La NASA hace saltar las alarmas. El campo magnético de la Tierra está sufriendo una misteriosa anomalía

La agencia espacial estadounidense monitoriza desde hace años un debilitamiento magnético entre Sudamérica y África que podría afectar a satélites y tecnología espacial

La NASA hace saltar las alarmas. El campo magnético de la Tierra está sufriendo una misteriosa anomalía
La Anomalía del Atlántico Sur representa una extensa zona donde el campo magnético terrestre se debilita peligrosamente, permitiendo la entrada de mayor radiación espacial
Publicado en Ciencia
Por por Sergio Agudo

El campo magnético terrestre presenta un fenómeno inusual que preocupa a los científicos. Se trata de una zona entre Sudamérica y África donde la intensidad magnética se ha reducido, creando un "bache espacial" que permite mayor radiación solar. Este fenómeno podría afectar a tecnología espacial y satélites en órbita, especialmente aquellos que operan a baja altura.

Según informa Science Alert, esta perturbación magnética, conocida como Anomalía del Atlántico Sur (SAA), es descrita por la NASA como una "abolladura" en el escudo protector de nuestro planeta. La agencia espacial lleva años estudiando este fenómeno que se encuentra aproximadamente a 200 kilómetros sobre la superficie terrestre, justo donde los cinturones de radiación de Van Allen están más próximos a la Tierra.

Una amenaza para los satélites en órbita

Aunque esta anomalía no afecta directamente a la vida en la superficie terrestre , representa un riesgo para los dispositivos que orbitan a baja altura, incluida la Estación Espacial Internacional. Al atravesar la zona afectada, los componentes electrónicos pueden sufrir fallos en componentes críticos al recibir impactos de protones solares de alta energía, obligando a desactivar preventivamente diversos sistemas durante estos tránsitos.

El origen de esta anomalía está relacionado con el hierro fundido del núcleo externo terrestre. Los científicos han identificado como probable causa un enorme depósito de roca densa llamado "Provincia Africana de Baja Velocidad de Cizallamiento", situado a unos 2.900 kilómetros bajo África. Esta formación geológica parece alterar el campo magnético, debilitándolo específicamente en esa región del globo.

Lo más inquietante es el comportamiento dinámico de la anomalía. Las observaciones recientes muestran que no solo se desplaza lentamente, sino que además parece dividirse en dos regiones distintas. Un estudio de 2020 sugiere que este fenómeno no es reciente, sino un evento magnético recurrente que ha afectado a la Tierra durante aproximadamente 11 millones de años, lo que cambia nuestra comprensión histórica del fenómeno.

Algunos investigadores plantean que la Anomalía del Atlántico Sur podría indicar una futura inversión geomagnética, aunque aún existe debate científico al respecto. La historia geológica muestra que el campo magnético terrestre se ha invertido unas 170 veces en los últimos 75 millones de años, algo que hoy podría resultar problemático para nuestros sistemas tecnológicos.

Una investigación de principios de 2024 descubrió que esta anomalía también modifica la formación de auroras visibles. La NASA sigue la evolución del fenómeno mediante misiones como ICON y Swarm, buscando comprender su comportamiento y anticipar consecuencias para la infraestructura espacial terrestre.

Terry Sabaka, geofísico de la NASA, ha destacado la importancia de la observación continua: "Aunque la SAA experimenta cambios en su morfología, debemos mantener las misiones de seguimiento para desarrollar modelos predictivos precisos". Los datos recopilados por estas misiones serán fundamentales para evaluar el impacto futuro de esta anomalía en nuestros sistemas de comunicación, navegación y observación espacial.

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