Youcef Sellam, físico, cree que hay vida en unas rocas de Marte: "son objetivos prometedores para la investigación astrobiológica y para la detección de vida"
El argelino Youcef Sellam ha publicado una investigación en la que defiende que los depósitos de yeso marcianos podrían contener microbios fosilizados.

La búsqueda de vida en Marte continúa siendo uno de los grandes objetivos de la exploración espacial. El físico argelino Youcef Sellam, según la Universidad de Berna, ha identificado depósitos de yeso marcianos como "objetivos particularmente prometedores para la investigación astrobiológica y para la detección de vida". Su afirmación se basa en un análisis comparativo con formaciones terrestres análogas donde su equipo encontró microbios fosilizados.
La investigación utilizó un espectrómetro de masas láser miniaturizado (LIMS) para examinar muestras de yeso de Argelia con una antigüedad de 5-6 millones de años. Este dispositivo, con dimensiones similares a una caja de zapatos, detectó restos microscópicos de vida en las muestras terrestres. El instrumento está previsto para incorporarse a la misión lunar LCROSS en 2027, como paso previo a su adaptación para futuras misiones marcianas.
El yeso: mineral clave en la preservación de microfósiles
El yeso, mineral abundante tanto en la Tierra como en Marte, muestra propiedades excepcionales para conservar evidencias biológicas. Según Sellam, "actúa como una cápsula del tiempo perfecta" capaz de preservar microbios en su estructura cristalina. Esto significa que, de haber existido microorganismos marcianos hace miles de millones de años, el yeso podría haber conservado sus rastros hasta la actualidad.
Las muestras analizadas en Argelia se formaron durante la Crisis de Salinidad Messiniense, cuando el Mar Mediterráneo experimentó una evaporación parcial. Un proceso comparable ocurrió en Marte hace aproximadamente 4.000 millones de años, cuando sus masas de agua desaparecieron dejando depósitos de yeso en regiones como Valles Marineris, un cañón que con sus 4.000 km de longitud supera en más de diez veces al Gran Cañón del Colorado.
Este hallazgo complementa otras investigaciones recientes sobre posibles hábitats marcianos. En diciembre pasado, científicos que analizaron el meteorito "Belleza Negra" identificaron indicios de actividad hidrotermal temprana en Marte.
El espectrómetro LIMS, desarrollado por investigadores de la Universidad de Berna, se encuentra en fase final de preparación para su misión espacial. Peter Wurz, coautor del estudio, confirma que el dispositivo será integrado en la misión lunar LCROSS en 2027 de la ESA, con planes para adaptar versiones similares para exploración marciana.
"La principal ventaja de esta tecnología radica en su capacidad para analizar muestras in situ, eliminando la necesidad de su transporte a la Tierra", explica Wurz. Esta característica resulta fundamental en la búsqueda de biofirmas, ya que reduce considerablemente los riesgos de contaminación. El sistema opera mediante un preciso mecanismo de análisis químico que vaporiza fracciones microscópicas de roca con láser, permitiendo detectar trazas de elementos asociados a procesos biológicos.
Esta investigación se alinea con los esfuerzos del rover Perseverance, que actualmente recolecta muestras que llegarán a nuestro planeta en 2033, y con la futura misión del rover Rosalind Franklin de la ESA, cuyo lanzamiento está programado para 2028. Adicionalmente, un reciente estudio sobre el meteorito Lafayette reveló que Marte mantuvo agua líquida hasta hace 742 millones de años, un periodo mucho más reciente que las estimaciones anteriores, lo que amplía la ventana temporal de potencial habitabilidad marciana.
Para Sellam, responsable del primer estudio astrobiológico con participación argelina, los resultados representan un hito científico para su país. "Es un orgullo incorporar a Argelia al mapa de la exploración espacial", afirma. Un descubrimiento de esta magnitud representaría un avance histórico en nuestra comprensión de la vida en el sistema solar y ejemplifica cómo las investigaciones en minerales terrestres pueden abrir nuevas vías para la exploración planetaria.