¿Son los nuevos dispositivos de Google tan difíciles de reparar? Pues eso parece, según iFixit, que ha "cargado" contra Google
A los que estuvieron atentos al evento made by Google 2019 el pasado martes no les pillará de sorpresa que hablemos de ecología y sostenibilidad, y es que el gigante de Mountain View dejó muy claro en todas las presentaciones de su evento de hardware que la fabricación sostenible y el uso de materiales reciclados había estado en la base del diseño de sus nuevos dispositivos.
No sólo eso, y es que Google presumía en parte de haber conseguido que sus fábricas funcionen casi al 100% con energías limpias, y de que dispositivos como los nuevos auriculares Pixel Buds o el Stadia controller estén hechos con técnicas de construcción submilimétrica, casi un "origami muy complejo" en palabras de la propia Google, sin siquiera dejar tornillos a la vista.
Así a priori todo suena muy bien, Google ha "desarrollado soluciones sostenibles para la producción en masa" de productos electrónicos, y se ha gastado sus buenos dineros en ello porque según Rick Osterloh "tienen la capacidad y la responsabilidad de crear un cambio sistémico" que todos aplaudimos.
Hay voces menos entusiasmadas, sin embargo, con el cambio de paradigma que Google busca a la hora de fabricar dispositivos, y se trata de voces autorizadas como la de los compañeros de iFixit, populares por sus desmontajes y por evaluar la reparabilidad de cualquier gadget que pase por sus manos, que han cargado tintas contra Google afirmando que la ecología no es sólo energía verde y reciclaje.
De hecho, ellos mismos han publicado un artículo criticando que el esfuerzo de sostenibilidad pública de Google se quede en un mero dispendio de fondos para crear fábricas con energía limpia y comprar plástico reciclado, pues al final, y cito textualmente, "lo que sale de la fábrica es un dispositivo complejo e intrincado que será nuestro problema arreglar o desechar de forma responsable".
Las luces y sombras de un plan de sostenibilidad que podría ser más ambicioso
Ni con unos ni con otros, iFixit tiene razón en parte aunque ciertamente ellos mismos reconocen que las energías renovables son buenas, y que una empresa como Google invierta 150 millones de dólares en renovables para países en desarrollo donde la fabricación es clave, pues también es una buena noticia.
El responsabilidad social corporativa debería llevar a todas las empresas y fabricantes a buscar precisamente energías renovables o a invertir en ellas para paliar los efectos nocivos de su producción, pero la ecología no se termina aquí porque reciclar dispositivos también requiere energía en desmontaje, triturado de plásticos, tratamiento de baterías y placas o circuitos, y así un largo etcétera...
Y en el evento ninguno de los responsables de Google que salieron al escenario hablaron de facilidad de reparación, actualizaciones o mejoras y reciclaje de esos productos que a priori están diseñados de manera responsable y eco-friendly.
Las energías renovables y el plástico reciclado son sólo un pasito, aunque queda replantearse si es necesario parar la rueda de las renovaciones de dispositivos cada 12 meses porque las novedades no se trasladan a nuestros antiguos 'gadgets' de Google
Es cierto que utilizar plásticos reciclados es bueno para el medio ambiente, como también lo es que Google esté compensando al 100% la huella de carbono generada al enviar los productos al usuario final, pero en un mercado que rige por la constante expansión y venta de nuevos dispositivos el reciclaje es sólo un pasito que debería llevarnos a una reflexión mayor.
No tiene sentido continuar esta rueda de fabricación de gadgets en constante crecimiento, como tampoco tiene sentido renovar nuestros dispositivos cada 10 ó 12 meses porque el fabricante de turno presenta una nueva iteración y las mejoras no se trasladan al modelo saliente, que todavía tiene recorrido útil para el usuario.
Al menos hubo un halo de esperanza, pues Ivy Ross, la jefa de diseño de productos hardware de Google, afirmó en la palestra que "simplemente no tiene sentido cómo se hacen estas cosas a día de hoy", y que lo realmente sostenible sería plantearse la "reducción de la cantidad de hardware que necesitamos comprar" antes que ninguna otra cosa.
La clave de la sostenibilidad la tenía Ivy Ross: necesitamos reducir la cantidad de hardware que compramos
Es cierto que Google Stadia evoluciona sobre esa idea, pues nos permitirá jugar a videojuegos con calidad de consola sin necesidad de hardware más allá de un gamepad Bluetooth que si bien parece difícil de reparar, al menos sí parece haber sido diseñado cuidadosamente y no será tan costoso para el medio ambiente como una consola de videojuegos al completo.
Pero sigue sin ser la solución, debemos tener la posibilidad de reparar fácilmente nuestro hardware -incluido el Stadia Controller- para evitar compras injustificadas de nuevas unidades, cuando con un simple cambio de batería o de cierto componente se podría recuperar un dispositivo que todavía es funcional y tiene recorrido.
Aquí entra obviamente también la necesidad de que el fabricante lleve las mejoras de software a los dispositivos ya existentes, y es que ciertamente en la parte de hardware no existe evolución palpable que justifique un cambio de móvil, por ejemplo, antes de dos años.
Sin duda es un tema que debemos tratar con cuidado, un jardín para muchos en el que iFixit se ha metido, porque Google es verdad que está muy comprometida con la sostenibilidad, pero también es cierto que todavía se puede caminar mucho más para conseguir un mundo mejor.
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Más información | iFixit
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