Elon Musk tenía razón, la caída de X se debió a un ciberataque. Dark Storm se atribuye el hackeo

La red social X, la anteriormente conocida como Twitter, saltó al foco mediático en los últimos días por los graves fallos y caídas que estaba sufriendo el sistema, algo que el propio Elon Musk atribuía a un ataque organizado. Finalmente, tras revelarse que el grupo de hackers activistas Dark Storm se atribuye dicho ataque, se confirman las hipótesis del magnate sudafricano y ya se sabe que este grupo se movilizó por boicot a las polémicas inclinaciones políticas que él, junto a la administración Trump, han dejado a la vista recientemente.

Dark Storm, el grupo "hacktivista" tras el ataque a X

Dark Storm es la organización que se ha atribuido el ataque a la red social X, el cual generó problemas serios de funcionamiento durante los últimos días y que, de hecho, todavía arrastra secuelas días después. Este grupo, formado por hackers de diversas partes del mundo, se congregaron digitalmente para llevar a cabo un ataque contra X y otras empresas y administraciones occidentales.

Este grupo hacktivista se caracteriza por defender a través de Internet los derechos en favor de Palestina, y lleva a cabo ataques informáticos a modo de boicot a aquellas administraciones y países que se posicionan claramente a favor de Israel y, en este caso, con los megalómanos planes que el propio Trump describió de convertir Gaza en un resort de lujo, algo que generó reacciones, no solo a nivel activista, sino también en instituciones europeas, que vieron con perplejidad cómo Estados Unidos se alinea con Israel más que nunca.

El foco de polémicas contante de Musk

Sea de manera intencionada, o no intencionada como en esta ocasión, desde que Elon Musk dio el paso de comprar Twitter (también por accidente, al no poder echarse atrás), la red social ha sufrido un cambio profundo en todos los aspectos. Los verificados ya no se proporcionan por ser una persona notoria, sino por pagar una cuota; todo del branding de Twitter desapareció para pasar a ser una X; los problemas de bots, más que reducirse, son mayores que nunca; y la moderación de contenidos de odio se ha reducido al mínimo.

Después, con las polémicas creadas por el propio Musk desde que se alió con Donald Trump, incluso comenzó a compartir mensajes de injerencia política apoyándose en los partidos de la extrema derecha europea, mostrando así su capacidad para ejercer influencia en la política de cualquier país que se proponga. Así, con un bagaje tan pesado, grupos hacktivistas como Dark Storm han comenzado a actuar explícitamente en su contra.