Estaban mirando un agujero negro con interés, pero entonces explotó emitiendo rayos gamma

Un agujero negro sorprende a los científicos con una explosión de rayos gamma, desafiando lo que creíamos saber sobre estos fenómenos cósmicos

Estaban mirando un agujero negro con interés, pero entonces explotó emitiendo rayos gamma
Representación artística de una explosión de rayos gamma
Publicado en Ciencia
Por por Sergio Agudo

En 2018, un equipo internacional de astrónomos capturó por primera vez la imagen de un agujero negro, conocido como M87*, situado a 55 millones de años luz de distancia. Mientras lo observaban, este coloso cósmico emitió una explosión de rayos gamma, un evento extremadamente raro y difícil de registrar, que dejó asombrada a la comunidad científica.

La observación, realizada durante una campaña del Telescopio del Horizonte de Sucesos (EHT, por sus siglas en inglés), combinó datos de 25 telescopios terrestres y orbitales. Según informa Futurism, el estallido, que duró aproximadamente tres días terrestres, fue tan colosal que superó el tamaño del propio agujero negro por decenas de millones de veces.

Una explosión sin precedentes en M87*

Este fenómeno permitió a los investigadores analizar cómo la interacción entre el material absorbido por el agujero negro y su campo magnético externo puede generar estos estallidos. Las explosiones de rayos gamma son algunas de las más violentas del universo, pero observarlas es extremadamente complicado debido a que son visibles solo en longitudes de onda específicas.

El área afectada por esta explosión alcanzó unas 170 veces la distancia de la Tierra al Sol, marcando el primer evento de este tipo detectado en M87* en más de una década. Tal y como detalla el astrofísico Daniel Mazin, del equipo investigador, la región afectada mostró una estructura compleja que varía según la longitud de onda estudiada, lo que representa un desafío para los modelos actuales.

La energía liberada durante la explosión fue tan poderosa que alteró incluso la estructura del anillo visible del agujero negro, sugiriendo una relación directa entre ambos. Esto refuerza la importancia de combinar imágenes directas del horizonte de sucesos con datos de fenómenos como estos para comprender mejor cómo se aceleran las partículas en los chorros de los agujeros negros.

El trabajo, aceptado para publicación en Astronomy & Astrophysics, destaca que aún queda mucho por aprender sobre estos objetos masivos. Según el profesor Sera Markoff, de la Universidad de Ámsterdam, "por primera vez podemos probar teorías sobre el origen de las explosiones de rayos gamma combinando imágenes directas con eventos de aceleración de partículas".

Este descubrimiento también conecta con otros estudios recientes, como el que documentó la mayor concentración de rayos gamma jamás detectada, abriendo nuevas líneas de investigación sobre los mecanismos detrás de estos eventos extremos. Además, plantea preguntas sobre detalles menos conocidos de la famosa imagen de M87* y las implicaciones de su estructura cambiante.

Aunque impredecibles, explosiones como esta son una ventana única hacia las fuerzas más extremas del universo, obligándonos a repensar muchas de nuestras suposiciones sobre la naturaleza de los agujeros negros y su entorno.

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