Los principales problemas de los móviles plegables y por qué su entrada al mercado va para largo

Los principales problemas de los móviles plegables y por qué su entrada al mercado va para largo

Para bien o para mal, los teléfonos móviles están dando mucho que hablar, como es el caso del Samsung Galaxy Fold. Nos encontramos ante uno de los lanzamientos más polémicos de los últimos años, no solo porque Samsung ha decidido retrasar la presentación en nuestro país de su nuevo modelo plegable, si no también porque el dispositivo parece haber salido con algún que otro fallo de diseño.

Hace unos días iFixit realizó un estudio explicando las razones por las que el Samsung Galaxy Fold estaba fallando. Un completo texto meramente informativo, que inexplicablemente ha decidido retirar de su página web a petición de Samsung. A pesar de ello, los afortunados que ya han podido probar este terminal coinciden en varios puntos.

Técnicamente el teléfono móvil es una bestia, no en vano el Galaxy Fold ha sido catalogado por el benchmark Master Lu como el teléfono más rápido gracias a su memoria flash UFS 3.0 de 512 GB. pero por desgracia no convence como teléfono principal, tratándose más de un prototipo o experimento de cara a futuro que realmente un dispositivo que merezca la pena ser usado en el día a día.

Y a pesar que los móviles plegables son una tecnología a tener en cuenta en un futuro, consideramos que a día de hoy todavía no son unos dispositivos útiles para el consumidor medio por muchos factores:

El potencial de Android no se aprovecha al máximo (aún)

vídeo de Samsung sobre el Samsung Galaxy Fold

Android no está todavía pensado para ser utilizado en pantallas plegables. Es cierto que Android Q parece que contará con un mejor soporte para las pantallas plegables, ya que Google está experimentando con diferentes opciones, pero la realidad es que en la actualidad ni Android ni ningún otro sistema operativo móvil está diseñado para sacarle el máximo partido posible a este tipo de pantallas. La experiencia no es en absoluto mala, pero obviamente Android queda encorsetado por las limitaciones que la propia naturaleza del móvil impone al fabricante y a su sistema operativo.

Pero el problema no es solo Android, si no también debemos hablar de las siempre polémicas capas de personalización. Que Samsung tenga que diseñar una interfaz para móviles "corrientes" y otra para sus móviles plegables, igual que Huawei, igual que Xiaomi e igual que cualquier otra marca que quiera sacar al mercado un teléfono plegable puede ser un problema.

¿Por qué? Mayor fragmentación si cabe, mayores problemas a la hora de actualizar terminales y sobre todo, teléfonos de gama baja/media que se quedan en su versión de salida, los grandes perjudicados. Tampoco podemos olvidarnos de los desarrolladores, pobres de ellos que tendrán que adecuar sus aplicaciones a varios tipos de pantalla diferentes.

Una durabilidad en el punto de mira

Samsung Galaxy Fold interior completo

Muchos Samsung Galaxy Fold no han superado sus primeros días de vida. Por lo visto no es casualidad, y es que parece ser que los primeros modelos de Samsung han salido con algún problema de diseño, lo que ha provocado que la firma haya tenido que cancelar varias presentaciones, como es el caso de España.

Según siempre iFixit, algunos de los problemas podrían ser la fragilidad de los paneles OLED o las pequeñas partículas de polvo que entran por debajo de la pantalla. Por supuesto sin olvidarnos de lo que a priori parecía un protector de pantalla pero que en realidad era un elemento imprescindible para que el terminal funcionara correctamente. ¿Problemas de diseño? ¿De comunicación? ¿Culpa del usuario?

Periodistas, YouTubers e influencers se han hecho eco del tema y aunque Samsung ya ha prometido que va a estudiar lo sucedido, dichos problemas no ayudan nada al terminal pocos días antes de su salida al mercado, en especial cuando se trata de dispositivos con estos precios tan elevados.

Precio al alcance de pocos

Y el precio es otro punto a tener en cuenta. Los casi 2.000 dólares que cuestan tanto el Samsung Galaxy Fold o el Huawei Mate X no son un tema baladí. Si ya en muchas ocasiones nos es difícil adquirir los tope de gama actuales, con precios que rondan los 800-1000 dólares, abonar cifras que duplican las anteriores para adquirir un teléfono solo está permitido para unos pocos elegidos.

Y si sumamos que Zhang Yu que es el vicepresidente senior de BOE --fabricante chino de pantallas que ha sido el encargado de suministrar a Huawei los paneles del Huawei Mate X--, manifestó en una entrevista que los teléfonos plegables bajarían a la mitad de precio en 2021, parece que lo más sensato es esperar para adquirir uno de estos dispositivos.

Un diseño con efecto wow pero lejos de ser definitivo

vídeo de Samsung sobre el Samsung Galaxy Fold

Y terminamos con el diseño. La idea de Samsung y del resto de marcas es que podamos utilizar un teléfono con una pantalla similar a la de una tablet de una manera cómoda, pero el problema es cuando comprobamos que el Samsung Galaxy Fold tiene, literalmente, el grosor de dos Samsung Galaxy S10, uno encima del otro. ¿Dónde está la comodidad?

Evidentemente los teléfonos plegables acaban de aterrizar y como todo dispositivo, son mejorables. Muchos son los puntos que marcas como Samsung o Huawei deben mejorar para vender sus teléfonos plegables al consumidor --por lo menos a mí-- y aunque la tecnología avanza a pasos agigantados, parece ser que la entrada al mercado de los teléfonos plegables va para largo.

Eso sí, hay que darle un voto de confianza a estas marcas, en especial a Samsung por ser la primera firma en atreverse a lanzar un dispositivo de estas características y sobre todo, por conseguir localizar los posibles fallos de su dispositivo plegable antes de su puesta a la venta de manera oficial. No dudamos que serán corregidos.

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