La película que aún hoy atormenta a Denis Villeneuve por las noches
Y es que nunca hay que tocar el trabajo de otra persona, y menos si lo reverencias

En una entrevista para The Hollywood Reporter, Denis Villeneuve, que acaba de estrenar en cines la esperadísima Dune: parte dos, ha hablado largo y tendido sobre esta película así como acerca del largo proceso que la ha rodeado y que todavía no ha concluido, porque el cineasta ya piensa en cómo adaptar El mesías de Dune a la gran pantalla, la segunda novela del escritor Frank Herbert.
Pero la entrevista también ha servido para repasar la nada desdeñable trayectoria del director, pese a que se tomó un descanso de nueve años tras sus dos primeras películas, Un 32 de agosto en la Tierra y Maelström, que pese a haber sido bien recibidas por crítica y público no eran lo que el director quería conseguir, razón por la cual pasó buen parte de esos años de escenario en escenario viendo cómo trabajaban otros directores y actores y absorbiendo todo como "una esponja".
Nunca toques el trabajo de otro
Es una lección que Villeneuve ha aprendido por las malas pero que ya nunca olvidará, al menos así se lo ha confesado a su entrevistador cuando éste le ha preguntado si volvería a trabajar en un universo cinematográfico creado por otra persona, refiriéndose a Blade Runner 2049.
"No, nunca", fue la respuesta directa del también responsable de La llegada. "Blade Runner es una de mis películas favoritas, y es absolutamente una obra maestra. Ridley Scott es uno de mis directores favoritos, y aunque él me había dado su bendición, fue muy importante para mí escucharlo y ver en sus ojos que estaba de acuerdo con que hiciera la película en ese momento.
"Pero constantemente estaba pensando en la película original mientras hacía Blade Runner 2049" continúa. "Era imposible no hacerlo. Así que 2049 fue tanto una carta de amor a la primera película como uno de los proyectos más difíciles que he hecho, y no creo que vuelva a acercarme al universo de otra persona. Todavía me despierto a veces por la noche diciendo: '¿Por qué hice eso?' Había rechazado algunos otros proyectos de esa envergadura, pero en ese momento, me dije a mí mismo: 'Es un proyecto muy loco, pero vale la pena arriesgarlo todo'.