Eran otros tiempos. Así descrubió Clark Kent que tenía visión térmica en 'Smallville'
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Una de las series de nuestra infancia, o de nuestra adolescencia, según contéis con más o menos años, fue Smallville, estrenada en 2001, la cual narraba las aventuras de un joven Superman mucho antes de conocer que poseía la cantidad de poderes que le convirtieron en un dios entre los hombres, los que por suerte para la humanidad usó para salvaguardarla.
Unas habilidades que el bueno de Clark Kent fue descubriendo de poco en poco, pues empezó con la superfuerza, siguió con la supervelocidad... Así hasta llegar a la capacidad de volar, o de usar su mirada para, por ejemplo, quemar cosas.
Descubriendo la visión térmica
Pero, ¿cómo llegó a darse cuenta de que poseía visión térmica? Bien, pues tratándose de un adolescente que tenía como profesora a la señorita Desiree Atkins interpretada por la actriz Krista Allen, os lo podéis imaginar.
Y si no queréis hacerlo, tranquilos, porque os traemos ese preciso instante en vídeo, el cual corresponde al segundo episodio de la también segunda temporada.
En dicho capítulo, titulado Calor, Clark empieza a sufrir lo que él cree que son simples desmayos o bajones de tensión cuando se encuentra cerca de su nueva profesora. Lo que en realidad ocurre es que, al sentirse excitado en su presencia, su cuerpo reacciona de una manera un tanto… explosiva. Literalmente, ya que sus ojos lanzan rayos de calor descontrolados que en más de una ocasión provocan incendios.
Al principio, Clark no entiende qué está pasando. Es en el instituto donde empieza a experimentar los primeros síntomas, pero será en su casa, frente a un microondas que termina explotando por culpa de su mirada, cuando comienza a sospechar que está desarrollando un nuevo poder.
La escena es tan divertida como reveladora: su padre, Jonathan Kent (John Schneider), lo acompaña al campo y le propone visualizar algo que le provoque ese mismo tipo de estímulo. Clark, con expresión avergonzada, menciona que no quiere pensar en su profesora, pero, claro, acaba haciéndolo. Y como resultado, un espantapájaros sale ardiendo.