Canibalismo, evisceración y lenguas cortadas: así se "entretenían" nuestros antepasados hace 4.000 años

No está demasiado clara la motivación, pero sí que a estos humanos de hace 4.000 años se les asesinó aplicando una violencia "sin precedentes"

Canibalismo, evisceración y lenguas cortadas: así se "entretenían" nuestros antepasados hace 4.000 años
Huesos de cráneo encontrados en el yacimiento de Charterhouse Warren, en Reino Unido, evidenciando violencia extrema | Imagen de Rick Schulting
Publicado en Ciencia

Nuestro pasado como especie guarda todavía muchos secretos, y es que no siempre la civilización humana fue tan civilizada como debería haberlo sido por la inteligencia que se le presupone. De hecho, es que la ciencia siempre nos sorprende desentrañando costumbres, hábitos, comportamientos y evolución de las comunidades humanas más antiguas, demostrándonos que solemos cometer los mismos errores y estamos seguramente predestinados a una extinción masiva.

En todo caso, aquí hemos venido a contaros el extraño caso de esta investigación liderada por Rick Schulting y publicada originalmente en Antiquity, en la que se mencionan al menos 37 muertes extremadamente violentas en la Edad del Bronce, hace más de 4.000 años, en una concreta región de Gran Bretaña donde se encuentra el yacimiento arqueológico de Charterhouse Warren.

Lo curioso aquí no es tanto el encontrar muertes violentas entre las comunidades humanas del pasado, sino que en este caso dicha violencia es tan extrema que nos pone los pelos como escarpias, pues tal y como mencionan los compañeros de Live Science los estudios de los huesos nos revelan prácticas "sin precedentes" en una época tan remota: extracción de lengua, decapitación, descarnación, evisceración, canibalismo,...

Pinta un panorama considerablemente más oscuro de este período de lo que muchos habríamos esperado. Es un duro recordatorio de que la gente en la prehistoria podría igualar cualquier atrocidad más reciente. Rick Schulting , arqueólogo de la Universidad de Oxford.

Evidencias de una masacre horripilante en un período que se creía más pacífico

Aunque las conclusiones del estudio se publicaron recientemente, lo cierto es que los huesos fueron encontrados en la década de 1970 en Charterhouse Warren, en el condado de Somerset al suroeste de Inglaterra. Se trata de más de 3.000 muestras obtenidas de un pozo de piedra caliza natural de unos 20 metros de profundidad, identificándose al menos 37 personas de todas las edades, desde recién nacidos hasta adultos maduros.

Las pruebas de radiocarbono sugieren unos 4.000 años de antigüedad, por lo que las muertes deberían haberse producido entre los años 2.200 y 2.000 antes de Cristo, durante la Edad del Bronce Temprano.

Empiezan aquí las monstruosidades difíciles de explicar, pues el 30% de los cráneos se habrían fracturado en el momento de la muerte, indicándonos claramente que se trata de un deceso violento. Y a partir de aquí la cosa sólo empeora, pues el 20% de los huesos tenían marcas de cortes realizados con herramientas de piedra, además en sitios que revelan acciones violentas post-mortem sobre los cadáveres.

Se encontraron signos claros de decapitación, también marcas de corte de gran tamaño en la mandíbula inferior, lo que sugiere la extracción de la lengua, así como también cortes en las costillas que podrían ser provocadas por el hecho de eviscerar los cuerpos.

No sólo eso, pues varios huesos pequeños de manos y pies tenían fracturas provocadas por aplastamiento compatible con la masticación humana, así que cabe pensar en actos de canibalismo.

Lo cierto es que todo parece bastante inusual en la Gran Bretaña de la Edad de Bronce, aunque los investigadores mencionan una posible pista de la masacre en la identificación de la bacteria que causa la peste, la Yersinia pestis, en los huesos de dos niños encontrados en el yacimiento. Quizás el hecho de que dos personas tuvieran peste hiciera cundir el pánico en la región provocando hechos desesperados, incluso de este tipo y de semejante atrocidad.

Las muestras de Charterhouse Warren definitivamente muestran signos de trauma perimortem junto con numerosas marcas de herramientas consistentes con el procesamiento del cuerpo. Este tipo de violencia suele tener una función social.

Otros investigadores mencionan la posibilidad de un acto de carácter más político, pues este nivel de violencia podría identificarse no tanto como una represalia, sino como una acción que busca diversificar más que erradicar un grupo humano por completo. El procesamiento de los cuerpos, sobre todo en público, podría haber buscado una clase de ejemplo social.

La investigación no ha terminado así que probablemente en el futuro próximo tengamos más detalles, pues se está trabajando todavía en encontrar más evidencias y arrojar certezas sobre "un episodio decididamente oscuro de la prehistoria británica". Lo más triste como civilización, es precisamente no haber aprendido nada...

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