Tiene 94 años y se niega a usar dobles de acción, así es June Squibb, la protagonista de Thelma
Tom Cruise estaría orgulloso

Hoy termina Sundance, el mayor festival de cine independiente del mundo, y entre anuncio y anuncio, como los de Pedro Pascal y su nueva y violenta película, Kristen Stewart buscando financiación y el reencuentro en un nuevo proyecto de Ryan Coogler y Michael B. Jordan, nos hemos topado también con esta bonita a la par que increíble historia, máxime si tenemos en cuenta que su protagonista tiene 94 años.
Hablamos de June Squibb, la actriz principal de Thelma, una película que se estrenó precisamente durante el día inaugural del festival y que también cuenta entre sus protagonistas con el recientemente fallecido Richard Roundtree, a quien muchos conocíamos por ser el Shaft original.
"A pesar de mis 94 años, nunca me he considerado vieja", comienza diciendo a Variety una actriz que lleva siete décadas en activo y que ha aparecido en películas como A propósito de Schmidt, con Jack Nicholson. En Thelma, con guion y dirección de Josh Margolin, interpreta a una mujer que ha sido víctima de una estafa telefónica y decide ir ella sola a la búsqueda y caza de su estafador, algo que casi le ocurrió a la abuela del director, quien señala además que "Tom Cruise saltando de un avión es tan peligroso como que mi abuela suba a una cama", e insiste en que "Quería tratar la misión de Thelma con la sinceridad y la importancia que le darías a Ethan Hunt dando la vuelta al mundo para rastrear al malo". De ahí que Squibb se haya tomado tan en serio el papel.
Las escenas de "acción"
De hecho, en una de las secuencias, Thelma roba un carrito eléctrico, lo que desemboca en un enfrentamiento en un pasillo, casi una justa medieval, y, evidentemente, desde el equipo "No esperaban que hiciera el trabajo con el carrito", dice Squibb. "Estaban tan preocupados por mí, que pensaron que iba a matarme. Me dijeron, 'Solo toca su patinete', y pensé, 'Oh, qué demonios', y me choqué con él".
"En algún momento cambia la forma en que la gente te trata", continúa diciendo Squibb. "Quieren cuidarte, lo cual es encantador, y a veces simplemente dejo que me cuiden. Pero otras veces piensas, 'Puedo hacer esto y estoy bien'. Quieren prestarte un brazo o una mano. Así que lo haces: tomas un brazo, tomas una mano. Pero sigo siendo independiente y capaz de vivir mi propia vida".