Mastodon, la alternativa libre a X, no para de obtener malos resultados. Ahora su CEO se marcha
Eugen Rochko deja el cargo tras casi una década al frente del proyecto. La red social se reestructura como organización sin ánimo de lucro en plena crisis de usuarios.
Eugen Rochko ha tirado la toalla como CEO de Mastodon tras casi diez años al frente de la red social descentralizada. El fundador reconoce que está quemado y que la presión del proyecto le ha pasado factura. Deja el cargo, aunque seguirá como asesor, en medio de una reestructuración que convierte Mastodon en una organización sin ánimo de lucro. Y la cosa viene mal: la plataforma sigue muy por detrás de rivales como Bluesky en número de usuarios activos.
TechCrunch recoge que Felix Hlatky asume ahora la dirección ejecutiva, con un perfil más centrado en encontrar modelos de financiación viables sin depender de capital riesgo tradicional. El equipo directivo se completa con Renaud Chaput como Director Técnico, Andy Piper en Comunicación y Philip Schröpel en Producto. En la junta directiva entran nombres como Biz Stone, cofundador de Twitter, junto a Karien Bezuidenhout, Esra'a Al Shafei y Hannah Aubry. Vamos, que no le faltan perfiles de peso.
El millón de euros de Rochko y el giro sin ánimo de lucro
Rochko se lleva una compensación única de 1 millón de euros por haber cobrado durante años por debajo de lo que marca el mercado en su puesto. Mastodon ha completado su transición legal a entidad sin ánimo de lucro en Estados Unidos y está tramitando la figura equivalente en Bélgica, después de perder el estatus en Alemania.
Hlatky ha dejado claro que no habrá compatibilidad con AT Protocol de Bluesky ni con nostr. Mastodon se vende como una red "a prueba de multimillonarios", algo que encaja con su reciente transformación en organización sin ánimo de lucro y que ahora se refuerza con esta reestructuración. La idea es que ninguna fortuna personal pueda tomar el control de la plataforma, a diferencia de lo que pasó con X, o lo que ocurre con Threads o Facebook.
El problema es que Mastodon tiene 10 millones de usuarios registrados pero menos de un millón activos al mes. El pico de 2022 quedó atrás y ahora está muy lejos de los 40 millones de usuarios que tiene Bluesky. La red descentralizada, que llegó a Android como alternativa sin censura ni publicidad, no consigue retener a los usuarios que llegan en oleadas cuando hay polémicas en X.
El nuevo equipo tendrá que demostrar si el modelo sin ánimo de lucro funciona frente a plataformas respaldadas por grandes inversores o corporaciones tecnológicas. De momento, Mastodon amplía su financiación en Europa y reorganiza su estructura legal, pero las cifras de usuarios siguen siendo el principal lastre de una red que técnicamente funciona pero que no termina de despegar.