Samsung habría dado carpetazo al Galaxy S26 Edge: el público no quiere smartphones ultrafinos

Samsung cancela el Galaxy S26 Edge y abandona los móviles ultrafinos tras el fracaso de ventas del S25 Edge, que apenas vendió 1,31 millones de unidades frente a los 12,18 millones del S25 Ultra

Samsung habría dado carpetazo al Galaxy S26 Edge: el público no quiere smartphones ultrafinos
El Galaxy S26 Edge no llegará a las tiendas: Samsung ha frenado su desarrollo por completo tras comprobar que el público rechaza sacrificar batería y cámaras a cambio de 5,88 mm de grosor
Publicado en Samsung Galaxy S
Por por Sergio Agudo

Samsung ha cancelado el Galaxy S26 Edge antes de llegar a producción. La compañía surcoreana ha frenado en seco su experimento con móviles ultrafinos tras el pinchazo comercial del Galaxy S25 Edge, que apenas alcanzó 1,31 millones de unidades vendidas hasta agosto, muy lejos de los 12,18 millones del S25 Ultra, los 8,28 millones del modelo base y los 5,05 millones del S25 Plus.

La noticia ha sido recogida por Android Headlines, que cita informes aparecidos en Corea del Sur, por lo que recomendamos una sana dosis de escepticismo. Lógicamente no hay nada confirmado aún, pero de ser así esto devuelve la gama Galaxy S26 a tres modelos y demuestra que el mercado no paga precios premium por dispositivos que renuncian a batería y cámaras.

Batería pequeña, ventas nulas: el coste real de adelgazar

Samsung habría dado carpetazo al Galaxy S26 Edge: el público no quiere smartphones ultrafinos

Render de lo que iba a ser el Galaxy S26 Edge | Imagen: Android Headlines / OnLeaks

El problema es obvio: nadie quiere móviles de 5,88 mm con batería de 3.900 mAh que sacrifican autonomía y cámaras a cambio de unos milímetros menos de grosor. Samsung y Apple sobreestimaron la demanda de buques insignia ultra delgados, y las ventas lo han dejado claro: el público prefiere autonomía antes que presumir de récord en finura.

El Galaxy S25 Edge se lanzó como competidor directo del iPhone Air, pero ambos dispositivos fracasaron por la misma razón: ofrecer diseños ultrafinos exige sacrificios que los usuarios no aceptan. Batería recortada, ausencia de teleobjetivo y precios iguales o superiores a modelos más completos como el Galaxy S25+ convierten estos experimentos en una mala compra objetiva desde cualquier ángulo.

Samsung detectó el problema cuando vio las cifras del S25 Edge. Según informes de la prensa surcoreana, la batería de 3.900 mAh fue determinante en el fracaso: los compradores eligen autonomía y cámaras antes que un diseño ultradelgado que apenas se nota en el bolsillo pero que se siente cada vez que la batería pide cargador a media tarde y obliga a buscar un enchufe.

El Galaxy S25 Edge eliminó el teleobjetivo, redujo la capacidad un 22% respecto al S25 Ultra y mantuvo un precio "premium"; lo que la propia Samsung justificó apelando a "un público objetivo específico" que, como se ha visto, no existe o es irrelevante en términos de volumen. Es uno de los fiascos tecnológicos del año, sin duda alguna.

El Galaxy S26 Edge, que iba a reducir grosor hasta 5,5 mm e incorporar batería de 4.200 mAh y combinación de Snapdragon 8 Elite Gen 5 y Exynos 2600, nunca llegará a las tiendas según los medios surcoreanos. Samsung ha detenido por completo el desarrollo del dispositivo tras liquidar el stock del S25 Edge y no tiene previsto retomar la línea en el futuro inmediato.

La compañía considera que no tiene sentido mantener esta línea si Apple tampoco sigue apostando por el iPhone Air, cuyas ventas también han sido decepcionantes y que se ha producido en cantidades menores de lo previsto. De hecho, hay rumores que apuntan a que Apple habría cancelado el iPhone Air solo dos meses después de su lanzamiento por la misma razón: no se vende.

La influencia de Apple en los precios y el diseño del Galaxy S26 es innegable, pero en este caso el efecto ha sido al revés: el pinchazo compartido ha convencido a Samsung de que perseguir récords de finura no compensa. Las posibilidades de ver otro Galaxy S ultrafino siguen siendo mínimas, y Samsung lo tiene claro: el concepto está prácticamente muerto hasta nuevo aviso.

La estrategia de Samsung para 2026 vuelve a la fórmula tradicional: tres modelos con diferencias claras en pantalla, batería y cámaras, sin experimentos de grosor. No habrá Galaxy S26 Edge ni nada parecido en el horizonte cercano, y el mercado ha dejado claro que prefiere autonomía y prestaciones completas antes que presumir de un móvil fino que dura poco y fotografía peor.

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