No es para ver Google Maps: el 65% de los adolescentes usan el móvil al volante por puro entretenimiento
Un estudio revela que los jóvenes se distraen al volante sobre todo por ocio, y no por necesidad

¿Creías que los más jóvenes usaban el móvil al volante solo para seguir el GPS? Pues nada más lejos de la realidad. Y es que un nuevo estudio realizado por el hospital Brigham and Women’s en Estados Unidos, demuestra que el 65% de los adolescentes que usan el teléfono mientras conducen lo hacen por entretenimiento. Ni mapas, ni mensajes urgentes: simplemente no pueden resistirse a mirar una notificación, abrir Instagram, usar apps para ligar o ver un vídeo, aunque estén al volante.
El estudio se encargó de encuestar a más de 1.100 jóvenes conductores, y los resultados obtenidos no dejan lugar a dudas. De media, pasan más del 21% del tiempo de conducción utilizando el móvil. O sea, uno de cada cinco minutos al volante se lo dedican al móvil.
Una distracción que se mide en metros… y en riesgo
A pesar de que el porcentaje de los adolescentes que usan el móvil mientras conducen es alarmante, hay un dato aún más preocupante: el 26,5% de los encuestados admite mirar el móvil durante más de dos segundos seguidos. A 88 km/h, eso equivale a recorrer 46 metros sin mirar la carretera, como si condujeran con los ojos cerrados.
Y si te preguntas por qué lo hacen, la respuesta es sencilla: el 65% dice que es por puro entretenimiento. Un 40% lo hace para enviar mensajes, y solo el 30% lo usa para navegación (a través de apps de GPS como Google Maps o Waze).
La doctora encargada del informe que se ha dado a conocer, Rebecca Robins advierte que “Conducir distraido no solo pone en riesgo al conductor, sino a todos los que comparten la vía con él”. Para la autora principal del estudio, la clave está en crear campañas más efectivas que apelen al comportamiento real de los adolescentes, no solo a los datos.
Entre las recomendaciones más básicas para evitar distracciones figuran activar el modo “No molestar” al conducir, como así también dejar el móvil fuera del alacance visual. Aun así, el problema va más allá de la tecnología: es una cuestión de hábitos y de percepción del riesgo.
Si bien el estudio se centró en zonas no urbanas, los expertos creen que los resultados obtenidos son representativos de una tendencia mucho más amplia. Y si los adolescentes siguen priorizando TikTok sobre su seguridad, y la de los demás, habrá que actuar antes de que los datos pasen de preocupantes a trágicos.