Suena como un ampli, cabe en la mano, tiene sonido 360º, batería infinita y un descuentazo en Amazon

Hay objetos que se vuelven parte de ti sin que te des cuenta. Un altavoz, por ejemplo, puede sonar a algo simple, cotidiano, casi trivial. Pero hay días en los que necesitas un dispositivo que tenga presencia, un sonido que no invada, pero que te envuelva. Una compañía que no pida demasiado a cambio.

Quizá por eso tantos terminamos enamorándonos del Marshall Emberton II. No es el altavoz más grande ni el caro, pero sí uno de los que más sorprenden porque se integra en tu vida con una naturalidad casi íntima. Lo colocas en un rincón, pulsas el botón dorado y, de pronto, el día cambia de color. Y si encima hoy puedes comprarlo con 90 euros de descuento, la pregunta deja de ser "¿lo necesito?" y pasa a ser "¿por qué no lo tengo ya?".

Este modelo tiene un precio oficial de 179 euros, y es algo que puedes comprobar en la propia web de Marshall. Sin embargo, ahora tanto Amazon como MediaMarkt nos dan la oportunidad de comprarlo por 89 euros. Es un descuento brutal en uno de esos altavoces inalámbricos dispuestos a cambiar tu manera de relacionarte con la música.

Marshall Emberton II: el altavoz que hace que te quieras quedar un rato más

Hay algo en los productos Marshall que es difícil de explicar con palabras, pero que es siente en cuanto los tienes frente a ti. Esa estética icónica, de amplificador vintage, con la rejilla metálica y el logo en relieve, tiene personalidad. Evoca historia, conciertos, guitarras, noches largas y recuerdos compartidos. Y, sin embargo, el Emberton II no es un objeto que imponga ni decore por encima de ti. Es compacto y manejable, pesa unos 700 gramos, lo justo para transmitirte solidez pero no tanto como para que lo pienses dos veces antes de moverlo.

Es un altavoz resistente, diseñado para seguir tu ritmo

Lo más especial del Emberton II no está en las cifras, sino en cómo suena. Dentro hay dos altavoces de 2 pulgadas y dos radiadores pasivos que impulsan los graves. Sobre el papel puede no decir mucho, pero luego lo enciendes y entiendes por qué tanta gente habla bien de él. Los graves son cálidos, las voces suenan limpias y los agudos definidos. Además, la tecnología True Stereophonic que Marshall describe como un sonido 360º auténtico haces que puedas ponerte detrás, a un lado o en diagonal y que siga sonando bien.

Es una pasada. Hay que tener en cuenta que vengo de un altavoz lowcost de gama media baja, que me ha dado un buen servicio, pero la calidad de audio del Marshall es impresionante. Suena muy bien y los bajos son potentes. Lo recomiendo sin ninguna duda

Algo que se agradece muchísimo es cómo gestiona el volumen. Hay altavoces portátiles que, al subirlos, empiezan a sonar metálicos, comprimidos o directamente molestos. Este no. El Emberton II sube de forma orgánica, manteniendo claridad y control. No se puede decir de otra manera, es el sonido Marshall, con todas las letras.

Decir que ofrece hasta 30 horas de autonomía suena bien, pero vivirlo es otra cosa. Lo cargas una vez y te dura días, literalmente. Es ese tipo de autonomía que te libera y te invita a usarlo más porque te despreocupas de su batería. No piensas si aguantará, simplemente lo usas porque lo das por hecho. Si te vas un fin de semana, te lo puedes llevar sin el cargador y no pasará nada. Además, tiene certificación IP67, así que aguantará polvo y salpicaduras. No es un altavoz delicado, es un altavoz que sigue tu ritmo y te permite utilizarlo sin tener que estar pendiente de él.

No sé si te has dado cuenta, pero Marshall mantiene uno de sus detalles más bonitos, y es su botón multidireccional. Se trata de un control físico, dorado y con textura. Es un clic que se siente, te recuerda cómo se manipulaba la música antes de las pantallas táctiles. Con ese único dial puedes subir y bajar el volumen, cambiar de canción, poner en pausa, encender, apagar... Y es algo que haces sin mirar porque es intuitivo y práctico. La verdad, tiene algo de nostálgico que mola mucho.

Ahora que tiene un descuento de 90 euros, es muy difícil ignorar este altavoz que, tal y como yo lo veo, lo tiene todo: estética icónica, sonido de referencia, fabricación sólida y batería infinita. Se coloca en un punto donde la relación calidad-precio se vuelve prácticamente redonda, ese tipo de oferta que aparece pocas veces y que no conviene ignorar.

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