Para mí, esta es la serie más adictiva de la historia: tiene la fuga mejor calculada que he visto jamás
Este thriller televisivo fue una de las mayores obsesiones cinéfilas de mediados de los 2000
Siempre digo que Lost es mi serie favorita (y lo mantengo), pero esta fue la que me hizo descubrir lo que era obsesionarse por completo con una trama y no poder parar de ver un capítulo tras otro. Cuando aún tirábamos de Fox, de DVDs y de descargas cutres, Paul Scheuring, por aquel entonces todavía un guionista desconocido, tuvo la idea más simple y adictiva del mundo: un plan de fuga convertido en thriller televisivo.
Su primer capítulo vio la luz hace ya 20 años, con Wentworth Miller y Dominic Purcell como absolutos protagonistas, secundados por un desfile de actores hoy ampliamente conocidos: Sarah Wayne Callies, Robert Knepper, William Fichtner, Amaury Nolasco y Peter Stormare, entre muchos otros. Fue nominada a 'Mejor serie de TV' en los Globos de Oro de 2006, y a día de hoy todavía mantiene un 77% de valoraciones positivas del público en Rotten Tomatoes y un pedazo de 8,3/10 en IMDb. Y, como seguramente te lo acabes preguntando: sí, fue rodada en la prisión real de Joliet, en Illinois, con pasillos helados y celdas minúsculas que obligaron al equipo a improvisar cámaras portátiles.
Un plan imposible para salvar a su hermano... de una prisión de máxima seguridad
Ambientada en una prisión de máxima seguridad de Chicago, Illinois, la serie sigue a Michael Scofield (Wentworth Miller), un ingeniero brillante que comete un robo intencionado a mano armada con el único propósito de ingresar en la prisión de Fox River. Evidentemente, detrás de esa locura había un motivo de peso: su hermano, Lincoln Burrows (Dominic Purcell), está condenado a pena de muerte en ese lugar por un crimen que asegura no haber cometido, y Michael tiene un plan meticulosamente diseñado para ayudarlo a escapar. Cada paso está calculado al milímetro, y cada decisión puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Desde dentro, Scofield debe enfrentarse a la dureza de la vida carcelaria, a la desconfianza de los guardias y el férreo control del director Henry Pope (Stacy Keach), por no hablar de las poderosas bandas internas, capitaneadas por el temido asesino y violador T-Bag (Robert Knepper). La única persona en quien puede confiar es su compañero de celda, Sucre (Amaury Nolasco), quien acaba siendo una pieza clave de su estrategia, igual que la doctora Sara Tancredi (Sarah Wayne Callies). Conforme avanza la historia, la serie se va enredando cada vez más y desplegando un juego de tensión constante en el que se entrelazan secretos, conspiraciones y alianzas inesperadas.
Créeme, no te arrepentirás de haberte embarcado en la aventura de Prison Break, y puede que hasta acabes como yo: comprándote orgullosa una camiseta que reza "Fox River, propierty of Michael Scofield". A día de hoy, está disponible en exclusiva para los usuarios de Disney+. Eso sí, en total son 5 temporadas y 90 capítulos de unos 45 minutos cada uno, así que tómatelo con toda la calma que puedas… dentro de la adicción que te va a generar.
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