Los EE.UU. de Trump se están empezando a parecer peligrosamente a esta película que podemos ver en exclusiva en Movistar Plus+
Realidad y ¿ficción?
En estos días estamos viendo cómo los Estados Unidos de América, bajo la presidencia de Donald Trump, están viviendo una polarización política casi sin precedentes en algunas ciudades y estados. Las divisiones entre demócratas y republicanos, así como debates sobre inmigración, derechos sociales y políticas económicas, han generado tensiones, especialmente en una Los Ángeles que está siendo el foco de noticias preocupantes últimamente.
La ciudad californiana ha sido escenario en las últimas semanas de protestas masivas que han provocado la intervención del gobierno federal. La alcaldesa ha decretado un toque de queda, y tanto la Guardia Nacional como unidades de marines han sido desplegadas en algunas zonas urbanas, con la justificación de garantizar el orden público.
Ficción y realidad
Las imágenes de vehículos militares patrullando barrios residenciales han recordado a muchos escenas que, hasta hace poco, solo creíamos posibles en películas.
Todo esto sucede en un momento especialmente delicado, en el que el discurso político está más enconado que nunca, y las redes sociales contribuyen a amplificar una sensación de crispación y desconfianza generalizada.
Y es precisamente en este clima donde una película de reciente estreno adquiere una relevancia inesperada. Hablamos de Civil War, el inquietante drama distópico dirigido por Alex Garland, el también guionista de 28 años después, que Movistar Plus+ ofrece en exclusiva en su plataforma bajo demanda.
Aunque fue concebida como una advertencia abstracta sobre los peligros de la división política y la violencia institucional, su paralelismo con la actualidad norteamericana resulta, por momentos, escalofriante.
Disturbios que dan lugar al secesionismo (en la gran pantalla)
En Civil War, un presidente autoritario, interpretado por Nick Offerman, ha logrado mantenerse en el poder durante tres mandatos consecutivos. Tras disolver el FBI y utilizar al ejército para controlar la disidencia interna, el país se ve sumido en una guerra civil, con una improbable alianza entre Texas y California liderando la rebelión.
A través de los ojos de un grupo de periodistas encabezado por Kirsten Dunst y Wagner Moura, la película documenta una nación rota, donde las ciudades han sido destruidas, los civiles ejecutados arbitrariamente, y las zonas seguras no lo son tanto. El paralelismo con la intervención militar en Los Ángeles y el toque de queda decretado por las autoridades no pasa desapercibido.
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