Ayer vi la peli de 'F1', bro. O cómo el lenguaje pone en peligro la atemporalidad en el cine

El riesgo de querer conectar con tu público hoy y solo hoy

Ayer vi la peli de 'F1', bro. O cómo el lenguaje pone en peligro la atemporalidad en el cine
'Gran Turismo' es un ejemplo perfecto
Publicado en Series

Ayer vi la peli de F1 y no voy a negar que me gustó, pero mucho menos de lo que esperaba, sobre todo después de haber disfrutado como un enano de Top Gun: Maverick, también de Joseph Kosinski, y hay varios motivos para que así haya sido, entre ellos uno que tiene que ver con cómo hablan sus protagonistas.

Un mal que, dicho sea de paso, comparte con la cinta Gran Turismo, también sobre conducción, siendo en el caso de la de Sony Pictures y Neill Blomkamp algo mucho más sangrante por tratarse varios de sus personajes de adolescentes o jóvenes adultos.

Demasiado enfocada

Bro. La muletilla que utiliza ahora toda la juventud (y algún que otro adulto con complejo de Peter Pan), se repite con excesiva frecuencia en ambos filmes (insistimos, más en Gran Turismo), y es algo que juega muy en contra de un revisionado de las mismas, más incluso si hablamos a futuro.

Ver 'Gran Turismo' en Netflix

Porque sí, en el cine y en las series siempre ha habido quien hablaba diferente, pero esto servía a un propósito que era diferenciar a una tribu urbana de otras e incluso del común de los mortales, estrato al que solía pertenecer el actor principal. O para ridiculizar incluso, si queréis.

No todas, en The Warriors: los amos de la noche, no teníamos para nada esa impresión, pero sí en muchas otras donde punkys, heavys, raperos, sureños y demás grupos sociales tenían su propia jerga... y de hecho la siguen teniendo. Porque pertenecer a ellos significaba algo.

Solo importa el hoy

En el momento en el que no existe ese sentimiento de pertenencia a un colectivo, porque la práctica totalidad del grupo demográfico comparte unos valores, tendencias y argot, traer a colación una expresión como "bro", con esa dejadez y ese arrastrar las palabras del resto de la frase, hace que estés condenando tu obra al presente.

¿Antes no se hacía? Mire usted, pues no, y menos en las cintas anglosajonas. Podías escuchar algún "dude (tío)" del joven protagonista (me viene a la mente Marty McFly), pero jamás un "tronco" ni nada por el estilo.

Entonces, ¿por qué ahora sí?

Si ahora escuchamos más esta y otras expresiones es porque las compañías, especialmente las productoras, tienen la concepción errónea de que tienen que conectar con su público, pero a un nivel básico. Con el actual. Son como esas marcas que cambian su logo para simplificarlo porque la de al lado lo ha hecho.

Sin embargo no son conscientes de que el de al lado lo ha hecho preocupado por una generación volátil que mañana se olvidará de lo que hizo o vio ayer y tocará cambiar de nuevo, dejando obsoleto lo anterior.

Actualmente ver una película de 1977, aunque sean tan dispares como Star Wars: Episodio IV - Una nueva esperanza y Fiebre del sábado noche (que hoy día tendría una ristra de estos vocablos), es tan disfrutable como lo era hace casi medio siglo, y eso es en parte porque no se anclaron ellas mismas a un momento o franja concretos.

Al menos esta moda, que esperamos pase pronto, servirá para que, en unos años, alguien vea una de estas películas, y de muchas otras que pululan por nuestras carteleras, aunque por suerte no son la norma, y esboce una sonrisa recordando tiempos pasados, pese a hacerlo, imaginamos, con cierta vergüenza, pero de la ñoña.

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