Algunos teléfonos Pixel se están convirtiendo en pisapapeles y Google no parece querer ayudar a resolverlo
Los usuarios informan de Pixel inutilizados tras recibir actualizaciones oficiales, mientras Google se niega a dar herramientas de recuperación por razones de seguridad
Los teléfonos Google Pixel tienen un problema grave: muchos se están quedando completamente inutilizables. El fenómeno afecta principalmente a modelos como Pixel 6, Pixel 7 y Pixel 8, cuyos propietarios ven sus dispositivos convertidos en pisapapeles tremendamente caros tras ciertas acciones o actualizaciones del sistema operativo.
Un técnico ruso ha registrado más de un centenar de casos en su red de tiendas, según informa Android Authority. Los dispositivos quedan bloqueados tanto por modificaciones como por actualizaciones oficiales, incluyendo la controvertida actualización de junio de 2025.
El "brickeado" que Google no quiere solucionar
El término "brickeado" se refiere a dispositivos que quedan tan inútiles como ladrillos. Los problemas surgen por cambios en particiones de arranque, instalación de ROMs personalizadas, downgrade del sistema operativo o, sorprendentemente, tras instalar actualizaciones oficiales distribuidas por el propio Google. Los usuarios afectados no pueden arrancar ni usar sus teléfonos.
La actualización oficial de junio de 2025 ha inutilizado dispositivos que funcionaban correctamente. Propietarios que simplemente mantuvieron sus teléfonos actualizados se encontraron con terminales completamente bloqueados, sin haber realizado modificaciones avanzadas. Esta situación genera frustración porque el propio fabricante distribuye actualizaciones capaces de incapacitar sus productos.
Google mantiene una posición inflexible: no proporcionará imágenes de recuperación para desbloquear dispositivos afectados. La empresa argumenta razones de seguridad, pero técnicos especializados cuestionan esta explicación. Señalan que las imágenes de recuperación son prácticamente idénticas a las de fábrica, salvo la firma digital, sin añadir riesgos sustanciales.
Los problemas con actualizaciones no son nuevos en el ecosistema Pixel. En julio de 2025, Android 16 causó lentitud y fallos en pantallas del Pixel 9 Pro XL. En abril, otra actualización generó notificaciones erráticas que afectaron la recepción de mensajes.
Los problemas de hardware agravan la situación. Google limitó la batería del Pixel 6a por riesgos de sobrecalentamiento extremo, implementando un sistema preventivo automático que reduce el rendimiento. Más grave aún, algunos Pixel 6a han experimentado incendios de batería, y la solución implementada no ha evitado nuevos incidentes.
La respuesta de Google frustra tanto a usuarios experimentados como al público general. La compañía ha reforzado sus mecanismos de protección hasta impedir soluciones autorizadas que podrían recuperar terminales bloqueados por sus propias actualizaciones. Esta política plantea interrogantes sobre la propiedad real de los dispositivos que compramos.
Los técnicos especializados expresan su desconcierto al recibir constantemente Pixel irreparables en sus talleres. Muchos profesionales indican que las imágenes de recuperación solicitadas por la comunidad no añadirían riesgos reales de seguridad, siendo esencialmente idénticas a las proporcionadas originalmente en fábrica por el fabricante.
Si Google mantiene su posición actual, podría erosionar la confianza en la marca. Los usuarios que invierten en teléfonos de gama alta esperan años de servicio y soporte, no dispositivos que pueden quedar inutilizables tras actualizaciones oficiales. La situación cuestiona la fiabilidad del ecosistema Android cuando el propio fabricante no ofrece soluciones.
La única recomendación actual es extrema precaución antes de actualizar, especialmente en modelos Pixel anteriores. La comunidad de usuarios y técnicos continúa esperando una respuesta oficial de Google que incluya herramientas de recuperación para los dispositivos afectados por este problema generalizado.