Una semana con el Škoda Elroq, la prueba de que los fabricantes europeos sí saben hacer buenos coches eléctricos económicos

He pasado una semana al volante del coche eléctrico de Škoda más económico que se puede comprar en España

Una semana con el Škoda Elroq, la prueba de que los fabricantes europeos sí saben hacer buenos coches eléctricos económicos
El Škoda Elroq en su versión 85 de color blanco, en la modalidad First Edition / Fotografía de Christian Collado
Publicado en Movilidad

Vivimos en una era de ruido y furia en el mundo del motor. Una época de promesas mesiánicas, de cifras de aceleración que rozan lo absurdo y de diseños tan extravagantes que a veces parecen sacados de una película de ciencia ficción. La electrificación ha traído consigo una oleada de nuevos actores, especialmente desde China, que han puesto la industria patas arriba con propuestas audaces y, a menudo, con un marketing tan agresivo que resulta casi abrumador.

Y en medio de esta tormenta perfecta, a veces se nos olvida lo más importante: un coche, al final del día, tiene que ser una herramienta. Una herramienta que te haga la vida más fácil, que sea fiable, cómoda y, a ser posible, que no te obligue a hipotecar tu casa para poder disfrutarla.

Hace unos meses, tuve una primera y breve toma de contacto con el Škoda Elroq, el nuevo SUV cien por cien eléctrico de la marca checa. Y confieso que, aunque me dejó un buen sabor de boca, no me voló la cabeza. No tenía una pantalla giratoria, ni un asistente de voz con forma de holograma, ni un 0 a 100 en dos segundos. Era, simplemente, un coche. Un coche bien hecho. Ahora, después de haber pasado una semana completa con él, he llegado a una conclusión mucho más profunda y, para mí, mucho más reveladora.

El Škoda Elroq no es el coche eléctrico más emocionante que he probado este año. Pero es, sin ningún género de dudas, el más inteligente. Es un ejercicio de lógica aplastante, un vehículo que no necesita fuegos artificiales para demostrar su valía porque cada una de sus decisiones de diseño e ingeniería está pensada por y para el usuario. Y en esa aparente sencillez, en esa obsesión por el detalle útil, reside su verdadera genialidad. Es el coche que me ha recordado que, a veces, la compra más inteligente no es la que te acelera el pulso, sino la que te lo calma.

+ Pros

  • Diseño inteligente, práctico y de calidad
  • Excelente comportamiento en carretera
  • Buena autonomía y carga rápida
  • Muy buena relación calidad/equipamiento/precio

- Contras

  • El maletero no es de los más grandes de su clase
  • Elemento2
  • Elemento3
92Sobre 100

Precio y versiones del Škoda Elroq

El Elroq está disponible en España desde principios de año, a un precio que parte desde 28.250 euros (sujeto a financiación). Dependiendo de la versión y el acabado, el precio puede llegar hasta los 46.120 euros en la versión Sportline 85. También existe una versión aún más deportiva, con el apellido vRS.

Dependiendo de la configuración elegida, el PVP varía.

Versión batería (kWh)AcabadoPVPR Lista (€)PVPR Contado (€)PVPR Financiado (€)
55 kWh (52 kWh neta)Elroq 5034.490 €30.700 €28.250 €
63 kWh (59 kWh neta)Elroq 6038.390 €34.600 €32.050 €
63 kWh (59 kWh neta)Elroq Sportline 6041.420 €37.600 €34.950 €
82 kWh (77 kWh neta)Elroq 8543.480 €39.700 €36.950 €
82 kWh (77 kWh neta)Elroq Sportline 8546.120 €42.350 €39.500 €

Un diseño inteligente y sin estridencias

Estetica del Škoda Elroq

La parte frontal del Škoda Elroq, con su franja luminosa como gran protagonista / Fotografía de Christian Collado

Si hay algo que define el nuevo lenguaje de diseño "Modern Solid" de Škoda, es la honestidad. El Elroq no intenta ser lo que no es. No es un deportivo camuflado de SUV ni una nave espacial con ruedas. Es un coche familiar, funcional, y su estética es un reflejo perfecto de esa filosofía. Sus líneas son limpias, robustas y, sobre todo, increíblemente prácticas.

El frontal, con la nueva parrilla "Tech-Deck Face" que integra los sensores y las luces diurnas LED en una única pieza de cristal oscuro, le da un aspecto moderno y tecnológico, pero sin estridencias. Los pasos de rueda, de formas cuadradas, y la línea de techo recta maximizan el espacio interior, una decisión que prioriza la habitabilidad por encima de la aerodinámica más agresiva. Quizás no gire tantas cabezas como algunos de sus rivales chinos, pero transmite una sensación de solidez y de producto bien pensado que, personalmente, valoro enormemente.

Pero la verdadera magia de un Škoda, esa que te saca una sonrisa cómplice y te hace pensar "qué listos son estos tíos", reside en los detalles "Simply Clever". Y el Elroq está plagado de ellos. Desde la ya mítica rasqueta para el hielo escondida hasta el paraguas que se oculta en un compartimento en la puerta del conductor. Son pequeñas genialidades que demuestran un conocimiento profundo de las necesidades reales de un conductor. Y en un coche eléctrico, donde cada detalle cuenta, Škoda ha ido un paso más allá, incluyendo, por ejemplo, una red oculta bajo la bandeja del maletero, en la que guardar el cable de carga.

Si por fuera convence por su lógica, por dentro enamora por su espacio. A pesar de sus 4,42 metros de largo, que lo sitúan en el corazón del segmento de los SUV compactos, la sensación al entrar es la de estar en un coche de una categoría superior. La plataforma MEB del Grupo Volkswagen, con su enorme distancia entre ejes y la ausencia de túnel de transmisión, permite un aprovechamiento del espacio interior espectacular.

Las plazas traseras son, sencillamente, gigantescas. Un adulto de mi estatura (1,83) puede sentarse detrás de un conductor igual de alto con un espacio para las rodillas y la cabeza que es, directamente, el mejor de su clase. Es un coche perfecto para una familia, un vehículo en el que cuatro o incluso cinco adultos pueden viajar con un buen nivel de confort.

El maletero, con 470 litros de capacidad, no es el más grande de su segmento, pero sí uno de los más prácticos. Cuenta con un doble fondo, ganchos para bolsas y todo tipo de soluciones para organizar la carga. Sin embargo, y aquí encontramos uno de sus pocos puntos débiles, el Elroq no tiene un maletero en la parte frontal. Ese espacio, que en otros eléctricos como el Tesla Model Y (2025) se aprovecha para guardar los cables de carga, aquí está ocupado por componentes del sistema de climatización. Es una pena, porque ese "frunk" es uno de esos detalles que marcan la diferencia en el día a día.

Škoda Elroq interior

La versión First Edition cuenta con una tapicería mixta en blanco/negro y cinturones de color naranja / Fotografía de Christian Collado

En cuanto a la calidad de los materiales, el Elroq vuelve a hacer gala de su pragmatismo. No encontrarás lujos innecesarios ni (demasiados) plásticos brillantes que imitan al piano. En su lugar, Škoda ha optado por materiales reciclados y sostenibles, con un tacto agradable y, sobre todo, con una apariencia de durabilidad que da mucha confianza. Los ajustes son impecables, no hay ni un solo crujido, y la sensación general es la de un interior hecho para aguantar el trote de una familia durante muchos años.

Al volante del Elroq: confort inesperado y una agilidad que sorprende

Conduciendo el Škoda Elroq

Conduciendo el Škoda Elroq / Fotografía de Christian Collado

Si el interior del Elroq te conquista por su espacio y su lógica, la experiencia de conducción te enamora por su suavidad y su sorprendente dinamismo. He tenido la suerte de probar durante esta semana la versión 85 de 286 CV con tracción trasera, y me ha parecido, sencillamente, una de las mejores puestas a punto que he probado en un coche eléctrico de este segmento.

La conducción del Elroq es, ante todo, increíblemente cómoda. La suspensión filtra las irregularidades del asfalto con una maestría impropia de un coche de este precio. La dirección es suave y precisa, y el aislamiento acústico es soberbio, convirtiendo los viajes por autopista en una experiencia sumamente relajante.

Pero lo que de verdad me ha sorprendido es su agilidad. A pesar de ser un coche eminentemente familiar y confortable, la respuesta del motor eléctrico es instantánea y contundente. El Elroq 85 acelera de 0 a 100 km/h en solo 6,6 segundos, una cifra que le permite moverse con una soltura y una viveza que no te esperas. Los adelantamientos en carreteras secundarias o las incorporaciones a la autovía se realizan con una seguridad y una facilidad pasmosas. No es un deportivo, ni pretende serlo, pero esa reserva de potencia siempre disponible le da un toque de dinamismo que se agradece enormemente.

Autonomía y carga: la tranquilidad de saber que vas a llegar (de verdad)

Cargando el Škoda Elroq

Cargando el Škoda Elroq / Fotografía de Christian Collado

Llegamos al que es, sin duda, el campo de batalla más importante en el mundo del coche eléctrico. Y aquí, el Škoda Elroq no solo cumple, sino que da una auténtica lección de honestidad y eficiencia.

La versión que he probado, la 85, equipa una batería de 77 kWh de capacidad neta y homologa una autonomía en ciclo WLTP de 578 kilómetros. Y aquí viene la gran noticia: a diferencia de lo que ocurre con algunos de sus rivales, que anuncian cifras estratosféricas que luego son imposibles de replicar en el mundo real, la autonomía del Elroq es sorprendentemente realista.

Puerto de carga

El puerto de carga del Škoda Elroq, capaz de admitir hasta 150 kW de potencia de carga para pasar del 20 al 80% en menos de media hora / Fotografía de Christian Collado

En mi semana de pruebas, con una conducción mixta de ciudad, carreteras secundarias y autopista, y sin obsesionarme con la eficiencia, he conseguido consumos medios que se han movido en torno a los 16-17 kWh/100 km, lo que se traduce en una autonomía real que siempre ha superado los 450 kilómetros, y que en condiciones favorables puede acercarse peligrosamente a los 500. Es una cifra fantástica, que te da la tranquilidad de poder afrontar un viaje largo sin tener que planificar cada parada con la precisión de un cirujano.

Y cuando toca parar, el proceso también es rápido y sencillo. El Elroq admite una potencia de carga máxima en corriente continua de 175 kW, lo que le permite pasar del 10% al 80% de la batería en menos de 28 minutos. Es decir, en lo que tardas en tomarte un café y estirar las piernas, tienes el coche listo para recorrer otros 350 o 400 kilómetros.

Existen versiones con menor capacidad de batería que homologan diferentes autonomías. En la tabla bajo estas líneas se pueden consultar las cifras proporcionadas por la marca en cuanto a autonomía, potencia y capacidad:

Versión50608585x (Disponible en verano)
Capacidad de batería (Neto) (kWh)55 (52)63 (59)82 (77)82 (77)
Tiempo de carga CC (10-80%)25 minutos24 minutos28 minutos28 minutos
Potencia (kW)170204286286
Potencia máxima (CV)160160180180
Aceleración 0-1009,0 seg8,0 seg6,6 seg6,6 seg
Autonomía (kW)374428578562
TracciónTraseraTraseraTraseraTotal

Un interior tecnológico que no abruma

Interfaz del Škoda Elroq

La interfaz de usuario del Škoda Elroq es intuitiva, sencilla y cargada de funciones útiles / Fotografía de Christian Collado

Si hay algo que define la experiencia tecnológica a bordo del Elroq es la sensatez. Škoda ha huido de la moda de las pantallas gigantescas y de la eliminación de los botones físicos para crear un entorno digital que es, a la vez, moderno y increíblemente fácil de usar.

El salpicadero está presidido por una pantalla central de 13 pulgadas con una interfaz rápida, intuitiva y con unos gráficos fáciles de entender. El sistema operativo es propio de Škoda, pero es totalmente compatible con Android Auto y Apple CarPlay de forma inalámbrica, lo que para mí es la mejor solución posible.

App MySkoda

La app MySkoda permite controlar distintos parámetros del Škoda Elroq, como el bloqueo de las puertas, el nivel de batería o la climatización de manera remota / Fotografía de Christian Collado

Pero lo que de verdad me ha conquistado es que Škoda ha mantenido controles físicos para las funciones más importantes, como la climatización o el volumen. Es una decisión que aplaudo con todas mis fuerzas, y que demuestra que la marca escucha a sus usuarios (y a Euro NCAP).

El cuadro de instrumentos digital, de 5,3 pulgadas, es pequeño pero muy completo. Y se complementa a la perfección con el Head-Up Display con realidad aumentada. Confieso que al principio, ver las flechas de navegación proyectadas "virtualmente" sobre la carretera me resultó un poco intrusivo. Sin embargo, después de un par de días, te acostumbras y se convierte en una herramienta increíblemente útil que te permite seguir las indicaciones sin apenas apartar la vista de la carretera.

Conclusión: ¿vale la pena el Škoda Elroq?

Parte trasera del Škoda Elroq

Sin duda, uno de los coches más atractivos e inteligentes que existen en el mercado ahora mismo / Fotografía de Christian Collado

Llego al final de este análisis con una certeza absoluta: el Škoda Elroq es uno de los coches eléctricos más inteligentes y recomendables que puedes comprar en 2025. No es el más rápido, ni el más lujoso, ni el que tiene la tecnología más futurista. Y precisamente por eso, porque no intenta ser lo que no es, es por lo que es tan brillante.

Es un coche que lo hace todo bien. Es cómodo, espacioso, tiene una autonomía real excelente y una tecnología que funciona a la perfección sin abrumarte. Es el triunfo de la lógica, del pragmatismo, de la ingeniería al servicio de las personas.

Y si a todo esto le sumamos un precio que, con las ayudas del Plan MOVES III y la financiación de la marca, puede arrancar en unos increíbles 22.700 euros, la ecuación es, sencillamente, imbatible. El Škoda Elroq es la prueba irrefutable de que no hace falta mirar a China para encontrar un coche eléctrico de calidad, asequible y, sobre todo, increíblemente inteligente. Es, sin duda, la compra más lógica en un mercado que, a menudo, parece haber perdido el norte.

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