El LG G4 no vende como se esperaba y la compañía obtiene una dosis de cruda realidad

El LG G4 no vende como se esperaba y la compañía obtiene una dosis de cruda realidad

Como es lógico, todas las compañías tienen grandes expectativas de ventas cada vez que presentan un nuevo tope de gama. Esas expectativas unas veces se alcanzan, otras incluso se superan, y otras veces se quedan realmente lejos. Este último ha sido el caso del LG G4, teléfono que analizábamos en su momento, y que tal y como informa BusinessKorea, no está vendiendo como la firma surcoreana esperaba.

En concreto, el objetivo principal de LG es el de vender al menos 8 millones de unidades de LG G4 este mismo año, para superar así los 5,8 millones de LG G3 vendidos en el año de su puesta en marcha. Sin embargo, a la salida al mercado del smartphone, los analistas de la compañía eran incluso más optimistas, prediciendo unas ventas de 12 millones de LG G4. Desde luego, unas cifras que se alejan bastante de la realidad, al menos por el momento.

Según la fuente, se espera que al finalizar el segundo trimestre, el LG G4 haya vendido menos de 2 millones y medio de unidades. Si hacemos la cuenta, para llegar al primer objetivo de 8 millones, cada trimestre debería reportar ventas de algo más de 2,6 millones de unidades, por lo que, si se cumplen finalmente las previsiones actuales del segundo trimestre, la compañía tendrá que remontar en el tercer y cuarto trimestre del año, algo que se antoja bastante complicado, sobre todo teniendo en cuenta que a partir de septiembre empezaremos a ver nuevos y mejores terminales.

La importancia del buque insignia

A raíz de estas ventas por debajo de lo esperado del LG G4, las compañías de valores han comenzado a bajar las estimaciones iniciales de beneficios de la división móvil de LG. Daishin Securities ha reducido sus previsiones desde los 92,3 millones de dólares (82,3 millones de euros), a 50,7 millones de dólares (45,2 millones de euros), mientras que Korea Investment & Securities ha pasado de los 104 millones de dólares (92,7 euros) iniciales, a 61 millones (54,4 euros). Es decir, hablamos de unas reducciones en torno al 40% en los beneficios estimados respecto a los primeros informes.

Comenzábamos la noticia diciendo que sobre un buque insignia siempre recaen grandes expectativas, pero al mismo tiempo, también recae una gran responsabilidad. En el caso de LG, hemos comprobado que esta máxima se cumple a rajatabla, y es que el hecho de que las ventas se sitúen por debajo de lo esperado, aunque sea por poco, es capaz de trastocar de una forma brutal las previsiones de beneficios en toda la división móvil. Ahora, veremos si LG toma cartas en el asunto, o por contra, decide centrarse mucho más en su nuevo tope de gama, que veremos este mismo año.

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