Huawei Mate X vs. Samsung Galaxy Fold: el 'efecto WoW' lo gana Huawei para sorprender al mundo

No sabemos si en Samsung se esperaban este movimiento tan pronto por parte de un competidor serio como lo es hoy en día Huawei, pero lo cierto es que el gigante chino ha aparecido por sorpresa en esto de los teléfonos plegables como un elefante en un cacharrería.

Ya lo decíamos en el análisis post-partido del Samsung Galaxy Fold, que la implementación de Samsung no era ni mucho menos perfecta en un mercado nuevo, y que seguramente más pronto que tarde veríamos alguna mejor. ¡Y cómo nos gustan los mercados nuevos y las ideas revolucionarias, porque tres días después, a nuestro entender, ya tenemos una mejor!

El Huawei Mate X ya es oficial para competir de tú a tú con el Galaxy Fold de Samsung, apostando en su caso por un diseño increíble y un precio también fuera de órbita, pero es que viendo al terminal de Huawei sacarle los colores a Samsung parece que los surcoreanos se lo han puesto fácil con las cifras al fabricante chino.

Sabemos que casi son prototipos, pero cómo nos gustan los mercados inmaduros... El de los teléfonos plegables ya tiene dos contendientes a cada cual mejor y más caro, y ojo porque Huawei le ha sacado los colores a Samsung

Huawei Mate X vs. Samsung Galaxy Fold, sobre el papel

No es que sea demasiado importante comparar potencia bruta en dos terminales que inician un nicho de mercado con ideas tan dispares y posibilidades tan diferenciadas, pero sabemos que os gustan los fríos datos así que nos vemos obligados a ello.

De hecho, esta tabla comparativa que ahora veréis os va a mostrar dos smartphones con características de "pura sangre" en lo más alto del escalafón Android, que no tendrán problemas de potencia en ningún caso para aprovechar sus enormes pantallas:

Eso sí, en el caso de Samsung vemos dos pantallas y muchas cámaras mientras que Huawei ha sido más práctica a la hora de aprovechar componentes con un diseño a mi entender más acertado.

Lo analizamos ahora, pero ese panel que se pliega "por delante" alrededor de una especie de base lateral donde se montan botones, conector y cámaras tiene una pinta bárbara a la hora de la utilidad; mientras que Samsung ha apostado por una experiencia de continuidad entre una pantalla pequeña y muy estirada y otra más grande escondida a modo de libro.

Por lo demás, poco que añadir a dos teléfonos de los que todavía no conocemos todos los detalles, pero que ya son aplicaciones comerciales de unos diseños plegables que todos queríamos ver y a los que faltará encontrarles utilidad en el Mundo Real™ -parafraseando a los míticos Microsiervos-.

La clave en una imagen: cómo se pliegan, cómo se aprovechan

Como el día y la noche, el Samsung Galaxy Fold y el Huawei Mate X sólo tienen en común una bisagra central sobre la que se asienta un panel OLED flexible de gran tamaño.

De hecho, el teléfono de Samsung con su panel externo de pequeño tamaño tiene pinta de un smartphone al uso que se despliega como una tablet, mientras que la implementación de Huawei juega más con un dispositivo de gran formato que se puede plegar en un tamaño pequeño.

A mi humilde entender, parece que Huawei ha entendido mejor el uso moderno de un smartphone con un panel que se pliega ocupando todo el exterior en formatos más aprovechables; mientras que Samsung se ha atrevido más al intentar reinventar el concepto de smartphone utilizando paneles con formatos novedosos y ese frontal tan pequeño y estirado.

No me imagino por ejemplo jugar con el panel frontal del teléfono de Samsung, pero sí con el Huawei Mate X. Además, el diseño de Huawei aprovecha mejor su sistema de triple cámara Leica, que puede utilizarse para selfies con funcionalidad completa gracias al panel plegado hacia atrás.

Incluso puedo imaginarme usos de ese lateral con pantalla en el que Huawei podrá proyectar notificaciones, un reloj o información sobre el estado del teléfono. Y sobre todo, Huawei tiene un panel aprovechado al cien por cien mientras que Samsung monta dos, uno pequeño y otro grande que no se usa la mayor parte del tiempo, y que además tiene un notch asimétrico para horrorizar al respetable.

No sólo eso, y es que el Galaxy Fold es más estrecho, alto y grueso, con 17 milímetros plegado y más de 8 milímetros abierto, similar por fuera a una caja de gafas cuando lo metes en el bolsilo.

En el caso de Huawei, por fuera tiene formato de teléfono "normal" con un panel de 6,6 pulgadas en medidas 19,5:9, con un grosor de 11 milímetros y sólo 5,49 mm cuando lo abres, casi una hoja de papel de 8 pulgadas con una base lateral que facilita el agarre.

No hay color, para mi gusto, y aunque en esto no hay nada escrito y seguro que muchos gustarán más de la opción Samsung, lo cierto es que la sensación de la crítica es que hoy Huawei ha pintado la cara a Samsung, al mismísimo mayor fabricante de smartphones a nivel mundial.

Conectividad 5G, la otra lección de Huawei

Está claro que hablamos de dos teléfonos revolucionarios, de dos opciones diferenciales en un mercado nuevo que sin duda huelen a prototipos muy caros, y en este tipo de gadgets los tiempos no son tan importantes como pueda parecer.

Seguramente sí estos anuncios sean clave para mostrar músculos a la industria, pero si el mercado llevaba más de dos años esperándolos, no vamos a ganar nada ahora por tenerlos antes en las tiendas.

Me baso en la idea de que a a un precio alrededor de los 2.000 euros está claro que no van a ser unos superventas, así que lo mejor es que no te dejes nada en el tintero...

Y a Samsung, amigos míos, se les ha caído el imprescindible soporte al S-Pen y una conectividad 5G que jamás debería faltar en un smartphone del futuro como este, que nos anticipa los próximos pasos de nuestros gadgets más preciados.

Precio, valor añadido y software, ¿dónde ha ganado Samsung?

No todo está perdido para Samsung, esto era sólo una aproximación y el mercado dirá lo que es mejor de aquí a unos meses. De hecho, el gigante surcoreano sí ha ganado en dos aspectos que ahora os contamos.

El primero es sin duda su precio, porque su dispositivo es casi 600 euros más barato que el de Huawei, aunque tengo la sensación de que el Mate X hubiera sido más barato si el Galaxy Fold no fuese como es y costase lo que cuesta.

El segundo, es que el Galaxy Fold se siente más y mejor enfocado al público objetivo de este tipo de teléfonos, que no es otro que el entorno business. Tiene pinta de ser más cómodo en el bolsillo, su pequeño panel frontal gastará menos batería en usos comunes, y la continuidad y el valor añadido del software con su multitarea de triple app simultánea deben darle un mejor uso en productividad. ¿Quién de los queda pueda gastar 2.000 euros en un teléfono, va a jugar con él? ¿Cuántos van a usarlo para trabajar?

Eso sí, no le perdono a Samsung ese S-Pen, y espero que dentro de un par de meses nos anuncien el imprescindible soporte que esta vez se les olvidó por el camino. ¿Mi conclusión? El futuro de la industria tiene muy buena pinta, ahora sí, pero no es momento de comprar todavía.

2.299 euros del Huawei Mate X, 1.980 dólares por un Samsung Galaxy Fold: parece que ser un early bird, o casi un betatester, cuesta mucho dinero... ¡No es momento de comprar sino de observar!

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