"El peor coche en 10 años": un informe alemán destroza la fiabilidad de este modelo de Tesla por fallos "graves y peligrosos"

Tesla acaba de recibir un golpe especialmente duro desde Alemania. El Informe TÜV 2026, probablemente el documento automotriz más prestigioso y temido del país, ha situado al Tesla Model Y como el peor vehículo de su categoría en fiabilidad, basándose en millones de inspecciones de la ITV. Según los datos analizados, el que hasta hace nada presumía de ser el coche más vendido del mundo es, además, el vehículo con la tasa de defectos más alta de los últimos 10 años.

Para quien no esté familiarizado, la Asociación TÜV no pregunta a los conductores ni recopila opiniones: desmonta coches, los examina pieza por pieza y decide si pueden o no seguir circulando. En esta edición han analizado 9,5 millones de inspecciones, y el resultado para el Model Y es demoledor: el 17,3 % de las unidades de entre 2 y 3 años ha suspendido por defectos descritos como "significativos" o directamente "peligrosos". La media de fallos del resto de modelos es del 6,5 %. Y por si fuera poco, el Tesla Model 3 tampoco se salva, quedando antepenúltimo.

Suspensión, frenos y problemas de iluminación: los puntos negros del Tesla Model Y

El diagnóstico de los inspectores alemanes no sorprende a quienes llevan tiempo siguiendo las incidencias más comunes de Tesla. Según el documento, las averías más frecuentes en el Model Y afectan a elementos de la suspensión del eje, incluidos los ya conocidos bujes del brazo de control, un problema que arrastra la marca desde hace años

A esto se suman fallos importantes en los discos de freno. Y aquí entra un fenómeno típico de los vehículos eléctricos: al usar frenado regenerativo la mayor parte del tiempo, los frenos físicos se emplean mucho menos, lo que en climas húmedos favorece la oxidación y la corrosión. ¿Consecuencia? Discos en mal estado que no pasan la inspección pese a que el sistema mecánico funcione correctamente.

¿Es un problema de Tesla o de los eléctricos?

El informe es claro: no es una cuestión del coche eléctrico, sino de Tesla. En el mismo documento, modelos como el Mini Cooper SE o el Audi Q4 e-tron obtienen tasas de defectos de apenas 3,5 % y 4 %, respectivamente, cifras excelentes que contrastan con el desplome del Model Y.

Lo llamativo es que el sistema de propulsión eléctrica de Tesla sigue siendo sólido y apenas contribuye a la mala nota. La peor parte proviene de elementos más "terrenales": suspensión, frenos y componentes básicos que, en teoría, no deberían marcar tanta diferencia entre fabricantes.

Un aviso serio para la marca

Según la opinión de Electrek, el veredicto de TÜV es especialmente incómodo por dos razones. Primero, porque Alemania es uno de los mercados donde se miran con lupa los estándares de calidad. Y segundo, porque un 17,3 % de suspensos en la primera inspección obligatoria ya no pueden respaldarse con el argumento de que son "casos aislados” o "exageraciones" por parte de los medios.

El Model Y sigue siendo un coche eficiente, rápido y tecnológicamente puntero, pero los datos del informe -y el hecho de que sea el peor de la última década- obligan a Tesla a enfrentarse a una realidad: hay fallos estructurales en componentes clave, y los usuarios deberían estar informados y revisarlos con más frecuencia de la habitual.