Tecno Megabook K15S, análisis: el portátil que nadie esperaba con un rendimiento que impresiona
Tecno debuta en nuestro mercado con un equipo que sorprende en la multitarea

Cuando pensamos en ordenadores portátiles, lo habitual es que se nos vengan a la cabeza las marcas de siempre. Nombres que llevan décadas asentados en el mercado y que parecen ocupar todo el espacio disponible, como si no hubiera hueco para nadie más. Sin embargo, la tecnología tiene algo de imprevisible y es que, de repente, aparecen nuevos jugadores que deciden arriesgarse y poner sobre la mesa propuestas distintas, con la intención de hacer un hueco en un terreno donde la competencia es feroz.
Ese es precisamente el caso de Tecno, una marca desconocida para muchos que, como mínimo, merece nuestra atención. Lo cierto es que empieza a despertar cierta curiosidad entre quienes buscamos alternativas a los fabricantes de siempre. Y hay que reconocer que, en un mercado tan saturado, cualquier atisbo de novedad se recibe con una mezcla de cautela y entusiasmo.
En mi caso, he tenido la oportunidad de probar durante semanas el Tecno Megabook K15S, un modelo que puede llamar la atención al venir con mucha RAM y con un diseño pensado para usuarios que quieren trabajar, estudiar o crear contenido sin tener que preocuparse por la fluidez.
Creo que después de estas semanas ya puedo responder a algunas de las preguntas que me hice al recibir este ordenador, como si realmente una marca tan poco conocida puede plantarle cada a gigantes ya consolidados en el mercado o a qué ha tenido que renunciar para poder ofrecer un precio tan accesible. A lo largo de este análisis, intentaré responder a estas preguntas basándome en la experiencia real de uso, en lo que me ha gustado y en aquello que todavía se nota algo verde. Como siempre, más allá de cifras y especificaciones, lo que de verdad importa en un portátil es cómo encaja en el día a día.
+ Pros
- Potencia de sobra para la mayoría de usuarios
- Pantalla amplia, nítida y cómoda para trabajar
- Desbloqueo por huella digital
- Almacenamiento suficiente y dividido en dos volúmenes
- Contras
- Gráfica limitada ante tareas exigentes
- Marca poco conocida

- Ficha técnica de características
- Precio del Tecno Megabook K15S y dónde comprarlo
- Diseño y primeras impresiones
- Pantalla del Tecno Megabook K15S y experiencia visual
- Cómo se comporta en el día a día
- Rendimiento y potencia
- Autonomía
- Conclusión, ¿merece la pena el Tecno Megabook K15S?
Ficha técnica de características
Especificaciones | |
---|---|
Sistema operativo | Windows 11 Home |
Procesador | Intel Core i9-13900HK (13ª generación) |
Gráficos | Intel Iris Xe Graphics |
Memoria RAM | 32 GB |
Almacenamiento | 1 TB dividido en 2 volúmenes |
Pantalla | 15,6 pulgadas con resolución Full HD |
Audio | Intel Smart Sound + Realtek High Definition Audio |
Seguridad | Lector de huellas integrado |
Batería | 69,7 Wh |
Precio de salida | 799 euros |
Precio del Tecno Megabook K15S y dónde comprarlo
No es habitual cuando trabajo en el análisis de un producto, pero esta vez he probado este Tecno Megabook K15S sin saber cuál iba a ser su precio oficial. Lo pregunté al final, cuando ya llevaba semanas probándolo y quería saber si conseguiría hacerse un hueco en el mercado español. Entonces me dijeron que su precio oficial es de 799 euros, una cifra muy razonable si tenemos en cuenta su procesador y su capacidad, tanto de RAM como de almacenamiento interno.
Lo que sí llamó mi atención es que solo está a la venta en Carrefour cuando, la verdad, esperaba encontrarlo en más tiendas. ¿La buena noticia? Que en Carrefour está ahora mismo rebajado a 699 euros, y son 100 euros de descuento que a todos nos vienen muy bien. Estaremos atentos por si aparece en más tiendas y con nuevas ofertas pero, de momento, para hacerse con él solo tenemos la opción de Carrefour.
Diseño y primeras impresiones
Desde el primer vistazo, el Tecno Megabook K15S parece querer dar la impresión de haber trabajado para conseguir una estética cuidada, de ahí que ofrezca una elegancia que no se espera en estos precios. Su chasis completamente metálico da esa sensación de robustez que solemos buscar a la hora de elegir equipo, algo que también da cierta solidez al conjunto.
A pesar de tener una pantalla de 15,6", presenta un perfil delgado, algo que agradecerás si más de una vez te toca ir con tu portátil al hombro, ya sea a clase o al trabajo, porque no tendrás la sensación de que llevas un ladrillo en la espalda. Presume de poder abrirse con un solo dedo y la verdad es que es algo en lo que nunca había pensado, pero si que se abre con bastante facilidad, sin oponer resistencia. Y, aun abriéndose así de fácil, no tienes la sensación de que se vaya a ir cerrando o moviendo cuando lo utilices. La bisagra le permite abrirse en 180º y este es un dato que agradecerás si no lo vas a utilizar siempre en el mismo espacio o en la misma posición.

El hecho de poder abrirse 180º le da un extra de versatilidad / Fotografía de Eva Luna Rivera
Un detalle que no pasa desapercibido es la posición del touchpad, que no está colocado de manera simétrica, como estamos acostumbrados. Está ligeramente desplazado a la izquierda, centrado respecto al bloque de escrito, pero no respecto al chasis completo. Visualmente, rompe la simetría, pero es verdad que también coloca el cursor justo debajo de donde apoyas las manos para escribir. Es una de esas decisiones de diseño que da identidad al equipo, aunque pueden parecer un poco "raras" de primeras.
También sorprende encontrar un lector de huellas integrado en el botón de encendido, una característica que no suele acompañar a portátiles de esta gama. Es una solución limpia y muy práctica que, como en los teléfonos móviles, podrás configurar en cuestión de minutos. Suma tanto a nivel de estética como de comodidad, ya que te permitirá arrancar el equipo con un gesto que hacemos a menudo a lo largo del día.

Tiene un exterior elegante que da gusto mirar / Fotografía de Eva Luna Rivera
En conjunto, el K15S se presenta como un portátil con una presencia sobria. Está bien rematado, tiene un perfil estilizado y una tapa que, moviéndose con suavidad, también es robusta. No intenta llamar la atención ni mucho menos, simplemente se gana la confianza al estar bien construido y al apostar por decisiones de diseño que le pueden ayudar a marcar su propia identidad.
Pantalla del Tecno Megabook K15S y experiencia visual
Cuando enciendes el Megabook K15S, la primera sensación es de amplitud y claridad. La culpable es una pantalla de 15,6" FullView HD. Esto es más que una etiqueta porque se traduce en un campo de visión generoso que ocupa prácticamente todo el frontal, como si la imagen "llenara" todo el espacio frente a ti, reduciendo los márgenes y potenciando la presencia visual del contenido, ya sean vídeos, documentos o videollamadas.
Durante estas semanas de uso he trabajado directamente con la pantalla, sin monitor externo, precisamente para formarme una opinión honesta sobre ella. Por eso te puedo decir que trabajar un buen rato frente a esta pantalla es sorprendentemente cómodo. La resolución Full HD ofrece una definición nítida, sin estridencias ni saturaciones excesivas, y permite que tu mirada se centre en el contenido. Parece estar diseñada para que lo que consumas sea el verdadero protagonista, sin distracciones visuales. Es verdad que no promete colores profesionales ni brillos tope de gama, pero sí que se deja ver con claridad. Es eficaz, funcional y mantiene el foco en lo que importa.
Otro detalle que me ha gustado comprobar es que esta pantalla tiene un tratamiento antirreflejos que ayuda mucho a los que estamos mucho tiempo delante del ordenador, porque evita esa fatiga visual que se suele traducir en sequedad en los ojos, picor e incluso dolor de cabeza. Vale que no es una pantalla optimizada para edición profesional de color, pero sí una para leer, navegar o ver contenido multimedia con comodidad.

La pantalla se ve realmente bien, con colores vivos / Fotografía de Eva Luna Rivera
Aunque lo esencial de un portátil está en su potencia y en la calidad de su pantalla, el Megabook K15S demuestra que Tecno también ha querido cuidar los detalles que marcan la diferencia en el día a día. Esos pequeños añadidos que no siempre aparecen en la ficha técnica, pero que terminan definiendo la experiencia real.
Uno de los que más me ha gustado es la bisagra con apertura de hasta 180º. Puede sonar anecdótico pero no lo es. Poder abrir la pantalla completamente te permite adaptar el portátil a casi cualquier situación. A sabiendas de que la mayoría no trabajamos siempre desde el mismo sitio, el hecho de que la pantalla nos permite adoptar prácticamente cualquier postura es un acierto.
Cómo se comporta en el día a día
Creo que lo mejor que se puede decir de un portátil es que, tras unas semanas de convivencia, te olvides de que es nuevo y simplemente lo uses como si llevara tiempo contigo. Eso es exactamente lo que me pasó con el Tecno Megabook K15S. Lo abrí con cierta cautela, sin saber lo que podría esperar de él, y al cabo de un par de jornadas ya estaba escribiendo, navegando, editando imágenes y trabajando como si fuese un viejo conocido.

Puedes iniciar sesión con seguridad con un simple gesto / Fotografía de Eva Luna Rivera
Gran parte de esa sensación se explica por sus entrañas. Viene con Windows 11 Home bien integrado, un procesador Intel Core i9 de 13ª generación acompañado de 32 GB de RAM y una gráfica Intel Iris Xe. Esto, traducido a la práctica, significa que no hay esperas incómodas al abrir aplicaciones, que puedes tener varias pestañas y documentos abiertos a la vez sin notar ralentizaciones, y que tareas más exigentes, como editar imágenes con Photoshop o Lightroom e incluso editar vídeo ligero, se resuelven con dignidad. Está claro que no es un portátil gaming ni pretende serlo, pero sí uno que no se inmuta en el trabajo diario.
Aunque ya sabes que es algo que podrás personalizar, un detalle curioso que descubrí al poco de arrancar este equipo por primera ver es cómo se organiza el almacenamiento. Viene con dos particiones diferenciadas de fábrica, de unos 300 GB y 652 GB respectivamente. Puede parecer anecdótico, pero en el día a día resulta muy práctico. Por ejemplo, podrás reservar el primero para el sistema y los programas que quieras instalar, y el segundo para archivos personales, proyectos grandes o multimedia. Es una división que ayuda a mantener cierto orden mental y, sin darte cuenta, te ayuda a tenerlo todo más organizado.
Aunque ya hemos comentado la experiencia con la pantalla, me gustaría añadir lo mucho que influye su generoso tamaño en la productividad. Sus 15,6 pulgadas te permiten trabajar de forma cómoda con dos ventanas abiertas a la vez, una al lado de la otra, que es algo fundamental en trabajos como el mío, donde comparo características, precios y especificaciones y siempre tengo un montón de ventanas abiertas a la vez. Es una pantalla muy práctica para, por ejemplo, tener notas abiertas mientras escribes o poder consultar las especificaciones de un modelo en concreto.
En la interacción física es verdad que hay detalles que marcan la rutina más de lo esperado. Por ejemplo, el touchpad no está centrado respecto al chasis, sino que está alineado con la parte principal del teclado, con las letras. La primera vez que lo notas te podría parecer un despiste de diseño, pero después de un par de tardes la mano se adapta y entiendes la lógica. Gracias a esta disposición, el cursor queda justo donde tus dedos descansan al escribir. Es un gesto algo diferente pero no en el sentido negativo, sino como parte de la identidad de este portátil.

La posición del touchpad no es casual / Fotografía de Eva Luna Rivera
Más inmediato y preciso resulta su lector de huellas, que está integrado en el botón de encendido. Es un acierto que hace que desbloquear el portátil sea un gesto casi orgánico. Solo pulsas, apoyas el dedo y ya estás dentro, sin contraseñas ni esperas. Incluso permite registrar varias huellas para aumentar las opciones de desbloqueo.
Durante el trabajo prolongado también tuve oportunidad de prestar atención al ruido y a la temperatura que alcanza el portátil. En un uso normal, con tareas de escritura, navegación y aplicaciones como el correo o Teams, el equipo mantiene un perfil silencioso que no le hace aumentar la temperatura. Pero el ventilador aparece cuando le exiges más, como tareas algo más demandantes al utilizar Photoshop, y sí es cierto que el ruido se nota. No digo que se insoportable ni que no te deje oír nada más allá, simplemente que se nota. También su chasis metálico transmite algo de calor en sesiones largas de uso, especialmente si apoyas las muñecas directamente sobre él. No es que llegue a un nivel preocupante ni mucho menos, pero me parece interesante comentarlo.

El lector de huellas es rápido y preciso / Fotografía de Eva Luna Rivera
Al final, lo que me queda de estas semanas de uso es una sensación de confianza cotidiana. Es un portátil que abre prácticamente cualquier programa con rapidez, que no se bloquea, que te permite trabajar jornadas enteras sin problema y que, gracias a su lector de huellas, convierte encenderlo en un gesto natural. No es un equipo que busque sorprender pero sí que se gana tu confianza porque nunca lo notas, nunca estorba.
Rendimiento y potencia
Si hay un apartado donde el Tecno Megabook K15S sorprende de verdad, es en el rendimiento bruto que es capaz de ofrecer. Que una marca todavía poco conocida en el mercado de los portátiles monta un Inter Core i9 acompañado de 32 GB de RAM ya dice mucho de sus intenciones. Está claro que es un fabricante que quiere que lo tomemos en serio, y la experiencia de uso con este portátil lo confirma desde el primer día.
No hablamos de un chip modesto de entrada, sino de un procesador 13ª generación pensado para equipos de alto rendimiento, capaz de rendir en procesos que demanden cierta exigencia. En la práctica, esa potencia se traduce en una experiencia muy fluida. Abril el portátil, iniciar sesión con el lector de huellas y tener el escritorio listo en segundos ha sido mi día a día durante el tiempo que he estado probando este equipo. Te puedo asegurar que trabajo con unas 20 pestañas abiertas en el navegador, además de con el Teams siempre funcionando, el correo, Photoshop para editar imágenes, el WordPress desde donde publico los artículos... Y todo esto lo ha manejado con bastante fluidez. Es verdad que al trabajar con muchas capas en Photoshop o a la hora de editar vídeo, sí que se ha ido ralentizando. Pero no es un portátil pensado para la edición, de ahí que vaya sobrado para la mayoría de usuarios y lo que necesitan en su día a día.
Quizá esta limitación a la hora de editar vídeo ocurra porque no tiene una gráfica dedicada. Sus gráficos corren a cargo de la Intel Iris Xe, que es solventen en tareas multimedia y suficiente para dar soporte a la edición ligera, pero no está diseñada para competir con tarjetas gráficas de gamas altas. Quiero decir que podrás jugar a títulos competitivos y poco exigentes, pero si buscas moverte en el terreno de los AAA modernos y de grandes lanzamientos con gráficos increíblemente realistas, este portátil te parecerá limitado. Piensa que es una gráfica pensada para acompañar, no para liderar, por eso a la hora de mover juegos no ofrece la fluidez que nos gustaría.
En cuanto a la edición de vídeo, sí puede con Premiere, siempre y cuando no haya demasiadas pistas ni efectos pesados. Evidentemente, cuando la edición se complica se deja ver la limitación que supone no tener una gráfica dedicada. Pero bueno, creo que somos pocos los que montamos vídeo en serio, y para edición ocasional, estudios o creadores que no busquen un acabado profesional, valdrá sin problema.

No te hará echar de menos ninguna conexión / Fotografía de Eva Luna Rivera
Antes de decía que la unidad que probé venía con el disco duro dividido en dos volúmenes y que esa división me parecía muy práctica para separar el sistema y las aplicaciones de los archivos personales o los proyectos más pesados. Y, al tratarse de un SSD, todo va acompañado de tiempos de carga casi instantáneos, desde el arranque del propio Windows hasta la apertura de programas. Todo ocurre con la rapidez que buscas en un equipo de este estilo.
En cuanto al comportamiento térmico, es justo decir que el procesador i9 no es precisamente "frío". En seseiones de trabajo prolongado o demandantes, el chasis metálico transmite calor, especialmente en la zona del reposamanos. No puedo decir que llegue a ser incómodo, pero sí perceptible.

El teclado es cómodo incluso en largas jornadas de uso y redacción / Fotografía de Eva Luna Rivera
Aun así, la sensación global es la de un portátil que responde con holgura a las exigencias del día a día. Para un estudiante universitario, un profesional que viaja o alguien que combina trabajo en la oficina o en casa con tareas de creación de contenido ligera, es una máquina que da confianza. Insisto en que lo que no es, es un portátil para gamers empedernidos o para editores de vídeo profesionales que quieran trabajar con proyectos complejos. Para todo lo demás -algo que abarca al 90% de los usuarios-, el K15S ofrece una potencia sobrada y estable.
Autonomía
La autonomía siempre es un punto delicado en los portátiles. Es verdad que muchos los utilizados permanentemente conectados a un enchufe, pero también necesitamos la libertad y la autonomía suficiente como para poder ecenderlo en cualquier lugar y ante cualquier imprevisto, y que no se apague a los 20 minutos. En el caso del Megabook K15S la experiencia me ha parecido bastante equilibrada. No estamos ante un ultrabook que presuma de récords de batería, pero tampoco ante un devorador de energía que te deje vendido al poco rato.
En el uso real, con un brillo alto -casi al máximo-, navegación constante, edición de textos y de alguna que otra imagen, el portátil ha conseguido acompañarte durante unas 5 horas. No llega a la clásica jornada completa de oficina, pero sí aguanta con solvencia un bloque largo del trabajo sin depender del enchufe. Es el tipo de batería que no te obliga a vivir con ansiedad y que solo te pedirá una recarga a mitad de jornada si realmente le exiges más. Y en ofrecer una carga completa tarda, aproximadamente, 4 horas.
El sistema de refrigeración también influye en la autonomía. Al no dispararse los ventiladores de una forma exagerada, la gestión energética parece estar más equilibrada. Es verdad que si el equipo entra en modo de alta demanda se nota que la batería desciende más rápido, pero no hay caídas bestias que te pillen por sorpresa. Es predecible, y esto es algo que en un portátil se agradece mucho porque sabes cuánto te va a durar según lo que hagas.

La disposición de las teclas no lleva a cometer errores / Fotografía de Eva Luna Rivera
Podemos hablar de una autonomía sólida y honesta que, sin ser espectacular, tampoco decepciona. Te acompaña bien en tareas cotidianas y se mantiene dentro de lo esperado en un portátil que apuesta por potencia diaria. Y, en lo que respecta al mantenimiento, es un portátil que pide poco más que limpiar de vez en cuando la superficie metálica, en la que se pueden marcar las huellas.
Conclusión, ¿merece la pena el Tecno Megabook K15S?
Quizá el Tecno Megabook K15S sea un portátil que llega con más preguntas que respuestas. Queríamos saber si una marca todavía poco conocida podría plantar cara a gigantes consolidados, y si realmente era esta una propuesta sólida con aspiraciones reales. Después de semanas utilizándolo como equipo principal, ya podemos responder a esto.
No es un equipo perfecto -ninguno lo es-, pero ha conseguido lo más importante: dar confianza. Desde el primer momento sorprende por su diseño sobrio y elegante, que transmite una madurez poco común en fabricantes poco conocidos. Su tapa robusta, su bisagra fluida de 180º o su touchpad desplazado que acaba resultando lógico, son detalles que revelan que Tecno se ha tomado en serio la experiencia de usuario.

Tiene los puertos necesarios para poder conectarle cualquier dispositivo / Fotografía de Eva Luna Rivera
En el apartado de rendimiento, el procesador Intel Core i8 y los 32 GB de RAM colocan al K15S en una liga superior a la que podríamos esperar. Se ve que aquí Tecno no ha querido escatimar, y se nota. El equipo es rápido, fluido y capaz de afrontar tanto multitarea intensiva como edición de vídeo ligera. Eso sí, recuerda que su gráfica integrada no está pensada para el gaming exigente ni trabajos con múltiples efectos, pero para todo lo demás la sensación es de potencia sobrada y estable.
La pantalla FullView de 15,6" es amplia, nítida y cómoda para largas jornadas de uso. Cumple su cometido como escenario funcional para trabajar, estudiar o ver contenidos. Lo mismo puede decirse de su autonomía, que sin ser sobresaliente es más que suficiente para aguantar largas sesiones de trabajo con la tranquilidad de que no vas a quedarte tirado a la primera de cambio.
Parece que el Tecno Megabook K15S es un portátil que demuestra que la marca no ha venido a hacer pruebas, sino a competir. No será la opción para gamers empedernidos ni para editores de vídeo profesionales, pero sí una elección sólida para quienes quieren potencia de sobra, un diseño cuidado y una experiencia sin sobresaltos en el día a día. Para mí, lo más importante es que estamos ante un equipo que cumple lo que promete. Y en un mercado lleno de modelos que hablan más de la cuenta, eso ya es un valor enorme.
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