Google logra la primera ventaja cuántica verificable: su chip Willow supera a los superordenadores 13.000 veces

Google anuncia un avance histórico: su chip cuántico Willow ejecuta con éxito un algoritmo verificable, 13.000 veces más rápido que un superordenador clásico. Nace la era de la computación cuántica práctica

Google logra la primera ventaja cuántica verificable: su chip Willow supera a los superordenadores 13.000 veces
El chip cuántico Willow de Google marca un antes y un después en la historia de la computación
Publicado en Google
Por por Sergio Agudo

Google acaba de publicar en Nature el primer algoritmo cuántico verificable que supera a los superordenadores clásicos. Willow ejecuta Quantum Echoes 13.000 veces más rápido que los sistemas convencionales al calcular estructuras moleculares. Es la primera vez que un ordenador cuántico demuestra una ventaja comprobable en un problema real, no en una prueba teórica. El algoritmo tiene aplicaciones directas en medicina y ciencia de materiales.

Según se recoge en el blog oficial de Google, otros ordenadores cuánticos pueden repetir el experimento y obtener el mismo resultado. Esa verificabilidad marca la diferencia con demostraciones anteriores. El algoritmo permite entender cómo evoluciona la información en sistemas complejos, algo fundamental para analizar moléculas y materiales.

Cómo funciona

Quantum Echoes envía una señal a los qubits, invierte su evolución y escucha el eco que regresa. Ese eco se amplifica y crea una medición extremadamente sensible de estructuras moleculares. Willow se presentó en diciembre de 2024 con capacidad para mantener la estabilidad durante una hora y reducir errores exponencialmente, las características necesarias para ejecutar este tipo de algoritmos con precisión.

En 2019, Google demostró supremacía cuántica resolviendo un problema artificial diseñado solo para lucirse. Quantum Echoes calcula estructuras moleculares comparables con mediciones de laboratorio. Por eso tiene aplicaciones prácticas en el mundo real.

El equipo probó el algoritmo con Berkeley analizando dos moléculas: una de 15 átomos y otra de 28. Usaron datos de resonancia magnética nuclear, la misma tecnología de las resonancias médicas. Los resultados coincidieron con las técnicas tradicionales y añadieron información que normalmente no se puede obtener, de lo que se infiere que la computación cuántica complementa las técnicas establecidas.

La resonancia magnética nuclear detecta los campos magnéticos microscópicos de los átomos. Mejorarla con computación cuántica acelera el descubrimiento de fármacos al mostrar cómo se unen los medicamentos a sus objetivos en el cuerpo. También sirve para diseñar materiales: polímeros, baterías, semiconductores. En marzo de 2024, Google ofreció cinco millones de dólares a quien demostrase usos reales para ordenadores cuánticos.

El siguiente objetivo es conseguir un qubit que mantenga la estabilidad durante mucho más tiempo con corrección automática de errores, el hito tres de su hoja de ruta. A medida que avancen, esperan que aparezcan más aplicaciones útiles para resolver problemas que hoy están fuera del alcance de los superordenadores.

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