Samsung Galaxy S7, Galaxy S8 y Galaxy S9, ¿realmente sus cámaras son tan diferentes?

Las estrellas del Mobile World Congress 2018 y de paso los smartphones más avanzados de la plataforma Android al menos hasta que alguien discuta su trono, y es que los Samsung Galaxy S9 no han tenido realmente competencia hasta la fecha, a la espera de novedades por parte de Huawei, Xiaomi y LG, entre otros, a partir de la semana próxima.

Sin embargo, y aunque nadie discute la hegemonía de los dos sabores de la novena iteración de la gama Galaxy S de Samsung, que pronto recibirán su pertinente soporte a ARCore y a sus capacidades con la realidad aumentada, lo cierto es que las críticas a su cacareada cámara con apertura variable y grabación de vídeo en slow motion no se han hecho esperar.

Muchas comparativas mediante, algunas con lo más granado de la plataforma Android y otras con sus antecesores en la gama más noble de Samsung, han conseguido que algunas voces hayan criticado abiertamente a DxOMark por su sistema de puntuaciones, pues realmente hay escenarios en los que el Samsung Galaxy S9 ni siquiera consigue superar los resultados de Galaxy S7 y Galaxy S8. ¿Son tan diferentes entonces las cámaras de los últimos Samsung Galaxy S?

Continuidad sobre papel, y es que lo que funciona no hay por qué tocarlo...

Sobre el papel, no parece que el gigante coreano haya empeorado en ningún aspecto las cámaras de su nueva gama alta, de hecho si atendemos a especificaciones todo parecería apuntar a que, a priori, los resultados del nuevo sensor con apertura variable deberían ser mucho mejores en muchas condiciones, pues permiten regular la luz que capta el sensor a la hora de realizar la toma.

Además, Samsung por fin se atreve en su gama más noble y representativa a colocar módulos de doble sensor y sistemas de desenfoque para que sus Galaxy S vean borroso, aunque lo haya hecho realmente con ciertas reticencias, pues el sistema dual con zoom óptico y desenfoque bokeh lo adopta sólo el modelo de mayor tamaño.

Hace tiempo ya que Samsung entendió la carrera de los megapíxeles como algo sin sentido, y desde el Galaxy S7 no se ha variado la resolución de 12 MP del sensor principal, que se mantiene invariable en esos 12 megapíxeles mejorando el resto del elenco que lo acompaña, como la apertura, las lentes, el software, etcétera.

Sobre el papel, estas son las diferencias en el apartado fotográfico entre los últimos Galaxy S:

Continuidad absoluta en cuanto al hardware, pues del Galaxy S7 al Galaxy S8 no se modificó el sensor principal mejorando tan sólo la cámara frontal, y dejando para el Galaxy S9 el nuevo sensor con apertura variable que tan controvertidos resultados está consiguiendo. Samsung venía de liderar todos los análisis con permiso de los Google Pixel en cuanto a la fotografía, así que el listón lo tenía muy alto.

Si no sabéis qué significa eso de una apertura variable, os lo explicamos. Cuanto mayor sea la apertura que indica el habitual número "f/", más luz dejará pasar el sensor y más luminosas se verán las fotografías, además de sumar un efecto de desenfoque mayor por la profundidad de campo.

Si la apertura es pequeña, por el contrario, el desenfoque será mucho menor y en escenas de luz abundante los resultados serán mejores.

Dicho esto, también cabe destacar el nuevo modo de grabación de vídeo a cámara súper-lenta, novedad del Galaxy S9 que sus antecesores no pueden ni soñar, y que consigue unos resultados alucinantes sin necesidad de cámaras profesionales.

Viviendo en el ojo del huracán

Samsung sabía que sus Galaxy S9 serían revisados con lupa por la crítica, y aunque la mayoría de análisis en medios otorgan al nuevo buque insignia coreano unos resultados excelentes, lo cierto es que hay que reconocer que en algunas situaciones la cámara del Galaxy S9 no es perfecta y debe mejorarse.

Seguramente el gigante coreano se haya guardado margen, de hecho su innovador sensor de apertura variable es único en el mercado de smartphones, y el software que lo controla así como próximas iteraciones del mismo módulo, lo más probable es que consigan mejorar todavía más unos resultados que en calidad siguen estando muy altos.

Es cierto que a veces la nueva cámara de Samsung tiende a sobre-exponer las tomas y a quemarlas con exceso de luminosidad, también a veces desenfoca demasiado por abrir en exceso el sensor, y otras veces trepida totalmente la imagen. Muchos problemas para un smartphone que se supone la élite de la plataforma Android y del mayor fabricante de teléfonos inteligentes del mundo.

Suponemos que también es una cuestión de práctica y ajustes manuales mejorar las tomas, pero seguro que a Samsung le queda margen en cuanto a procesado de imagen y firmware de la cámara para mejorar todo esto sin mayores problemas, cosa que esperamos que al menos se intente en futuras actualizaciones del terminal.

Por el momento, queda dejaros con la comparativa para que valoréis la evolución en cuanto a fotografía móvil de los últimos tres Samsung Galaxy S, ahí queda eso:

Juzgad por vosotros mismos, pero dejadnos vuestros comentarios porque siempre es interesante palpar vuestra opinión, la de los usuarios que al final decidirán comprarse un Galaxy S9 o un Galaxy S8, o un Galaxy Note8...

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