considerando que Australia, uno de los mayores exportadores mundiales de gas y carbón, apenas ha comenzado a establecer objetivos para alcanzar la neutralidad de carbono. Aunque existen iniciativas prometedoras, como el desarrollo de algas capaces de absorber CO2, los expertos advierten que el tiempo se agota para implementar soluciones efectivas.
El impacto de esta pérdida masiva de coral va más allá de lo ambiental. La Gran Barrera, considerada una de las maravillas naturales del mundo, no solo alberga una extraordinaria biodiversidad, sino que también representa un recurso turístico vital para Australia. Los científicos temen que estemos alcanzando un punto de no retorno, especialmente considerando que las encuestas actuales solo han cubierto una porción relativamente pequeña del arrecife.
La combinación de blanqueamiento masivo, ciclones y inundaciones ha creado una tormenta perfecta para este ecosistema. La resistencia del arrecife está llegando a sus límites, y los expertos señalan que se necesitan acciones inmediatas y contundentes, incluyendo una reducción de emisiones de al menos un 90% por debajo de los niveles de 2005 para 2035.