"Tasas de fallo catastróficas": alertan sobre la muerte prematura de las baterías LG en miles de Tesla Model 3 y Model Y
Un informe técnico alerta de que las baterías LG NCM811 de ciertos Tesla sufren una degradación prematura que hace inviable su reparación
EV Clinic, un taller de Croacia especializado en reparación de vehículos eléctricos, ha detectado un patrón de averías estructurales en los Tesla Model 3 y Model Y. Según su informe técnico, las baterías fabricadas por LG en China están fallando masivamente mucho antes de lo previsto, obligando a sustituir el paquete completo porque la reparación por módulos resulta inviable económicamente.
La alerta llega desde ArenaEV, recogiendo los datos de estos expertos. El problema no es generalizado, sino que afecta específicamente a las versiones Long Range y Performance equipadas con celdas NCM811 de LG Energy Solution, una configuración química muy habitual en las unidades vendidas en Europa y Asia durante los últimos años.
Una degradación interna que no tiene arreglo
Al analizar estos paquetes, los técnicos han encontrado un fallo sistémico. A diferencia de las celdas Panasonic que envejecen de forma estable, las de LG muestran una degradación uniforme y acelerada. La resistencia interna se dispara por encima de los 100 mΩ en casi todos los módulos a la vez, lo que hace inútil cambiar solo las piezas afectadas.
La diferencia de vida útil es notable. Según los registros del taller, las baterías americanas aguantan cerca de 400.000 kilómetros antes de dar problemas reparables, mientras que estas LG empiezan a fallar estructuralmente a los 240.000 kilómetros. Es un dato que choca con las promesas de nuevas baterías diseñadas para durar décadas que la industria vende habitualmente.
El fallo es tan grave que EV Clinic asegura perder dinero intentando arreglarlos. Mientras leemos sobre avances que permiten cargas ultrarrápidas sin degradación, la realidad de estos packs es que generan pérdidas de 20.000 euros mensuales al taller en horas y material. Han tenido que imponer una tasa previa solo para evaluar la viabilidad de la reparación.
Para el propietario, las cifras son difíciles de justificar. Un diagnóstico ronda los 1.200 euros y una reparación parcial parte de los 5.500. Sin embargo, los expertos recomiendan desistir y montar un pack reacondicionado de otra marca, una operación que se va a los 8.000 euros antes de impuestos, confirmando que la reparación modular aquí es un gasto inútil.
El problema se agrava porque muchas de estas unidades están a punto de salir de la garantía oficial de 8 años o 192.000 kilómetros. Esto deja a los dueños del coche eléctrico más vendido en España ante una situación complicada, viendo cómo el valor de su vehículo puede desplomarse si el componente más caro tiene fecha de caducidad.
La recomendación de los especialistas es rotunda: si tienes uno de estos modelos y empieza a fallar, no gastes dinero en parches. Busca un reemplazo completo o intenta tramitar la garantía si estás a tiempo, porque intentar arreglar estas celdas defectuosas es una inversión a fondo perdido que no solucionará el problema de fondo.