La estructura más grande del Universo guardaba un secreto: es todavía más grande de lo que parece
Un nuevo estudio amplía el tamaño estimado de la Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal, desafiando uno de los principios clave de la cosmología moderna

La Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal, la estructura más extensa identificada hasta ahora en el universo, podría ser aún más vasta de lo que se pensaba. Un nuevo análisis sugiere que este enorme filamento de galaxias alcanza los 15.000 millones de años luz, un 50 % más de lo estimado, lo que equivale a más del 16 % del diámetro del universo observable.
Según los datos publicados por el equipo de investigadores en arXiv, este hallazgo plantea dudas serias sobre uno de los pilares de la cosmología moderna: el principio cosmológico. Esta hipótesis sostiene que, si miramos suficientemente lejos, el universo debería parecer homogéneo. Pero una estructura tan descomunal parece contradecir esa idea.
Una megaestructura que obliga a repensarlo todo
La Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal no es un muro como tal, sino un filamento galáctico de proporciones colosales, una concentración de galaxias agrupadas por la gravedad, integrada en la red que da forma al universo a gran escala. Se identificó por primera vez en 2013, mediante la observación de brotes de rayos gamma: explosiones extremadamente energéticas que permiten trazar la materia a distancias remotas.
En esta nueva investigación, los astrónomos István Horváth, Jon Hakkila y Zsolt Bagoly analizaron 542 brotes con distancias conocidas, lo que duplica la muestra empleada en trabajos anteriores. El resultado sugiere que la estructura se extiende desde un corrimiento al rojo de 0,33 hasta 2,43, lo que corresponde a una longitud de unos 15.000 millones de años luz.
El problema es evidente: el principio cosmológico, que sirve como base para muchos modelos actuales, establece que no deberían existir estructuras coherentes de más de 1.200 millones de años luz. Sin embargo, no es la primera vez que se detecta una excepción. Formaciones como el Huge-LQG, el Quipu o la Sloan Great Wall ya habían generado interrogantes, aunque ninguna alcanza esta escala.
Este hallazgo sugiere que el universo podría ser más irregular de lo que asumimos, con zonas que escapan a las reglas que dábamos por sentadas. Además, plantea una incógnita mayor: ¿cómo pudo formarse una estructura así cuando el universo era tan joven? Otras investigaciones recientes también apuntan en la dirección de revisar lo que creíamos saber. Por ejemplo, el hallazgo de una posible pista clave para fechar el nacimiento del universo podría ayudar a afinar nuestra comprensión del tiempo cósmico.
Los propios autores admiten que todavía no sabemos cómo surgen estas megaestructuras ni qué nos dicen sobre el devenir del universo. En ese sentido, también resulta útil revisar el caso de un planeta extremadamente parecido a la Tierra con una geología fuera de lo común, que recuerda que incluso a escalas más cercanas seguimos encontrando escenarios que nos obligan a replantear lo conocido. En cualquier caso, la Gran Muralla de Hércules-Corona Boreal podría ser la pista que necesitábamos para revisar nuestra comprensión del cosmos.