Hay 30 personas en Netflix etiquetando películas y series. Parece una tarea absurda, pero es crucial
Aciertan más que el algoritmo

No os voy a mentir, me quité de Netflix hace un tiempo (de todo se sale), pero he de confesar que cuando estaba suscrito veía muchos más programas que ahora, que tengo todo lo demás, léase SkyShowtime, HBO Max, Prime Video... Y estoy seguro de que era por dos cosas. Primero, la novedad de tener vídeo a la carta, y segundo las recomendaciones y listas que hacía la popular plataforma, que además parecían pensadas aposta para mí.
Y la culpa de todo la tiene un equipo de 30 personas, los llamados taggers, o etiquetadores, un trabajo que puede parecer baladí pero que diferencia a Netflix del resto y que en parte ayuda a que doble en números a su competidora más directa, Prime Video, en Estados Unidos; 7, % del uso total del televisor Netflix frente al 3,4 % que representa el servicio de Amazon.
La importancia del tiempo
"La gente tardaría mucho más en elegir" cuenta Allan Donald, director de producto de Netflix, a The New York Times en una entrevista, refiriéndose a qué pasaría si no existieran las etiquetas. De hecho, a veces las han retirado como experimento y las visualizaciones han caído drásticamente.
"En promedio, si no has logrado que alguien haga clic en reproducir en 53 segundos, la probabilidad de que la persona vea algo disminuye precipitadamente", dijo Eunice Kim, también directora de productos de la compañía junto a Donald. De ahí que sea crucial el uso de las etiquetas a la hora de catalogar cada título individual, pero también se refieren a ellas cuando en Netflix nos proponen un "Maratón para el fin de semana" o unas cuantas películas "Para una noche de chicas".

Películas "descarnadas" en Netflix
"Activos promocionales" como se refieren a ellos en el seno de la plataforma que apelan a nuestra capacidad de atención visual, un término que también incluye a las miniaturas que vemos en los sliders (esas ristras de diapositivas que van cambiando entre sí). Julia Alexander, directora de estrategia de la firma de investigación Parrot Analytics, comentó que las etiquetas probablemente funcionan a un nivel sutil. "Cuando vemos el término "descarnado" o vemos el término "cerebral", entendemos intrínsecamente lo que significa", dijo.
Unos términos que se han encargado de elegir los ya mentados taggers y que han demostrado ser más eficaces que un algoritmo, aquel que nos recomendaba una serie o película basándose en nuestro historial y nuestros gustos dándole a un botón, el de "Sorpréndeme", que ha acabado desapareciendo.