Crítica de 'Ahora me ves 3', con Jinetes y trucos nuevos pero que siguen funcionando
Una secuela familiar pero con voz propia
Siempre he disfrutado de todas esas películas en las que un grupo de ladrones llevan a cabo un laborioso y concienzudo plan medido al milímetro en el que cualquier mínima variación puede dar al traste con meses de trabajo. Variaciones que por norma acaban ocurriendo, pero ahí están los reflejos y sobre todo el ingenio de nuestros protagonistas para salir airosos.
El golpe y también toda la franquicia Ocean son buenos ejemplos de ello, pero también hay otras que han sabido brillar con luz propia, léase The Italian Job, 21 Blackjack o la saga que nos ocupa, una Ahora me ves que va ya por su tercera entrega, la cual se estrenará en los cines este mismo viernes 14 de noviembre. Pero no será la última.
Las vueltas que da la vida
Casi una década después de Ahora me ves 2 vuelven los Jinetes, y lo hacen siendo de nuevo el cuarteto original, formado por Daniel Atlas, Merritt McKinney, Henley Reeves y Jack Wilder, o lo que es lo mismo, los actores Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Isla Fisher y Dave Franco respectivamente, que han tenido sus más y sus menos en estos años, como descubriremos de manera no demasiado desarrollada.
Un reencuentro acompañado de nuevos trucos donde la tecnología parece hacer acto de presencia, aunque esa es solo una de las primeras sorpresas que nos tendrá preparada una cinta que juega, como los buenos ilusionistas, con nuestras percepciones, y que nos pone delante de las narices en todo momento aquello que nos quiere ocultar.
No diremos mucho más de un argumento que, eso sí, repite la fórmula vista en los anteriores filmes en los que todo se resuelve hacia el final poco más que abriendo una caja gigante que dentro lleve un papel que diga "¡Sorpresa!". Claro que esa es también su gran virtud: el habernos engañado tres veces con el mismo truco, pero creemos que le ha vuelto a funcionar por el tiempo pasado entre película y película.

A nivel técnico tenemos poco que reprocharle
Más Jinetes que nunca
No obstante y dejando de lado los secretos del mago, mientras dura, casi dos horas que se pasan volando, la cinta entretiene igual o más que las anteriores, y es tanto por las nuevas adiciones al reparto, mucho más acertadas que las de la segunda parte, como por el hecho de que la acción juega ahora un papel predominante, pero siempre sin perder la vista los niveles de magia y escapismo habituales.
Justice Smith, Dominic Sessa y Ariana Greenblatt son los nuevos intérpretes y magos en sumarse a una aventura que para la ocasión cuenta con la actriz Rosamund Pike como principal antagonista, siendo esta la heredera de un negocio de extracción y venta de diamantes con señores de la guerra y lavado de dinero de por medio.
Lástima que no nos adentremos más en ese submundo y la trama se centre en Veronika Vanderberg (Pike) y su juego del gato y el ratón con los Jinetes y los nuevos integrantes del grupo.

Los diamantes ya no son para siempre
No todo es mágico, y no pasa nada
Ahora, por cierto, la acción se ha vuelto por momentos mucho más física, con auténticas peleas a puñetazos y la aceptación de que no siempre se tiene guardado un as bajo la manga. Es algo que gustará más o menos, pero es innegable que por es algo que aleja esta iteración de lo que fueron las anteriores; claro que también le otorga una presencia diferente y distinguible.
También lo hace el hecho de que esta vez los magos, ilusionistas, prestidigitadores o como queráis llamarles sean más que nunca, con una química no forzada entre ambos bandos y una representación atípica de lo que todos entendemos por la generación Z, aunque sus pullas se las lleva.
Puede que repita elementos ya vistos previamente, que no acabe de desarrollar otros que sí nos habría gustado contaran con más minutos en pantalla o que se abuse de lo digital a la hora de mostrar según qué trucos (engañando así realmente al espectador), peor la historia, reparto, ritmo y química entre todos sus personajes nos asegurarán una muy recomendable sesión.